El narco en México.
Enviado por John0099 • 5 de Julio de 2018 • 2.289 Palabras (10 Páginas) • 373 Visitas
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[Ineficiencia policiaca y militar para afrontar al Narco]
México tiene una responsabilidad primordial dentro de sus esfuerzos para combatir al narcotráfico, y está es enfrentar la corrupción que existe en todas las instituciones gubernamentales en todas los niveles pero principalmente en el aparato de seguridad del Estado, ya que es éste el que está librando de manera más frontal la guerra contra el crimen organizado. El gobierno también debe replantarse la campaña antinarcóticos que se ha venido desarrollando durante las últimas décadas, ya que como los datos lo indican, no han hecho más que permitir que florezcan el consumo, la delincuencia organizada y la corrupción gubernamental, además se encuentra enfocada en el castigo al eslabón más débil y que más protección debería tener los campesinos mexicanos. Desde hace varias décadas, el ejército dejo de enfocarse en la erradicación de cultivos para perseguir a los carteles de las drogas. La PGR fue la principal encargada de esta por muchos años, sin embargo los altos niveles de corrupción dentro de los cuerpos policiacos municipales, estatales y federales y la falta de coordinación y capacitación de los mismos, los han convertido en blancos fáciles de corrupción y asesinatos. Por este motivo, el gobierno ha aumentado el presupuesto destinado para el combate al narcotráfico en más del 60% durante los últimos años. Los operativos del gobierno de calderón se han enfocado en combatir de manera frontal el problema del narcotráfico principalmente en los estados de Michoacán, Tamaulipas, Baja california, Chihuahua entre otros. Las instancias que han participado en los operativos han sido la secretaria de Defensa, de Marina, de Seguridad Pública, y la procuraduría General de la Republica. También se sumaron efectivos de la AFI y la PFP quienes participaron en la organización de células activas en 500 puntos del país, con la finalidad de disminuir el tráfico, producción y la distribución de enervantes. La AFI desapareció hace tiempo por problemas de infiltración del narcotráfico y corrupción. El ejército no ha estado exento de estos problemas pero ha mostrado ser mucho más impermeable al poder corruptor del crimen organizado.
[Vínculo entre la corrupción y el Narco]
Diversas investigaciones muestran que durante la segunda mitad del siglo XX ni los altos responsables políticos ni los de la Policía buscaron erradicar verdaderamente el crimen organizado. Por el contrario, trataron de controlarlo y contenerlo a través de la corrupción y la negociación con las redes delincuenciales.
Su objetivo era doble: enriquecerse personalmente y utilizar a los criminales como secuaces para las operaciones policiales de base contra los opositores al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Su objetivo era doble: enriquecerse personalmente y utilizar a los criminales como secuaces para las operaciones policiales de base contra los opositores al Partido Revolucionario Institucional (PRI). En cierta forma, el caso de Arturo Durazo, jefe de la Policía durante la presidencia de José López Portillo (1976-1982), uno de sus viejos amigos y sin duda el más corrupto de los jefes de la Policía mexicana, es un ejemplo de este tipo de maneras de operar. Su única innovación respecto de sus predecesores o sucesores fue sistematizar y exacerbar las prácticas consideradas largo tiempo por el conjunto de la sociedad mexicana no solo como más o menos inevitables, sino como funcionales, puesto que aseguran una forma de orden público: partiendo del adagio de Émile Durkheim, «el crimen es normal, porque una sociedad exenta de él es absolutamente imposible»8, muchos responsables políticos hacían de él una especie de sofisma para justificar todos los acomodamientos y connivencias con el crimen organizado. Estos pactos eran moneda corriente de lo bajo a lo alto de la escala político-administrativa. Desde fines de los años 80, la apertura política y el progreso de la oposición –tanto de izquierda, en el futuro Partido de la Revolución Democrática (PRD), como de centroderecha, con el Partido Acción Nacional (PAN) – tuvieron efectos muy paradójicos. La corrupción ya no era exclusiva del PRI; se había ido extendiendo a todos los partidos y en todos los niveles político-administrativos, mientras que paralelamente se formaba un imaginario democrático de alternancia y transparencia. De modo que el PAN y el PRD adquirieron exactamente los mismos hábitos clientelistas y prevaricadores del PRI, pese a que muchos de sus funcionarios elegidos habían hecho campañas para acabar con esas prácticas.
[Conclusión]
El narcotráfico es una estructura de poder que funciona de manera alterna al Estado, pero no funciona como un poder que pudiese sustituirlo. Si bien el narcotráfico se ha convertido en una figura proveedora de comida, infraestructura, empleo en numerosas comunidades rurales, no intenta lo hace con fines políticos o persiguiendo algún tipo de ideología. El narcotráfico es un fenómeno que obedece puramente al mercado de demanda, y desde esa perspectiva representa una afrenta al Estado sólo cuando éste no le permite llevar a cabo las actividades de producción, trasiego, distribución y venta de su producto.
Al narcotráfico, como a cualquier empresa, no le interesa enfrentarse al Estado pues le supone costos muy altos y prefiere un Estado fuerte que le provea la estabilidad suficiente para llevar a cabo sus actividades ilícitas. La lucha contra el narcotráfico en la región México-Estados Unidos por parte de ambos gobiernos se puede ver históricamente como una serie de políticas restrictivas que permitieron la creación y evolución del crimen organizado al crear un mercado ilícito en la región. Los gobiernos de Estados Unidos y México deberían generar una política integral hacia los consumidores de sus propios países. Programas bien planificados con clínicas, manejadas por psiquiatras expertos, que pudiesen proveer a los adictos de la droga necesaria de manera gratuita, controlada y bajo prescripción. En otras palabras, Estados Unidos (y México) tiene que ver el problema del narcotráfico y el consumo de drogas dentro de su país como un problema de salud y no sólo como uno de seguridad nacional.
[Bibliografías]
- Morales Oyaivide (2011). La guerra contra el narcotráfico en México debilidad del Estado, orden local y fracaso de una estrategia (ciencia sociales, 33 – 72)
- Hernández A (2010). Los señores del Narco, México, Grijalbo.
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