PRODUCCIÓN PIROTÉCNICA EN ZUMPANGO EDO. DE MÉXICO

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Debido a que estos se localizan en el punto con mayor afluencia de visitantes, generan un riesgo para los establecimientos, puestos de comida, así como para las viviendas que se encuentran a corta distancia de los también llamados polvorines.

Por tal motivo, algunos de los coheteros están conscientes que actualmente es necesaria una reubicación de su área de trabajo para evitar una tragedia en caso de una explosión. Situación que provoca un problema en la actualidad, ya que años atrás esa zona no estaba poblada, era tierra agrícola pero al pasar el tiempo se realizaron construcciones cercanas a los talleres. Pretenden conseguir apoyo del municipio y del Estado para una nueva ubicación industrial donde puedan laborar sin problemas o afectar a terceros.

Por otra parte, aunque los vecinos del área estén acostumbrados a vivir al lado de los polvorines, no significa que no tomen precauciones y más cuando están niños de por medio. Viven a menos de cien metros de distancia de los talleres pirotécnicos y cuidan a sus hijos manteniéndolos en su mayoría, dentro de sus casas y restringiendo el acercarse a dicha zona.

Acorde a datos estadísticos de Protección Civil, en los últimos cinco años se registraron tres explosiones de pólvora en barril por las cuales resultaron afectadas once viviendas.

Durante la época de mayor fabricación de fuegos artificiales, ocurren más accidentes debido a la carga de trabajo, la cantidad de empleados concentrados en un mismo espacio y la presión de tiempo para las entregas.

Elementos de urgencias médicas de Protección Civil y Bomberos municipal, mantienen una serie de requisitos que deben cubrir los talleres de artesanía pirotécnica, como el estar en un lugar retirado de la población, construcciones de materiales como tabique y concreto, con techumbres de lámina de asbesto. De igual forma, revisan cada seis meses que los establecimientos cuenten con el equipo necesario para atender alguna emergencia, aún cuando los que otorgan los permisos sean los ayuntamientos y la Secretaría de la Defensa Nacional.

“…Se hacen algunas verificaciones periódicamente para revisar que sus instalaciones cuenten con las medidas de seguridad, extintores, sus cisternas o sus piletas de agua, sus areneros, su equipo de zapa, las barras estáticas para la tierra física”. Luis Ramírez, Protección Civil

A nivel estatal existen 64 municipios registrados ante el Instituto Mexiquense de la Pirotecnia (IMEPI) para llevar a cabo la producción, uso y venta de los explosivos.

Sin embargo, el municipio de Zumpango por lo menos cuenta con 30 viviendas en las que los habitantes trabajan dicho material de forma clandestina al no contar con un permiso oficial por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, lo que debería ser una prioridad para las autoridades.