Tema: La violencia..

...

Si embargo para el caso de este trabajo solo se aborda lo que concierne a los sujetos, como individuos capaces de influir en el proceso de transformación. En este sentido surge la idea de agencia, abordada por Yurèn, la cual retomo como un elemento necesario, al conferir a los sujetos autoridad de acción.

Para profundizar un poco, Bauman, citado por Yurèn nos dice que la agencia tiene que ver con: “La capacidad de influir sobre las circunstancias de la propia vida, formular el significado del bien común y hacer que las instituciones sociales cumplan con ese significado (Bauman, 2002:116), en este sentido la autora menciona que esta capacidad requiere habilidades para resolver los problemas que afectan a individuos diversos a través de “un poder colectivo e institucionalizado en el que converjan intereses” (Bauman, 2002:88).

Es así como se visibiliza la capacidad que los sujetos pueden tener actuando en conjunto para cambiar aquellas situaciones que no les favorecen, no solo en el ámbito de la convivencia sino también en los procesos políticos, económicos, entre otros.

Si bien, los sujetos tienen la posibilidad de ser agentes de la sociedad, ¿Por qué hasta ahora muy pocos hacen uso de ella?

Democracia y experiencia la apuesta de Dewey

En Continuidad con el planteamiento último, éste puede tener repuesta en que para ser agentes, se deben desarrollar una serie de habilidades y estrategias que permita a los individuos asumir ese papel.

Ante lo cual surge la pregunta: ¿Quiénes y en dónde podrían fomentarse o adquirirse tales atributos?, Es aquí cuando se establece una relación con el ámbito escolar y los educadores, en el sentido de los alcances que pueden tener para influir en el proceso formativo de las personas, fomentando las habilidades y estrategias propias de la agencia.

En este tenor Yurèn rescata algunos elementos planteados por Dewey, que me parecen necesarios tomar en cuenta desde la educación, si se pretende incursionar en la agencia.

En cuanto a la tarea del educador, “consiste en preparar el género de experiencias que sean del agrado del alumno y que inciten su actividad provocando a su vez experiencias futuras deseables; y con respecto a la finalidad de la educación ella nos menciona que es el “autocontrol”, “el dominio de sí mismo” (Dewey, 1967: 78). A su vez menciona que la escuela debe estar en la democracia[5], una escuela democrática, que debe educar a la niñez y a la juventud en la libertad y para participar en una sociedad libre. (Yurèn, 2014.66).

Cultura, hegemonía y educación: la propuesta de Grmasci

En nuestro contexto escolar, es muy probable que nos encontremos con diversos factores, quizá de la misma estructura o personales, que obstaculicen la apropiación y puesta en marcha de los planteamientos propuestos por Dewey.

Si embargo, en la idea de que en un proceso de cambio se ven involucrados diferentes actores sociales, nos sirve como base para plantear el papel protagónico que puede tener el docente desde el ámbito escolar para influir en este proceso. En este tenor Grmasci menciona que para la transformación de cierto sistema social, es central el papel que cumplan los intelectuales[6], tradicionales u orgánicos. Algunas de sus características planeadas por Yurèn son las siguientes:

-“Los intelectuales gozan de cierta autonomía, posibilidad de elección”.

“La presencia de los intelectuales es fundamental en el cambio social pues es justamente en el momento en que las masas ya no se ven representadas por los viejos intelectuales cuando ocurre una crisis de hegemonía” (Pontantiero, 1982)

Para dar cierre a este trabajo y en consecuencia con el planteamiento anterior, me parece importante recalcar la postura de un “intelectual orgánico”, ahora que estamos en el cierre de nuestra formación en la Universidad Pedagógica Nacional, como profesionales de la pedagogía, pues tendremos la oportunidad de asumirnos como intelectuales, en una u otra postura, y por ende la posibilidad de actuar en uno u otro sentido.

En coherencia con los principios y elementos planteados en este trabajo, diríamos que el intelectual orgánico, tiene mayor posibilidad de abogar por aquellos cambios necesarios, entre ellos iniciar la formación de una cultura de paz.

Entendiendo que lo anterior tendría muchas condicionantes, iniciando por la contradicción que subyace al hecho de estar insertos en una institución laboral asumida en una postura hegemónica con intelectuales tradicionales, por mencionar un ejemplo; aún así en la medida de lo posible vale la pena reconocer y poner en práctica los principios del Intelectual Orgánico, no solo en el contexto escolar, sino en nuestra familia y en cualquier espacio en el que nos desenvolvamos. Aunque para ello para ello tendremos que estar ampliamente informados de los problemas, asumir una serie de valore basados en el respeto a los Derechos Humanos, etc.

Quizá lo anterior parecería muy complejo, pero no imposible, proyectos de educación alternativos como la “Cátedra libre Paulo Freiré”, impulsada por compañeros y docentes de la Universidad Pedagógica Nacional, son un claro ejemplo de lo que se puede lograr; yo mismo siendo parte del proyecto en mi función de facilitador e investigador de este proceso formativo, me he percatado del giro que se puede dar a la educación bajo otras condiciones.

Entre los hallazgos por llamarlo de alguna manera, de mi trabajo de investigación al respecto, podemos ver que en tal proyecto existe una relación docente menos rígida, flexible, en la que existe disposición y afecto entre los actores del grupo y en la cual se rompe con la idea de que el docente lo sabe todo…en general si bien existe una disciplina escolar flexible, se tiene muy presente la idead del reconocimiento del otro (alumno).

Concluyo retomando la idea de algunos autores, los cuales mencionan que la educación va más allá del mero hecho de transmitir o reproducir conocimientos, sino que ésta debe asumir su papel de brindar una educación para la vida; y yo en este sentido asocio la educación con el lema de nuestra universidad “educar para transformar”.

BIBLIOGRAFÍA

-Teresa Yurèn y Carola Mick (2013) Educación y agencia, aproximaciones teóricas y análisis de dispositivos. México: Juan Pablos

-Jares, X. (1999) Educación para la paz su teoría y su práctica. España: Popular,