UN SIGLO DE DESARROLLO PAUSADO E INEQUITATIVO ECONOMIA COLOMBIANA

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Por ex) vale la pena contrastar los puntos de vista de dos destacados historiadores colombianos contemporåneos que han analizados

las dinensiones institucionales de nuestro desarrollo: Salom6n Kalmanovitz (véase especialmente Kalmanovitz, 2001, caps. 3 y 6) y

Eduxdo Posada Carbå (2006, especialmente caps. 3 y 4).

La visi6n de Kamanovitz es la que mås contrasta con Ia que se expone aqui. De hecho, su caracterizaci6n de las instituciones

colombianas es exactamente la opuesta, ya que las caracteriza como antiliberales y, mås aün, asocia el atraso colombiano a dicho

caricter antiliberal. La raiz del problema, a su juiciO, es la ausencia, no sölo en Colombia Sino en Latinoamérica, "de una revoluciön

democråtica que construyera las instituciones serias que requiere el capitalismo para podevse desarrollar adecuada y civilizadamente

en el hrgo plazo" (p. 109). Estas instituciones son ' 'la seguridad legal, los incentivos econömicos y las formas de participaciån social

requeridas para un desarrollo econ6mico sostenible y equitativo y para el logro de una sociedad capaz de enfrentar democråticamente

sus conflictos internos" (p. 84). La baja propensiön a tributar explica también, en su vision, la ausencia de un Estado capaz de proveer

10s bienes püblicos que son esenciales para dicho desarrollo.

Aunque hay muchas razones, quizås la rnås fundamental es, segün Kalmanovitz, la ausencia de "un Estado democrätico que

fuera instrumento de desarrollo econ6mico porque habia mucha servidumbre y desigualdad en la estructura social" (p. 86). E! carÆcter

antiliberal se reflcja, en particular, en la concesién de privilegios. El liberalismo, indica, "encuentra repugnante establecer concesiones

particulares que van contra el principio de la igualdad ciudadana y el de la igualdad de oportunidades" (p. 206), concesiones que en

nuestro pais han beneficiado tanto la clase dirigente (la protecciön o el credito dirigido) Como a algunos sectores laborales

(prestaciones sociales desmedidas). La violaciÖn del principio de igualdad de los ciudadanos es. en su concepciön, la manifestaci6n

esencial del modelo antiliberal. En tal sentido reconoce, sin embargo, que hubo avances hacia finales del siglo XX, en especial

revitali7Aci6n de la Vida local y los derechos sociales consagrados en la Constituciön de 1991, asi como, a rnås largo plazo, al hecho de

que "han desaparecido los agregados y aparceros serviles mientras que los trabajadores y la clase media han avanzado en sus niveles

de Vida y de dignidad" (p. 210).

A diferencia de Kalmanovitz la obra de Posada no se refiere directamente al desarrollo econ6mico. Estå dirigida, mås bien, a

contradecir a aquéllos que argumentan que la sociedad colombiana estå dominada por la violencia y la intolerancia. En contra de esaS

visiones, Posada plantea que Colombia se caracterim mås bien por la ' 'existencia limitada de poder, de manera persistente. desde los

inicios mismos de la repåblica" (p. 102), como resultado de la multiplicidad de focos regionales de poder, pero también del poder

estatal limitado y dividido que los fundadores de la repüblica imprimieron en el orden constitucional, inspirados precisamente en Ias

doctrinas liberales. "En efecto, las sucesivas constituciones que rigieron la Vida republicana, con la excepciön de los breves periodos

dictatoriales —que surnan en su conjunto alrededor de diez anos—, acogieron siempre esa concepciön liberal del poder, dividido y

limitado" (p. 1 10).

Elio se reneja. en su visi6n, en la ausencia de dictaduras, caudillos, movimientos populistas y regimenes militares, y "la

incorporaci6n tcmprana de sectores populares en las contiendas electorales; la permanencia —excepto en contadas ocasiones—del

rnccan1Mno electoral para formar gobicrnos•' (p. 206). En sintesis. la "existencia en Colombia de unos rasgos hist6ricos que nos

pcrrn.tcn hublar dc una cultura liberal y democråtica. con serios tropiezos e imperfecciones —claro estå—, pero tarnbién con

pcrststcntes manifestacvoncs a 10 largo de casi dos Siglos•• (p. 278).