Vida de estudiante Nosotros, el estudiante en la vida actual, la verdad es que no la tenemos tan fácil

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que si quieres hablar con tus amigos o no comes, o no vas al baño, porque no te alcanza el tiempo para todo, después llega el almuerzo y recuerdas que no hay una sencilla mesa en la que te puedas sentar para comer debidamente y que tendrás que comer en el piso, como siempre, te sientas y por fin tienes un tiempo para tus amigos, pero recuerdas la tarea que debes hacer así que ni tiempo tienes para comer en paz.

Al menos la mitad de lo que te dicen en el día es “haga silencio”, “le voy a mandar una boleta”, “siéntese bien”, “guarde ese teléfono” (cuando solo estabas viendo la hora –algunas veces–), “quítese los audífonos”, “los voy a separar” y muchas otras frases comunes que cualquier estudiante te puede mencionar. Así que la parte de “disfrute el colegio” está un 50% silenciada.

Cuando llega la salida debes correr o aguantar ir como una sardina porque todo el mundo quiere salir a la vez, y según la física actual, aún no puede haber dos cuerpos en un mismo espacio-tiempo.

En el momento en que llegas a tu casa lo primero que haces es quitarte el incómodo y caliente uniforme que el querido colegio escogió, porque al escogerlo nunca recordaron que tienes que andar más de 9 horas con eso puesto, y después te pones los audífonos porque no los pudiste usar en todo el día.

Cuando estás en tu casa, dejas el colegio “afuera” y te tocan las obligaciones de la casa y la mitad de la vida social que te quedó pendiente (mensajear con tus amigos cercanos lo más relevante del día y reír un poco), pero no puedes cumplir del todo con la última porque te dicen “deje el teléfono un rato en paz” como si uno lo hubiera podido si quiera tocar en todo el día.

Haces las tareas del colegio que tienes pendientes e intentas resolver un poco de los problemas emocionales que tienes, tal vez pensar un rato en la persona que te guste o reflexionar sobre un problema que haya en casa, y entonces te sientes más exhausto que nunca, física y mentalmente y solo deseas dormir, así que intentas relajarte y justo en ese momento te mandan un mensaje diciendo que si te puedes conectar a hacer el gigantesco proyecto que también tenías pendiente, entonces te sientas en una mesa bien incómodo a digitar y leer como si no hubiera mañana.

Al momento en que tienes un pequeño espacio libre en tu mente, notas que llevas 4 días en lo mismo, y que hace bastante que no haces algo que te guste, como leer, jugar Xbox o practicar un instrumento y celebras que por fin es viernes y podrás hacerlo… pero no dura mucho, porque al momento de intentar relajarte tu cuerpo te reclama y sientes todo el estrés de los trabajos y el dolor de cabeza y el cansancio de no haber dormido bien en toda la semana.

Y por favor, solo el hecho de ver que en tu horario lo único que cambian son las materias te hace sentir más cansado aún. Poniendo de otro lado que todos los profesores olvidan que tenemos bastante materias más y aun así quieren que demos el 100% de la capacidad en su materia.

Pero al fin y al cabo, lo que me impulsa a seguir todos los días, a levantarme temprano, a seguir aunque me estrese cuando no entiendo, a esforzarme, a dar mi mayor esfuerzo porque me han enseñado eso, sin el colegio y sin vivir esto no me prepararía nunca para la vida responsable. Mis profesores y mis padres me han enseñado que la vida nadie te la va a hacer bonita, que si quieres algo tienes que luchar por ello, que debes buscar lo que quieres y perseguirlo con el corazón, y si no lo logras es porque o no era para ti o no pusiste el alma en ello.

Así que, a quien me lea, cuando salgas del colegio, o si ya lo hiciste, por favor, no olvides lo que se siente o sentía al estar aquí, no digas que los estudiantes son unos vagos, porque también tienen sus problemas, aunque no se vean. Porque el estudio no es fácil, es como un trabajo, pero sin paga. Pienso que el estudio en realidad te prepara de muchas maneras para la vida adulta, al igual que la escuela para el colegio. La vida es una escalera que tiene altos y bajos, pero que siempre sube.

Y por favor, no juzguen, que la vida va por etapas. No presuman que ustedes son más porque sean mayores, todos pasamos por todas las etapas y vamos creciendo con ellas, paso a paso. No podemos esperar correr cuando apenas estamos gateando.

“No sabemos nada” pero sabemos lo que pensamos de las cosas, lo que sentimos.

Recuerden, recuerden que en la etapa adolescente se vive a flor de piel, a impulsos, porque se siente como si el mundo fuera nuestro, como si nada nos pudiera vencer nunca, y no lo olviden