LA SENDA DE UN GUERRERO LEGENDARIO
Enviado por mondoro • 14 de Enero de 2018 • 2.307 Palabras (10 Páginas) • 379 Visitas
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Al terminar estas palabras se desmayó, su amigo Ranthok se lo llevo a una cabaña cercana para cuidarlo, Nirthok por fin despertó, estaba tan asustado como una presa mientras escapa de su cazador, pero al ver que todo había pasado se tranquilizo y le dijo a Ranthok:
-¿Cuánto tiempo llevo dormido?
-Creo que cuatro horas pero hace una te levantaste per veo que no estabas consciente, ¿puedes contarme qué te pasó?
-Sé que sonara estúpido sabiendo que soy el hijo del jefe de este gran clan pero… tuve miedo, no quería morir allí, me paralice, siento haberte dejado solo luchando.
-No tienes nada de que preocuparte en mis primeras batallas me pasó lo mismo, solo tienes que aprender una cosa.
-¿Cuál?
-Tienes que decidir entre tu vida o la de tu enemigo, si no luchas cómo te recordarán.
-Está bien desde ahora seré ese guerrero legendario que todos quieren que sea.
Nirthok empezó a entrenar en compañía de su amigo en un bosque, allí habían pájaros, arboles altos, bajos, anchos, delgados, suelo verde y un río, su entrenamiento era arduo, constante y muchas veces hasta demasiado agotante Ranthok le enseño a escuchar con el tacto, a ver con los oídos. Después de un año entero entrenando fue ante su padre para decirle que estaba preparado pero su padre le dijo:
-Te falta mucho para ser un guerrero digno de reconocimiento, me deshonras.
-Pero llevo un año preparándome.
-No sirves para hacer absolutamente nada - dijo su padre airado.
-¡Te demostraré que te equivocas! – gritó Nirthok.
Tomo su caballo y se dirigió al campo de batalla. Estaba tan furioso que se podían ver llamas salir de sus ojos, mientas galopaba se encontró a un soldado enemigo y sin pensarlo dos veces sacó su espada para matarlo, no tuvo necesidad de bajarse del caballo para lograrlo así que siguió su camino.
Al llegar a la batalla observó que todavía no comenzaba, cada ejército estaba organizado de tal manera que parecían estar en un tablero de ajedrez, Nirthok se posicionó al frente de su ejército, él era el que los llevaría a la victoria, levantó su espada al cielo y gritó:
-Soldados, estamos destinados a grandes cosas, hoy dejaran de ser un simple hombre y se convertirán en verdaderos guerreros, sentirán miedo al verlos, los escucharán y correrán, cuando el frío Ártico de la hoja en sus espadas corte su cuello ustedes experimentaran la gloria, verán el frio en sus ojos, no sientan temor, hoy quedaremos en la historia, hoy seremos ¡GUERREROS LEGENDARIOS!, por Grenwulf.
-¡Por Grewulf! – gritó su ejército.
La batalla dio inicio, los guerreros eran excepcionales, invencibles, sus cuerpos eran de hierro, la hoja de la espada enemiga era como madera para ellos, Nirthok ya no tenía ni una gota de miedo dentro, su destreza era única, ganaba a todo aquel que se le enfrentaba pero mientras luchaba con un peón llegó el líder del ejército enemigo y le clavó una daga por la espalda, Nirthok cayó al suelo frío, no podían hacer nada para salvarlo, en sus ojos se veían gritos pidiendo ayuda, en el momento su tiempo se detuvo, imaginó aquello que pudo haber logrado dejando su orgullo a un lado, siguiendo el camino de la investigación de su pueblo, se vio como un gran hombre, sentado al lado del trono de su padre como un consejero de gran sabiduría, pero no fue así, volvió a la realidad solo le quedó aliento para decir lo siguiente:
-Díganle a mi padre que lamento haberle fallado, es cierto lo que él decía… no sirvo para nada.
Y murió, el resto de su ejército logro la victoria pero con un sabor amargo en sus bocas, no lo celebraron, ni siquiera sintieron que habían ganado, Grenwulf y Eanas lloraron a su hijo ya que no querían que él terminara así, pero ya era demasiado tarde para arrepentirse.
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Etopeya Subjetiva: poseía gran valentía, defendía a su clan por encima de todo, le encantaba ver un atardecer al lado de alguien y lo que más amaba era levantar su espada para luchar.
Etopeya Objetiva: (Eanas) era la única que lo escuchaba ya que era paciente, atenta, cariñosa.
Prosopografía Objetiva: Era alto, cabello largo negro, cejas pobladas, ojos color café, nariz delgada, barba abundante, espalda ancha, brazos largos, pecho marcado de cicatrices por el entrenamiento, piernas anchas y marcadas.
Prosopografía Subjetiva: Este chico era de baja estatura, cabello rubio tan amarillo como la luz del sol, ojos de cristal, nariz un poco puntiaguda, labios rajados como el desierto en sequía, en su cuello las venas se notaban demasiado, tenía el torso muy marcado y piernas bastante anchas,
Metáforas:
- ojos de cristal
- cuando el frío Ártico de la hoja en sus espadas
- sus cuerpos eran de hierro
- Estaba tan furioso que se podían ver llamas salir de sus ojos
- -Ésta es mi oportunidad para ser grande tanto como un dinosaurio
Sinestesias:
- en sus ojos se veían gritos pidiendo ayuda
- podía ver los gritos de los aldeanos
- le enseño a escuchar con el tacto
- a ver con los oídos
- saboreaba el dolor que ellos experimentaban
Comparaciones:
- cabello rubio tan amarillo como la luz del sol
- labios rajados como el desierto en sequía
- cada ejército estaba organizado de tal manera que parecían estar en un tablero de ajedrez
- la hoja de la espada enemiga era como madera para ellos
- estaba tan asustado como una presa mientras escapa de su cazador
Personaje
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