Caminando Huellas

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La solución aún la vivimos ahora: los arquitectos e ingenieros de CAPFCE crearon una estructura de acero de marcos rígidos, con columnas y vigas que no pesaban más de unos 50 kg para que un par de albañiles pudieran cargarles, y un sistema de machihembrado específico para que sólo se pudieran enlazar los elementos de una sola manera. La estructura tubular servía como ductería por dónde dirigir la red oculta de electricidad, con cables con recubrimiento de colores para facilitar su identificación e instalación. Éste era el esqueleto que daría soporte a muros y techumbre elaborados con materiales regionales. Las hubieron con muros de mármol, tabique rojo, adobe, techados con teja, bóvedas de tabique, pre-colados, colados directos, lámina de zinc (porque como las fábricas de hielo lo usaban, en los poblados creyeron que les iba a refrescar) e incluso de palma, al estilo palapa.

Como recordamos, el país sufría de alto analfabetismo, más lógico es entender que se adolecía de los suficientes profesionistas para la construcción. El sistema permitía que un maestro de obra u oficial albañil pudiera construir la escuela, sin necesidad de tener a un profesionista a su lado.

Los estados estaban acostumbrados a recibir el capital para realizar sus obras, por lo que hubo bastante renuencia a admitir que se les enviara en especie. De nuevo Tabasco fue la clave. En aquel entonces había entrado de gobernador Carlos A. Madrazo Becerra, amigo del joven arquitecto desde la universidad. Logró convencerlo de aceptar las primeras cien estructuras. Al ser el estado más pobre, lograría que los otros buscaran competir y así comenzaría la Revolución de la Infraestructura Educativa.

En la trienal de Milán en 1960 el tema era la Casa-Escuela Rural, el ya no tan joven arquitecto convenció a Torres Bodet de autorizar el recurso para asistir a competir. Una vez allá, la escuela mexicana se veía inferior a sus contrincantes: la inglesa, la nórdica y de otros países europeos con finos acabados o aplicaciones de alta tecnología. Cuando se dio el veredicto final decía: "La solución muestra una industrialización incipiente, es un tanto burda; pero aprovecha al máximo el grado de industrialización, gana México la medalla de oro”.

Aquel arquitecto se hizo aquí en INIFED, cuando aún era CAPFCE, y de ser un dibujante de planos llegó a ser director entre 1958 y 1964. En su carrera profesional diseñó el Estadio Azteca, el Congreso de la Unión, La Basílica de Guadalupe, centro de la espiritualidad de muchos mexicanos, y el resguardo más importante de nuestra historia: El Museo Nacional de Antropología e Historia... Su nombre: el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez (QEPD 16-ABRIL-2013).

Seguramente no es la única gran historia que ha surgido de este Instituto, pues existieron y aun hay muchos nombres que merecen una reseña, por formar parte de una escuela que hace escuelas...

Fuente:

Lannini Humberto (Compilador). Charlas de Pedro Ramírez Vázquez. Universidad Autónoma Metropolitana, Gernika, México, D.F. 1987