EL PERGAMINO DE DIOS.

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Una vez que reflexionamos cada uno de los ejemplos propuestos, no solo Luis, sino también el lector se llena de ánimos, de que todo es posible, que si queremos llegar a ser grandes, tenemos que actuar como personas grandes, es ahí donde entramos a la primera ley del triunfo “Mate al mediocre”.

Buscar realmente lo que se quiere hacer, plantearse objetivos los cuales servirán como motivación para superarse, no descansar hasta verlos cumplidos para así llegar a ser completamente felices. Aunque cabe recalcar que la felicidad absoluta no está en el hecho de cumplir una meta, se encuentra en la satisfacción de saber que algo propuesto se cumplió siguiendo el camino correcto y haciendo felices o satisfechos a quienes estuvieron en este proceso, claro está que siempre habrán personas que pretenderán encargarse de que ese objetivo no sea cumplido.

Personas así, sin un camino claro o sin motivación alguna son aquellas que nunca llegaran a hacer nada productivo por su vida, es decir no serán felices ni harán felices a alguien más, esta es la esencia de la vida sino para que vivirla.

Toda persona debe plantearse metas posibles, este libro enseña a valorarse y a saber que uno puede tener una vida digna siempre y cuando se lleve a cabo una planificación con constancia porque siempre al perseverar se alcanza lo propuesto.

Ser mediocre no es una opción toda persona tiene la capacidad de ser un triunfador solo debe decidirse.

Previo a esto se nos presenta por consiguiente la segunda ley la “Autovaloración” un ente principal para la superación personal, si una persona no se quiere a sí mismo no podrá si quiera plantearse metas posibles para su progreso, pues todo depende de sí mismo.

Todos tenemos cualidades ya sean positivas o negativas, somos mejores en ciertas situaciones, poseemos esa capacidad de transformar esta humanidad juntos por que con el aporte de cada uno es posible lograr muchas cosas, gracias a Dios no somos iguales.

El autoestima es “El orgullo de ser uno mismo”, amarse a sí mismo tal y como se es, corregir los errores para ser cada vez mejor y poder estar aún más orgulloso. Como por ejemplo en el caso de Xavier hijo de Luis quien al leer el libro se dio cuenta que un verdadero maestro como su padre no enseña con palabras sino a base de ejemplos.

Una verdadera autovaloración está dada cuando nosotros las personas cumplimos una serie de requisitos, nos aceptamos a nosotros mismos tal cual y como somos con nuestras virtudes y nuestros defectos, valorándonos y a la vez amarnos a nosotros mismos a pesar de todas las cosas.

Como tercera ley se encuentra “La visión” “los soñadores son ángeles con pies en la tierra y ojos en las estrellas”. (Alarcón)

Se necesita de la visión para poder plantearse objetivos concretos, posibles, que con esfuerzo serán cumplidos y muy bien recompensados, para esto se necesita también coraje y disciplina. Muchas veces existirán personas que no creen fielmente en los innovadores, pero son ellos quienes con su creatividad, motivación, piensan en lograr una mejor humanidad.

Retroceder no es una opción para quien tiene una visión clara, solo mira hacia delante, siempre en busca del cumplimiento de sus objetivos

“Pon fuego en tu corazón” el autor se rige en esta cuarta ley como aquello que dirige y genera el éxito, aquello que se hace y a la vez se ama, como al principio del relato se menciona un ejemplo “Aquel que trabaja en lo que no ama, obtendrá un PhD, en mediocridad superior” (Alarcón), por eso es esencial saber tomar decisiones en la vida, por lo general muchas personas no hacen lo que realmente aman, se rigen a otros campos, se dejan dominar por la ambición, el dinero los arrastra hasta otras dimensiones, por consiguiente no logran ser unos verdaderos triunfadores.

Cada persona tiene un don, siempre nos destacamos en cualquier ámbito, pues podemos guiarnos en base a lo que mejor sabemos hacer y buscar nuestra auténtica vocación, está solo en uno mismo si deseamos obtener o no la felicidad.

“Valor” es la quinta ley de triunfo, no debemos temer a nada, pues este nos pone en una situación de duda, desconfianza de nosotros mismos, nos paraliza. Los puntos donde la actividad ha decaído, han sido justamente, donde el miedo ha ganado la batalla. El problema no es tener miedo, el problema es que el miedo nos tenga a nosotros. El miedo ha posibilitado que el hombre logre mantenerse en la historia, porque genera prudencia e impele a buscar elementos de seguridad. Cuando el miedo logra el control de la vida, nos hace menos persona. Cuando el miedo se desboca, produce el pecado más común de la historia, el pecado de omisión, es decir, saber qué debemos hacer y como quiera no hacerlo. Se disfraza de prudencia cuando no tiene las agallas de enfrentar el reto.

La sexta ley es el “servicio”. Si queremos ser líderes, debemos ponernos a vivir desde ya. Debemos detectar problemas y ayudar a resolverlos. Debemos ser líderes, agentes de cambio. Debemos ayudar sinceramente a los demás a obtener lo que ellos quieren. El servicio esta intrínsecamente relacionado con la visión, con nuestra vocación de la vida. La calidad total tiene cinco características importantes, excelente producto, entrega a tiempo, precio razonable, excelente servicio, buen servicio de postventa. Un buen servicio es la clave para sobrevivir en el mercado. El servicio es una estrategia para obtener rentabilidad. Es un principio básico de todo ser humano o entidad que quiera realizarse, que desee llegar a su máxima plenitud.

Como última ley tenemos la “honestidad”. Esta ley es fundamental. Debemos empezar a graduar verdaderos seres humanos. Inaugurar una nueva cultura de ética y dignidad. Los principios no se negocian, la dignidad y la honestidad están por encima de cualquier transacción para un auténtico ser humano. Necesitamos personas diferentes que naveguen contra la corriente de mentira, corrupción y deshonestidad lo que actualmente impera en nuestros países. Personas que no se dejen sobornar por dólares. Necesitamos personas que hagan de la honestidad como uno de sus valores fundamentales, necesitamos fomentar el cambio, un cambio para bien, que se transparente, solo así podremos trascender a ser personas de éxito y a las ves con triunfo.

Conclusión

La realización personal de una persona está encaminada según sus convicciones y sus objetivos. En este libro, se presenta una manera práctica por la cuales se puede aprender a guiarlos. La vida no es simplemente