(La Naranja Mecánica)

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Considerando las técnicas que anulan la voluntad, ¿puede el Estado eximirse de responsabilidad por haber prestado su consentimiento un reo? El Estado, a través de sus leyes, debe garantizar y proteger la vida humana. Todas aquellas situaciones que atenten la salud física o mental de un individuo, voluntaria o involuntariamente, atentan directamente contra la vida humana y deben ser sancionadas, sin hacer distinción de su condición de privación o no de libertad. El Estado no puede eximirse de este deber, el mandato de la constitución es irrenunciable, el Estado se debe a los ciudadanos, debe responder ante ellos velando por sus derechos. Sus consideraciones y razones ideológicas guían el cumplimiento de estas responsabilidades.

En la película las autoridades visitan a Alex DeLarge durante su tratamiento y se maravillan de sus avances, sin hacerse responsables del costo mental y físico que ello significaba y sin considerar la vulneración de sus derechos como ser humano, aun cuando él había dado su consentimiento. Se eximen de su responsabilidad como autoridades que deben velar en primera instancia por el respeto y reconocimiento de los derechos de sus ciudadanos.

El Estado debe hacerse responsable frente a la definición de las políticas públicas de salud mental que afectan a todos los ciudadanos, entonces ¿Es posible hablar de la existencia de un Estado de Derecho si los sujetos se encuentran imposibilitados para ejercer los derechos que se les reconocen? Su responsabilidad y poder se encuentra limitado por el derecho, en el cual debe velar por la libertad de todos los individuos que viven bajo su tutela. Libertad de optar por un tratamiento que ayudará a modificar una conducta que atenta al bienestar común, el cual es conocido por todos y resguarda ante todo el bienestar mental y físico de cada individuo, que protege su identidad y está regulado por la ley.

Como se observa en la película el protagonista opta, voluntariamente, por el tratamiento sin que ninguna entidad médica o representante del Estado, resguarde su integridad física y mental, pasando de victimario a víctima, siendo sus derechos violentados, es más el Estado avala el procedimiento y lo justifica, ocultando a la sociedad el tipo de tratamiento aplicado, imposibilitando a Delarge ejercer sus derechos, usándolo como imagen de un sistema que es capaz de provocar cambios profundos en las conductas desviadas y transformar a estos sujetos violentos en ciudadanos pacíficos.

¿Este es el tipo de Estado que protege, dignifica y enaltece los derechos humanos y promueve la vida? Definitivamente no.