Mala Pesca

...

Las grandes industrias en su afán de seguir explotando todo aquel recurso marítimo posible para su comercialización y aumento de capital han hecho un negocio, en el cual los únicos beneficiados han sido ellos mismos. Se preguntarán ¿De qué forma un pescador artesanal puede extraer una mayor cantidad de especies del mar, si no tiene ni cuenta con los recursos y herramientas con las que sí cuentan las grandes industrias pesqueras?, fácil, éstas los proveen de flotas y barcos para que puedan salir al mar y recolectar por ellos a cambio de una paga por las materia prima recogida, aunque el precio lo designa quien paga.

Viéndolo así, ¿Cómo no van a explotar más los pescadores artesanales? De ésta forma, las industrias no sólo agotan sus cuotas de pescas- que por cierto no son pequeñas- sino que también utilizan las disponibles para la actividad independiente y artesanal.

Ante todas estas condicionantes y evidentes injusticias nos preguntamos ¿Y el Estado dónde está? O ¿Dónde está el apoyo al desarrollo de la actividad Artesanal?, simple y evidente punto que hacen ver los mismos pesqueros, asumidos con que “Pescar ya no deja, no es rentable, ya no hay peces”. Crudo pero cierto, como menciona Lester Chávez, Ingeniero en acuicultura y pesca; “El gobierno de turno busca “colonizar” al pescador artesanal, elaborando políticas de desarrollo centralistas basadas en un emprendimiento individual, en ningún momento fomentando a las sociedades entre pescadores, incentivando a una competencia entre éstos, dando origen a un factor crítico dentro del crecimiento del pescador, haciendo que éste sea dependiente del Estado “

Dato extra es el hecho de pescadores que se ven privados de trabajar en la pesca, por motivos legales (Sernapesca) éstos deben estar registrados en los recursos y actualmente no hay recursos disponibles, lo cual los imposibilita ante alguna chance de salir al mar.

Por último, es evidente la desigualdad de condiciones de pescas entre el sector industrial y artesanal, dado el hecho de la inexistencia de límites geográficos para los primeros (industrial), habiendo casos de flotas marinas de Valparaíso pescando en la Décima región.

2.3. Nutrición y dieta alimenticia.

Como punto culmine de éste documental, hace encapié al impacto que ha tenido ésta sobrexplotación de especies marítimas, específicamente en la ausencia de pescado en la dieta del chileno.

No es novedad saber que lo poco y nada de peces y especies marinas, en su mayoría son recolectados y procesados para su exportación, quedando sólo un bajo porcentaje para el consumo Nacional.

Datos estadísticos reflejan que para la producción de una tonelada de carne se necesitan 4 toneladas de harina de pescado, así mismo para la producción de una tonelada de salmón se requiere 7,2 toneladas de pesca silvestre.

Actualmente en nuestro país el consumo de pescado no va más allá de una vez al mes o cada 15 días, siendo que lo recomendable es una o dos veces por semana.

3. Conclusión

¿Por qué nuestra costa es tan rica en biodiversidad?, ¿Cómo hicieron sus imperios, las familias que hoy controlan la pesca?, ¿Dónde está el Estado?, ¿Quién Fiscaliza tanta irregularidad y evasión por parte de las grandes industrias pesqueras?

Éstas son algunas de las preguntas que se nos vienen a la mente a la hora de ver éste documental. Mala pesca sin duda nos hace un llamado, nos muestra la voz de aquel pescador que ve cómo su fuente de trabajo se ve destruida por un monopolio injusto y una desigualdad legal y social, además ver cómo año tras año los caudales de las diversas especies existentes en nuestras costas se ven extinguidas por las irracionales industrias en su afán capitalista de desarrollo.

4. Bibliografía

- Documental Mala Pesca : https://www.youtube.com/watch?v=5LaQsAYkxQ0

- Noticia Documental Mala Pesca: http://praxislibertaria.wordpress.com/2012/10/18/chile-mala-pesca-la-depredacion-pesquera-en-chile-documental-completo/

- Noticia en relación a la nueva Ley de pesca:

http://radio.uchile.cl/2014/01/23/pescadores-artesanales-que-vamos-a-perder-si-ese-mar-no-lo-explotan-los-chilenos