El inicio del cinematógrafo

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Ya a principios del siglo XX, el desarrollo del cine se dio de la mano de empresarios de circo y vendedores ambulantes quienes alquilaban salas con muebles baratos y proyectaban películas con equipos de segunda. A este espectáculo montado se llamó nickelodeon por la moneda de níquel de cinco centavos que costaba la entrada. Estas salas se multiplicaron por todo Estados Unidos. Era la primera vez que una actividad comercial de tan bajo precio resultaba lucrativa.

Se estaba descubriendo la importancia de la cantidad de público a la hora de hacer negocio del espectáculo.

La aceptación del público trajo consigo ciertas exigencias. Fue así como pronto aparecieron las primeras películas con argumento (por ejemplo, en 1903 “El gran robo al tren”, de varios minutos de duración). Más tarde, cuando la ilusión del movimiento ya no alcanzaba para entretener, la gente comenzó a demandar películas más extensas y de contenido más interesante. Estas exigencias hicieron que la actividad cinematográficas y los exhibidores comenzaron a preocuparse por cómo podían librarse de la imagen sórdida que había creado el medio. Esta imagen se debía principalmente al público que asistía a estas exhibiciones. En general, este público estaba formado por personas de los sectores más pobres: llegados de todas partes de Europa los que (muchas veces sin saber el idioma) encontraban en las películas un paliativo a su precaria situación.

Lentamente las películas se hicieron cada vez más largas y se incluyeron temas clásicos de la literatura. La narrativa cinematográfica encontró un espacio de expresión propio a través de los distintos géneros (el melodrama, la comedia, el western, etc.) y las series que explotaban el interés de la continuidad. Los cines se remodelaron y se convirtieron en salones espaciosos y confortables, muchas veces lujosamente decorados. También aparecieron las primeras “estrellas”, que eran adoradas por los fanáticos y seguidores. El sistema de Hollywood estaba en marcha.

Época de la primera guerra mundial:

Durante la primera guerra mundial se interrumpió la producción cinematográfica europea, pero no así la norteamericana. La gente seguía queriendo ir al cine, más aun estando en guerra. La demanda de las películas fue muy grande. El sistema del cine mudo facilitaba su exportación. En este periodo, las películas tenías subtítulos escritos que podían ser fácilmente traducidos a cualquier idioma. El aspecto central de la película no era tanto lo que se decía sino las actuaciones, los gestos de los artistas en la pantalla.

La primera guerra no solo dio un gran impulso a la difusión del cine; también puso en discusión una función que hasta el momento no se había considerado: la persuasión. Durante el desarrollo del conflicto bélico cine fue utilizado como una de las formas de convencer a la población de la justicia y de la necesidad de la guerra. También se la utilizó como un instrumento para afianzar el patriotismo.

El cine sonoro

Imagen y sonido se reunieron por primera vez a finales de los años 20. El uso del sonido, como medio automático para complementar las imágenes visuales y convertirlas en una especie de negocio teatral, afectó la carrera de la evolución cinematográfica.

El desarrollo del cine mudo había mostrado en muchas de sus grandes obras la necesidad del sonido para transmitir una atmosfera o sentimientos que no se comunicaban ni a través de los subtítulos ni de la fotografía.

Los productores de cine practicaban un arte que requería de un equipo mecánico complicado; tenían buenas razones para temer que un mecanismo mucho más costoso de registro de sonido no solo aumentaría las inversiones de capital necesarias dentro de la producción sino que también multiplicaría las dificultades del artista en relación con su independencia y su libertad creadora.

Los negociantes quisieron explorar el invento como una novedad sensacional y después, cuando se demostró su popularidad, lo utilizaron como medio para narrar una historia. La conversación reemplazo a la acción pictórica y se utilizó sin restricciones. El cambio hacia las películas sonoras no solo elevó los costos de producción por las bandas de sonido y los equipos técnicos. También hubo que entrenar nuevos empleados, incluso a los actores. Se desarrollaron nuevas formas de actuación, menos exageradas. Se modificó también la estructura narrativa del film, asociando banda sonora con imagen. En los primeros filmes de este tipo, la banda sonora reforzaba lo que presenta la imagen. Con el tiempo esto fue cambiando y muchas veces el sonido no guardaba relación con la imagen (por ejemplo, la imagen mostraba alguien caminando tranquilamente por la calle y de fondo se escuchaban gritos), o desmentía lo que sucedía en la pantalla (por ejemplo, alguien que decía: “están todos dormidos”, mientras se escuchaban voces de personas que estaban conversando).

El cine sonoro también amplio las posibilidades temáticas. Fue posible transformar las obras de teatro y las novelas más conocidas para llevarlas al cine. Permitió asimismo la irrupción del music-hall, que brindaba un mundo de fantasía irreal pero muy profesional y de alto nivel.

La influencia del cine norteamericano impuso en otras partes del mundo. Las palabras, habladas o cantadas, acompañadas por música y sonidos imitativos invadieron las pantallas del mundo entero. Los años veinte y los años de la gran depresión se expresaron en esas películas en forma ambivalente, con producciones que iban desde dramas sociales hasta frívolas comedias musicales.

El cine de masas y el cine como industria

Para ese momento, el cine era hábito dentro de la rutina semanal de las familias norteamericanas. El cine se había transformado rápidamente en un medio de masas cuyo reino duro hasta la aparición de la televisión en la década de los 40.

Como medio de masas el cine debió elaborar una narración que tuviera en cuenta sus posibilidades específicas, hábitos intelectuales y estéticos de su público y el marco económico en que se inscribía.

Como industria (fue la primera industria cultural del siglo XX) el cine articulo una estructura de producción, de distribución y de consumo que implico pasar de una fase inicial de pequeña empresa, a pequeña escala, a la formación de monopolios a gran escala. Estos monopolios aseguraron su posición, estableciendo una estructura integrada que cubría todos los sectores de la producción y de la distribución. Por otra parte,