IMPORTANCIA TIENE LA MÚSICA DENTRO DEL CONTEXTO SOCIAL

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La música vista como práctica colectiva sirve en gran manera a la sociedad porque contribuye a la convivencia. El hecho de hacer música en forma grupal, permite a sus integrantes desarrollarse íntegramente en comunidad, a aceptar a quienes hacen parte del grupo. Imprimen responsabilidad en sus miembros porque el éxito de la agrupación llámese orquesta, banda, grupo, etc., depende del compromiso de cada uno de quienes lo conforman. La música nos sume en un estar cautivados, inmersos en la pasión de lo musical, en un tiempo detenido y un espacio suspendido que nos lleva al reencuentro con el otro en el hacer compartido. La labor junto a sus iguales le da la oportunidad al niño, al joven, al adulto, de verificar la enseñanza que está recibiendo y de encontrar estímulos para seguir adelante en el fortalecimiento de la autoestima y del compromiso derivado de sentirse parte de un grupo para el que es importante y hasta imprescindible, aunque no insustituible.

La música como práctica cultural también lleva intrínseca el objetivo de formar, de crear y fortalecer el conocimiento ya que ofrece espacios para quienes tienen habilidades en el ámbito musical y no han tenido la posibilidad de desarrollarlas por falta de recursos para acceder a un centro de formación musical. La práctica musical vista desde la realización de diferentes festivales en los Llanos Orientales Colombianos, ha servido de escalera a los grandes exponentes que hoy tiene el folclor llanero porque les ha permito darse a conocer en los diferentes escenarios, permitiendo así continuar día por día fortaleciendo la música llanera y rescatando algunos ritmos que con el pasar del tiempo han tendido a desaparecer porque no se ha contado con el respaldo necesario por parte de las entidades responsables de su promoción.

Tomando como base lo dicho y llevándolo a lo expuesto en el proyecto de grado existe una gran coherencia en lo que allí se plantea en el sentido, que lo se busca es poder llegar a rescatar algunos ritmos del folclor llanera que han quedado marginados por falta de oportunidad para su enseñanza y práctica. El crear una cartilla didáctica que le permite al niño, al joven, al adulto e incluso al anciano tener una herramienta básica para poder practicar desde el lugar que mejor le convenga, es un avance importante en el rescate de esta actividad musical que para la región es su identidad y que requiere de atención para continuar sonando no sólo en los llanos colombo – venezolanos sino a nivel mundial pero con mayor atención.

Así las cosas, respondiendo al interrogante que se planteó, la música como práctica colectiva y cultural es de gran apoyo para la recuperación de una sociedad que se encuentra tan deteriorada por los diferentes factores sociales que deterioran principalmente a los jóvenes, en quiénes hay que hacer mayor énfasis para rescatarlos de los malos ambientes que en ellos se han creado y para no permitir que más de ellos también lleguen a esos espacios de perdición y mala vida que en nada ayudan a la sociedad y que por el contrario contribuyen a que haya más miseria, pobreza y violencia. En un tiempo de cruel abandono de la hospitalidad, como el actual, que se manifiesta fundamentalmente, en la falta de acogida del otro, el ser humano busca espacios hospitalarios, espacios de encuentro con otro sabiéndolo diferente, un otro distinto pero generoso; ese otro que perfora y contamina la singularidad y que mejor espacio que a través de la música.

A partir de lo citado es posible concluir que la música, nos pasa, nos transforma, nos conmueve, por lo tanto es experiencia humana, es una constante en nuestra vida tanto para el que la interpreta como para quien la recibe o escucha. Desde allí se propone nuevas metas en un camino diseñado como proyecto, promueve el desarrollo humano compartido, con otros, en un nuevo nosotros, en consecuencia, reconstruye y consolida un lazo que une sin atar, un lazo social debilitado, y por momentos, olvidado, que se reconstituye en el hacer y sentir compartidos. “Es la música, hija de las Musas, constitutiva de lo humano, la que aporta sentidos artísticos y sociales particulares cuando se constituye en prácticas colectivas.” La práctica musical colectiva y desde luego la práctica musical cultural se constituyen en modelo de sociedad y en consecuencia en terreno propicio para el ejercicio de sanos valores y desde mi proyecto de grado busco contribuir para que se fortalezcan.