Las similitudes y comparaciones entre “El bebé de Rosemary” (1698) y “La novena puerta” (1999)

...

de la resignación. En la última escena de "El bebe de Rosemary" podemos interpretar que ella acepta a la criatura a pesar de todo lo sucedido ya que el amor de una madre es más fuerte.

En "La Novena Puerta", una vez que Corso consigue la última pieza faltante, se dirige al castillo donde acepta ser el elegido del diablo -cuando tuvo la opción de sólo terminar con el trabajo y seguir con su vida normalmente-, sellando una especie de acuerdo con él a través del beso y acto sexual con “la chica rubia misteriosa”, para nuestro entender la encarnación del mismo diablo. Corso traspasa la última puerta, entendiéndose como la entrada al mundo de los infiernos y se hace la luz.

Algo que llamó sumamente nuestra atención es que ambas películas se cuentan desde el punto de vista de los protagonistas. Por ende el espectador vive las mismas emociones que ellos y cuentan con exactamente la misma información; en ningún momento sabemos más que ellos. De esta manera Polanski logra crear una incertidumbre que dura hasta el final.

Esto nos lleva a hacer hincapié en "El bebé de Rosemary". Como la película se lleva a cabo desde la percepción de Rosemary, no hay certeza de saber si lo que se nos presenta es real o simplemente producto de la imaginación de la protagonista ya que no contamos con otro punto de vista. Queda en el espectador hacer una interpretación de ello.

Muertes misteriosas surgen en torno a estos personajes. En el caso de “El bebe de Rosemary”, Terri, la chica con la que primero hace “amistad” en el edificio, se suicida y el único amigo que realmente se preocupaba por Rosemary, Edward Hutchins, muere luego de entrar sorpresivamente en coma. Mientras que en “La Novena Puerta” irán muriendo todas las personas que Corso visita en su búsqueda de la verdad sobre el libro. Pareciera como si ellos fueron los causantes de que ocurran estas horribles situaciones, que la sombra del mal los siguiese a donde vayan.

A través de los personajes secundarios, Polanski busca mostrar que la gente de la alta sociedad, aquellos con un nivel socioeconómico elevado son los que tienen directa relación con el satanismo y son los que poseen poder sobre el resto.

Sin embargo, las reuniones de adoración al diablo y/o la idea de secta se reflejan de distinta manera. En “la novena puerta”, la escena de la secta es excéntrica y exagerada; se desarrolla en un castillo con una gran masa de gente vestida de negro pero se termina exponiendo la farsa detrás de ella; donde adorar a “Lucifer” no era el propósito principal sino era una simple excusa para llevar a cabo actos sexuales. Mientras que en “El bebé de Rosemary”, la única reunión que podemos contemplar al final de la película, se representa a un nivel más mundano donde los abuelos se juntan en un departamento como si fuera algo corriente.

Otra similitud a destacar es que los acompañantes de los personajes principales, “la chica misteriosa” de La Novena Puerta y el esposo de Rosemary, saben el destino de los protagonistas; desde un comienzo tienen en claro lo que ellos están viviendo pero en ningún momento lo expresan.