Oh-Daesu y el Dr. Ledgard: Historia desde el punto de vista del villano

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fue destrozada a raíz del suicidio de su hija Norma luego de un intento de violación por un joven calenturiento llamado Vicente. Años después del suceso vemos al doctor vivir con una joven de nombre Vera que parece tener alguna relación sentimental con el doctor, pero a la vez es prisionera de él en su hogar.

Almodóvar teje una historia que a medida que se desenvuelve nos relata los motivos que el doctor descubrió hace muchos años que Vicente fue el responsable del trauma que llevó al suicidio a Norma, por lo que decidió vengarse secuestrando a Vicente y practicándole una cirugía de cambio de sexo. Luego de esto y de muchos años de terapias para que Vicente adquiriera un físico de mujer se transformó finalmente en Vera.

Una sensación extraña se apodera del público. Además del shock del descubrimiento de las dos personalidades de Vera se ha creado un lazo entre el espectador y Vera, parece que su crimen no fue suficientemente grave como para las consecuencias del mismo. La película luego nos cuenta todas las vejaciones que tuvo que pasar Vicente para convertirse en Vera. Esto acerca más a la audiencia a Vera como una víctima que a una villana que debía pagar por el suicidio de Norma. Eso hace pasar a Robert de protagonista a villano, pues si bien Vicente fue uno de los tantos causantes de las desgracias más grandes de su vida, la manera en que toma venganza rompe con nuestros pensamientos más extremos de lo que seriamos capaces de hacer por venganza.

Luego está el hecho de que a través de la película, Vera utiliza su encanto femenino para ganarse la confianza de Robert. Él posteriormente siente una genuina atracción por Vera, a pesar de saber la verdad de que fue un hombre. Nos plantea la cuestión de ¿Qué tan importante puede ser pera una persona, relacionarse con alguien que cambió de sexo? Aun para una sociedad occidental y moderna como la nuestra es una pregunta difícil de contestar, toca profundamente nuestra concepción de género y de amor erótico, es una sensación que puede producir en algunos, asco e inseguridad.

Así mismo nos plantea que nos cuestionemos nuestra definición de identidad. A través del yoga Vera se plantea que aunque su sexo, apariencia y personalidad han cambiado, aun así posee en su ser cosas que la hacen Vicente. Sus recuerdos, su familia, sus valores siguen siendo los mismos.

En conclusión vemos que la venganza como argumento principal de una historia trae consigo una interpretación, tanto de quienes son los verdaderos héroes de la historia como los argumentos morales para justificar el acto de venganza. La venganza es moralmente mala desde un punto de vista objetivo porque se puede calificar como un crimen igual o más grande que el que se ha cometido al ofendido, o porque la venganza es un acto personal para satisfacer nuestra necesidad de justicia que sobrepasa las convenciones de la misma. Pero el cine explora esa faceta tan humana como lo es nuestra creencia interior a nuestro derecho de retribución, que una falta a nuestra persona puede ser tan grave que somos capaces de dejar atrás a nuestra vida para convertirnos en un monstruo sediento de venganza. Pero que dicha decisión tiene un precio, que es no poder recuperar tu vida anterior a la venganza. Tanto para ofensores como ofendidos la venganza trae consigo consecuencias a nivel personal que nos hacen cambiar nuestra concepción de valores y principios.