“Biología y conservación de los loros, pericos y guacamayos de panamá”. Jessica Eberhard.
Enviado por Ensa05 • 5 de Abril de 2018 • 1.996 Palabras (8 Páginas) • 504 Visitas
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Una vez formada la pareja ya no se separan. Si en su zona los sitios de anidación son escasos, las parejas pueden expulsar o matar a los ocupantes de los nidos ya establecidos.7 Anidan cada dos años entre agosto y enero, cavan agujeros en los troncos de los árboles y palmeras y la hembra generalmente pone dos o tres huevos. La hembra incuba los huevos durante unos 28 días y los polluelos abandonan el nido en aproximadamente 90 días después de la eclosión. El macho alimenta a la hembra durante este período y protege el nido de los intrusos. Un estudio realizado en el Parque Nacional de las Emas en dieciocho nidos de control, indicó una tasa de natalidad del 72 %. Los polluelos nacen sin plumas y ciegos y son alimentados por ambos padres con frutos y semillas regurgitados, permaneciendo en el nido durante tres meses. Incluso después las crías permanecen con los padres un máximo de un año y alcanzan la madurez sexual solo después de tres o cuatro años.
Son animales que se crían bien en cautividad; desde 1935 se reproducen en condiciones artificiales con relativa facilidad, no teniendo una época de cría definida, pudiendo reproducirse a lo largo de todo el año, pero con especial intensidad en la primavera tardía. Son muy buenas mascotas, con buena capacidad para imitar la voz humana, pero requieren un mínimo de atención diaria de sus dueños o serán propensos a deprimirse y quitarse las plumas. Necesitan grandes jaulas, donde puedan abrir las alas, así como juguetes y sitio para ejercitarse. Estos aspectos son comunes en prácticamente todos los loros.
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Conclusión
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Al igual que muchos otros animales y plantas, los loros se encuentran amenazados por la destrucción de su hábitat natural. Ellos dependen del bosque para alimentarse y son muchas las especies que necesitan árboles con huecos para reproducirse.
La familia Psittacidae tiene más especies amenazadas con extinción que cualquier otra familia de aves. En Latinoamérica y el caribe 44 especies (31% del total), están en peligro de extinción.
A la amenaza de la destrucción de la selva se suma el tráfico de mascotas, mortíferas combinación que están reduciendo severamente las poblaciones de loros en el mundo.
El saqueo de nidos para suplir de mercado es frecuente e intenso y esto impide la entrada de loros más jóvenes para fortalecer a las poblaciones silvestres. En las calles de todas las ciudades de panamá y en el campo, se encuentran muchos vendedores ambulantes ofreciendo estos animales extraídos de los nidos del bosque.
Después del tráfico ilegal de drogas y armas, el tráfico de loros como mascotas se encuentra entre las actividades ilegales que mueven más dinero en el mundo. Existen leyes, acuerdos nacionales e internacionales para limitar este comercio.
En 1986, panamá prohíbe la caza, compra y venta y cualquier actividad comercial que involucrara la fauna silvestre. Recientemente la ANAM ha implementado la regulación de programas de crias en cautiverio con fines comerciales, y los loros se encuentran entre las especies criadas de esta forma. Un objetivo de este programa es suplir el mercado de mascotas sin tener que saquear nidos ni reducir las poblaciones silvestres de especies amenazadas.
Cualquier persona que haya tenido la oportunidad de observar loros en su hábitat natural, en el zoológico, o incluso que los haya conocido en cautiverio, se habrá dado cuenta que son animales excepcionalmente inteligentes, sociables y hermosos. Apenas estamos comenzando a estudiar y conocer su comportamiento, su vida social y sus interacciones con las plantas y animales de su medio. Merecen una vida en libertad bajo nuestra protección, y espero que nosotros, y nuestros hijos también podamos seguir admirándolos en su medio natural.
Es importante conocer un poco más acerca de nuestra fauna silvestre, sus características físicas, hábitos y comportamientos para entender como interactúa en un ecosistema y emprender acciones para su protección y conservación. Debemos proteger los hábitats donde viven, se reproducen, alimentan y duermen los animales silvestres, de otra forma no será posible su supervivencia.
En trabajos de introducción intencional de especies así sean con fines de control biológico, se deben realizar evaluaciones anticipadas teniendo en cuenta el impacto sobre la biodiversidad.
No compremos en Semana Santa ramos hechos con la palma de cera que es el refugio y el alimento del loro orejiamarillo y hace parte del bosque subandino.
Se debe denunciar la posesión y venta de animales silvestres ante las autoridades ambientales, pues generalmente muchos de éstos mueren en condiciones lamentables de cautiverio y alimentación.
No compremos animales silvestres para tenerlos como mascotas, su tenencia nos puede acarrear enfermedades y/o agresiones indeseables; mientras que en ellos se genera estrés por encierro, enfermedades y hasta la muerte. La fauna silvestre no puede convivir de forma óptima con los humanos y es mejor tener perros, gatos y otros animales domésticos que por evolución sí pueden compartir mucho con nosotros.
Se pueden conocer las necesidades y mejorar el nivel de vida proponiendo alternativas viables para las comunidades que comparten su hábitat con la fauna silvestre, pues en muchos casos éstas hacen un uso excesivo de este recurso que propende por la disminución de las poblaciones animales.
Fomentar la investigación científica de especies de fauna silvestre y de ser posible, realizar seguimiento. Realizar censos de población de las especies amenazadas en zonas aun inexploradas podría permitir aumentar las poblaciones y dedicar una mayor atención para su conservación y manejo..
El fomento del ecoturismo a través de la destinación de fondos, ayuda a promover también la investigación de la biología y poblaciones de las especies silvestres amenazadas y de otras que conviven en su mismo hábitat.
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