Cuestionario de María Verónica.
Enviado por tolero • 17 de Febrero de 2018 • 2.466 Palabras (10 Páginas) • 292 Visitas
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2) La primacía de la ciudad:
El estado es siempre anterior a la familia y a cada individuo en particular, porque el todo esta siempre por encima de las partes, y una vez que es destruido este, ya no hay partes, porque solas carecerían de función alguna.
3) Método Aristotélico: Se convencerá quien examine la cuestión siguiendo el método analítico, es necesario dividir lo compuesto hasta llegar a elementos enteramente simples, por ser las partes mismas del todo, lo mismo al examinar la ciudad en sus elementos componentes apreciamos mejor en que difieren los unos de los otros, y veremos si es posible reunir esos conocimientos aislados para formar un arte.
4) El hombre como animal político:
Hay, por efecto natural y para la conservación de las especies, un ser que manda y otro que obedece, el que por su inteligencia es capaz de previsión, ese tiene naturalmente la autoridad y el mando.
5) Razón.
R: Porque entre todos los animales ningún otro posee el don de la palabra mas que el hombre y la inteligencia para comprender lo que es útil y perjudicial. ( relacionalo con el concepto de introducción)
6) La autosuficiencia de la ciudad:
R: La asociación de varias aldeas o poblados constituye por lo tanto una ciudad perfecta, poseyendo todos los medios de bastarse a si misma y habiendo alcanzado, por decirlo así, el fin para que fue formada.
7) Carácter natural de la ciudad:
R: Nacio de la necesidad de vivir y existe para vivir dichosa. La ciudad por lo mismo esta en la naturaleza, pues ella formo las asociaciones primitivas: La naturaleza es el verdadero fin de todas las cosas.
4 La justicia. La justicia y el poder. La justicia y la democracia y el relativismo democrático.
Dotado de libre albedrío, el ser humano busca realizar su bien. En esa búsqueda del bien propio entran en juego las tendencias inscritas en nuestro ser.
- Los impulsos: nos empujan hacia objetivos concretos, ligados a nuestra condición corpórea, hambre; sed, deseo sexual.
- Las llamadas: ocurre ante los valores. El ejercicio de nuestra libertad consiste en la respuesta a ellos.
-La libertad: supone que no nos dejemos gobernar por los impulsos sino que decidamos, de manera espontánea y reflexiva, cuál es el bien que queremos realizar. Tiene, por tanto, estructura moral.
El poder y la justicia son términos que se pueden designar como las coordenadas básicas de la actividad política.
¿Qué justifica el ejercicio del poder?, ¿Por qué debería obedecer al que manda?
Nos obliga a reflexionar acerca del poder mismo, de su naturaleza y las condiciones de su ejercicio.
El sentido de la unidad:
El orden es la pluralidad de elementos que cobran unidad al dirigirse a un mismo fin. En política la pluralidad de elementos son las acciones mismas de los ciudadanos, actividades humanas que tienen sus fines propios como por ejemplo, la supervivencia o la vida en familia.
Una pluralidad de elementos, en este caso las acciones de los ciudadanos, exige la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo que le corresponde. En otras palabras, la justicia.
El sentido de la obediencia:
Es necesario que el orden impuesto por quien gobierna sea obedecido. Para ello se requieren dos condiciones:
A. Que se acepte el derecho a mandar de aquella persona que ha sido designada titular del gobierno de acuerdo con un procedimiento establecido que se considera justo.
B. Tener los recursos necesarios para hacer cumplir sus mandatos.
Sentido del poder: Poder es el conjunto de recursos con los que cuenta un gobernante legítimo para que sus órdenes sean ejecutadas y se logre el bien común. Lo que me lleva al ciudadano, a cumplir las órdenes, aunque no le resulten gratas.
Esto quiere decir que tiene la posibilidad de lograr el acuerdo, primero, mediante la amenaza de una aplicación de la fuerza (miedo), o después, mediante su ejercicio directo (represión).
El dilema fundamental en el ejercicio de la política: el poder y la justicia.
La razón del ejercicio del poder es la justicia. Pero puede optarse por el poder mismo, en detrimento de la justicia.
A. La necesidad de tener éxito, o la tentación tecnocrática.
Figurar bien en las encuestas; tener un alto porcentaje de aprobación en la gestión de gobierno; que hablen bien del político; gozar de popularidad hasta el punto de reelección.
B. La necesidad de extender el ámbito y la duración del ejercicio del poder o, la tentación totalitaria.
La confusión de la política con una técnica de dominio para obtener ciertos resultados:
Ocurre cuando el político ha perdido la sensibilidad para con el verdadero fin de su acción política. Se ha desatado en su interior la hybris, el afán de dominio.
Los principios que han de orientar la acción política para que esté al servicio de la justicia:
Los principios iluminan la acción posible en la medida en que son su comienzo y, por tanto, el inicio de la comprensión de lo que debe hacerse (Dice Santo Tomás: “El bien de la razón consiste en la verdad como en su objeto propio y en la justicia como su efecto propio”.
La regla de oro: no hagas a los otros lo que no quieras que te hagan a ti
Afirmación de la justicia como regla suprema, que ha de guiar las acciones, también y sobre todo las acciones de los gobernantes. Afirmación de la verdad, en ese reconocimiento de la persona del otro, con su dignidad intrínseca y sus derechos, sin lo cual no puede haber justicia porque se vaciaría de contenido (“Si no existe una verdad última —dice Juan Pablo II—
No puede existir acción política buena sin sabiduría práctica.
El político debe actuar con rectitud en la búsqueda de la justicia y con conocimiento de las circunstancias.
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