CAROLINA, UN PUEBLO QUE QUEDO OLVIDADO EN EL TIEMPO.

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Pero nuestra recreación no termina allí, puesto que luego que terminamos de jugar, nos encaminamos hacia el caño, para bañarnos.

Luego de esto, todos nos dirigimos a nuestras casas, para comer y esperar la inclemente noche. Aunque los días de luna llena, es sumamente agradable, puesto que esta todo el pueblo iluminado y nos reunimos nuevamente con mis amigos, a contarnos historias de terror en una banca echa con bambú; pero los días de luna nueva, donde la noche es completamente oscura, mi familia y yo nos sentamos en torno a una vela, la cual es la que ilumina la sala, y mi abuelo nos cuenta anécdotas de sus experiencias vividas, las cuales algunas veces me parecen algo aburridoras. De allí espero hasta que nos llega el sueño, apagamos la vela, y mi familia y yo nos vamos a dormir.

En nuestra comunidad también hay espacio para el cortejo y el amor, ya que los hombres para poder cortejar a las mujeres, escriben cartas o credenciales, las cuales le mandan con algún amigo a amiga a su enamorada, donde expresan sus sentimientos.

Además, cuando alguien de nuestra comunidad se enferma, tiene que ir donde el señor Ovidio, el cual es un yerbatero, que con sus brebajes de plantas medicinales, curaba todos los males.

En lo particular, me gusta mucho el vivir en mi pueblo, ya que es un lugar muy tranquilo, social, y conectado con la naturaleza y el campo, tal vez para algunos es un monte que se quedara olvidado en el tiempo, sin ambiciones, sin ninguna posibilidad de “progreso”, pero para mí, y para los que vivimos en este lugar, es un hermoso paraíso, con costumbres propias y muy arraigadas. Por esto y por muchas cosas más, queremos seguir siendo, un pueblo olvidado en el tiempo

Alexis Iván García Galeano administración financiera 3er semestre universidad de Cartagena 2016