¿Cómo la Tecnología en actualidad afecta de manera negativa a los niños del estado de Yucatán?

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En el texto anterior se señala alguna consecuencias que la tecnología podría llegar a tener en los menores si esta no es supervisada por un adulto que supervise su uso. La tecnología en manos de menores en manos debe ser siempre supervisada ya que los niños son vulnerables si no se usa adecuadamente, como se señala el siguiente párrafo de igual manera.

Lo que yo recomiendo a los padres cuando me lo preguntan, es actuar sin demasiado libreto, estar cerca pero no “encima”, y particularmente les recomiendo a los padres hacer lo posible por estar al tanto de las novedades que surgen en los medios. No hay peor cosa que considerar que los elementos novedosos son descartables, y si les resulta difícil, les aconsejo que les pregunten con sinceridad a sus hijos qué es eso, que les pidan instrucciones para entender. El niño hoy no se concibe como inocente y lo que se nota es que todos los intentos de las instituciones para “corregir” los desvíos que pudieran “contaminar” el alma infantil, tal como se lo concebía en la modernidad, fracasan. Fracasan sin cesar, eso es lo que distingue a nuestra época. Los niños pueden drogarse, matar, robar, ver sitios, revistas o películas “xxx” más o menos cuando quieren (Castro, 2007).

Las nuevas generaciones vienen con un ‘chip’ electrónico perfectamente instalado y eso hace que los niños tengan mayor capacidad que los adultos para manejar las nuevas tecnologías. La televisión, Internet y, sobre todo, los videojuegos son los culpables de que, cada vez más, haya una enorme pasión por las pequeñas pantallas y de que esto le pase factura a los más pequeños. La adicción a los videojuegos puede llegar a ocasionar consecuencias muy graves. “El niño o adolescente deja de estudiar y de realizar actividades habituales de su edad por pasar entre diez y doce diarias jugando frente a una pantalla de televisión, tableta o teléfono celular; esto les causa ansiedad, ira, depresión, irritabilidad e incluso puede ser causa de muerte”, advirtió Miguel Ángel Viveros Erosa, responsable de Programas Especiales de la Subdirección de Salud Mental de la Secretaría de Salud de Yucatán (Milenio novedades, 2016).

Como se observó entre las consecuencias que trae estas nuevas tecnologías traen consigo adicción a ellas que a su vez conllevan a otros síntomas como ansiedad y estrés y para tratar con ellos en algunos casos es necesaria la medicación, sin embargo el usar ciertos medicamentos en niños puede llegar a a ser dañino, como nos señala el siguiente párrafo:

Tratar a los niños y a los adolescentes que sufren de depresión con antidepresivos podría ser inefectivo y potencialmente peligroso, sugiere un análisis que llegaron a la conclusión que de los 14 medicamentos estudiados, solo la fluoxetina (Prozac) resultó más efectivo que un placebo. A la par, los investigadores hallaron que el Effexor (venlafaxina) se vinculó con un riesgo más alto de pensamientos e intentos suicidas, en comparación con el placebo y con otros cinco antidepresivos. En la atención clínica de los jóvenes con un trastorno depresivo mayor, las directrices clínicas recomiendan la psicoterapia, en especial la terapia cognitivo conductual o la terapia interpersonal, como tratamiento de primera línea”, señaló el autor del estudio, el doctor Andrea Cipriani, profesor asociado del departamento de psiquiatría de la Universidad de Oxford, en Inglaterra. La depresión mayor afecta a alrededor de un 3 por ciento de los niños de 6 a 12 años, y al 6 por ciento de los adolescentes de 13 a 18, anotaron los investigadores. Debido a que los estudios disponibles del uso de antidepresivos en niños y adolescentes son limitados y de calidad cuestionable En 2004, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos emitió una “advertencia de recuadro negro” en el uso de los antidepresivos en los adolescentes y niños, debido a temores de que esos fármacos pudieran aumentar el riesgo de pensamientos e intentos suicidas (Healthday news, 2016).

Ulises Jiménez Correa, responsable de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM, dijo que el problema no es la tecnología, “sino la falta de límites para su uso, sobre todo en el caso de niños y adolescentes. A los menores de edad usuarios de dispositivo electrónico con acceso a Internet, es conveniente “restringir” su manejo para que no interfiera con el tiempo del sueño y el rendimiento del infante o adolescente durante el día, señaló Ulises Jiménez Correa, responsable de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM. La estimulación luminosa proveniente del uso nocturno de estos aparatos puede tener efectos negativos sobre la calidad del sueño, como la dificultad para iniciar este descanso y la presencia de uno o varios despertares” resaltó (Noticias MVS, 2017).

Además de los daños en la salud que el mal uso de las tecnologías en los menores pudiese provocar existen otro tipos de riesgos a los que los niños se enfrentan al navegar en internet, ya que ellos al no ser tan consientes de la información que dan al utilizar este tipo de tecnología o por su propia inocencia se exponen a otro tipo de riesgos como se señala el siguiente párrafo.

En general, los niños y jóvenes tienden a ser los primeros usuarios y principales innovadores en el ámbito de Internet, y a menudo van muy por delante de sus padres y otros adultos en lo que se refiere a su utilización, y a las destrezas y la comprensión necesarias. Internet —y en particular las redes sociales y otros medios interactivos— proporciona nuevas formas de espacio social global que no existían cuando los padres más jóvenes eran niños. Estos espacios pueden ser sumamente creativos, pero también exponer a los niños a peligros que los adultos en muchos casos apenas alcanzan a percibir.

La facilidad de interacción entre los niños y con ellos, el riesgo de abusos sexuales, las nuevas tecnologías de rápida evolución y la falta de conciencia y entendimiento por parte de los adultos sobre Internet o el uso que le dan los niños generan inquietud social, alimentan el sensacionalismo y la mitificación, y dan lugar a respuestas políticas potencialmente inadecuadas. Los delincuentes sexuales que han tenido acceso a imágenes de abusos sexuales infantiles en línea demuestran tener cierto tipo de interés sexual en los niños, por lo cual cabe suponer que representan un peligro físico para ellos o han contribuido a incrementar la demanda de producción de imágenes que implican abusos sexuales contra niños (UNICEF, 2012).

En general, padres, educadores y expertos coinciden en que los dos principales problemas con los que se encuentran los niños en Internet

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