Energía nuclear en América Latina

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controlado por el Ministerio de Minas y Energía, y el 70% propiedad del gobierno. Es el principal accionista de Eletronuclear, la utilidad nuclear brasileño.

En 1970 el gobierno decidió buscar ofertas por una planta nuclear inicial. El contrato para Angra-1 fue adjudicado a Westinghouse, Estados Unidos y la construcción comenzó en 1971. En 1975, el gobierno adoptó una política de convertirse en totalmente autosuficiente en la tecnología nuclear y firmó un acuerdo con Alemania para el suministro de ocho unidades nucleares 1.300 MWe de más de 15 años. Para llevar a cabo esto, una empresa estatal Empresas Nucleares Brasileñas (Nuclebras) se creó con un número de subsidiarias centradas en aspectos particulares de la ingeniería y el ciclo del combustible nuclear.

Sin embargo, los problemas económicos de Brasil hicieron que se interrumpiera la construcción de los dos primeros reactores-alemán de Brasil, y todo el programa se reorganizó a finales de la década de 1980. En 1988 una nueva empresa, Industrias Nucleares Brasileñas SA (INB) reemplazó Nuclebras y la mayoría de sus filiales. La responsabilidad de la construcción de Angra 2 y 3 fue trasladada a la utilidad de Furnas, subsidiaria de Eletrobras. La construcción de Angra-2 se reanudó en 1995, con US $ 1,3 millones de dólares en nuevas inversiones. Luego, en 1997 una nueva empresa Eletronuclear se creó como una subsidiaria de Eletrobras e hizo responsable de toda la construcción y operación de plantas de energía nuclear.

En noviembre de 2006 el gobierno anunció planes para completar Angra-3 y también la construcción de cuatro nuevos 1.000 MWe plantas nucleares desde 2015 en un solo sitio. La aprobación de la construcción de Angra-3 fue confirmada por el Consejo Nacional de Política Energética de Brasil en junio de 2007 y recibió la aprobación presidencial en julio. La adición de hasta 8 GW de nueva capacidad nuclear se prevé para el año 2030.

Por otro lado, a principios de 1980 la Marina de Brasil inició un programa de propulsión nuclear y emprendió el desarrollo de enriquecimiento por centrifugación a 1989. La marina brasileña es clave en el campo nuclear. Se desarrolló la conversión de uranio y la tecnología de enriquecimiento, y, desde finales de 1970, se ha estado trabajando en el desarrollo de un submarino de propulsión nuclear. El propósito de este submarino es proteger sus recursos naturales de la costa y en alta mar y para evitar posibles enemigos que vienen por mar. Intereses burocráticos Navales también impulsan el programa. Pero sobre todo, esta búsqueda refleja el deseo de Brasil para reforzar su posición internacional.

El más importante aliado de la región es Argentina, estos dos países han estado muy relacionados en el ámbito nuclear, con el fin de mitigar su tensionante relación de rivalidad, trabajan en conjunto en un acuerdo bilateral. El 22 de febrero de 2008 Brasil y Argentina firmaron una declaración conjunta que promueve la integración bilateral en materia nuclear, la cual fomentó el trabajo entre la Comisión Nacional de Energía Atómica de Argentina y la Comissão Nacional de Energía Nuclear de Brasil. A partir de entonces, ambos países vienen trabajando para acordar y avanzar sobre los intereses comunes en materia nuclear.

Argentina

Argentina es uno de los pocos Estados en vía de desarrollo que ha alcanzado un gran avance en el campo nuclear. Su caso es especial, pues no realizó su proyecto con apoyo externo sino que prefirió desarrollar su propia tecnología. Usando su propio potencial, realizó por si misma las obras programadas, además de construir el primer reactor nuclear en toda Latinoamérica. Los reactores experimentales fueron proyectados y construidos en el país, adaptándose a las necesidades locales y en algunos casos partiendo de diseños elaborados en el exterior.

El sector nuclear en Argentina es liderado por la empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina S.A, creada el 30 de agosto de 1994. La primera central nuclear del país y además la primera en América Latina, Atucha I, se puso en marcha en 1974 y se encuentra ubicada en la provincia de Buenos Aires, a 100 km de la capital.

Dos años antes, y como consecuencia del resultado de un segundo estudio de factibilidad, se formula un nuevo llamado a concurso para presentar ofertas por una segunda central nuclear de 600 MW a ser instalada en Embalse, en la Provincia de Córdoba; esta es Atucha II. En el año 2006 se puso en marcha el Plan Estratégico del Sector Nuclear Argentino, que ratificó la decisión de continuar con la construcción y puesta en marcha de la central nuclear Atucha II y procura restablecer las actividades de la minería de uranio y su proceso de enriquecimiento. Embalse, es considerada como la máquina térmica más grande de América del Sur, se encuentra a 100km de la ciudad de Córdoba y 700km de Buenos Aires.

Este ambicioso Plan Nuclear, a partir de 1982, fue primero demorado y luego abandonado a raíz de la recesión y crisis económica que sufrió el país, que determinó una importante reducción en el crecimiento la de la demanda eléctrica y, luego, debido al descubrimiento de reservas significativas de gas, así como al incremento de la oferta de energía de origen termoeléctrico convencional.

Luego, en 2006 se reactiva el plan Argentino con el fin de renovar y reactivar el desarrollo de la energía nuclear. Este consistía en terminar la planta nuclear Atucha II, que fue empezada en 1980, investigar la viabilidad de la construcción de una nueva planta nuclear, extender la vida útil de la planta nuclear Embalse, que originalmente finalizaría en 2011, reanudar las actividades de Enriquecimiento en el Complejo Tecnológico Pilcaniyeu.

Además, ha desarrollado tecnología de fabricación de reactores nucleares de investigación y experimentación. Es el caso reciente en el que el Reactor de Investigación Argentino fue llamado para servir como proyecto de laboratorio del OIEA. Como parte del proyecto de Internet Reactor Laboratorio del OIEA, el reactor de investigación argentino RA-6 está listo para transmitir experimentos para estudiantes de otros países que de otra manera no tendrían este acceso a la tecnología del reactor.

México

México cuenta con una planta ubicada en Alto Lucero de Gutiérrez Barrios, en el estado de Veracruz. La Central Nuclear Laguna Verde posee dos generadores de 682,5 mw cada uno y es propiedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). En 2007 la CFE anunció