Reflexión estatua de Barros Arana y el Centenario

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Sin embargo no sorprende la respuesta que declaró Valentín Letelier teniendo en consideración que Diego Barros Arana fue uno de sus profesores en el Instituto Nacional de Santiago (luego también fue rector de la institución) y que además este distinguido historiador positivista participo en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Chile y que tiempo después fue el rector de dicha Universidad, lugar del que Valentín Letelier egresa con el título de abogado. Entonces además de la simpatía que pudo haber sentido Valentín Letelier hacia Diego Barros Arana, también ambos congeniaban en sus intereses en materia de educación y política; ambos liberales se opusieron al gobierno de Balmaceda por ejemplo, es decir, sus lineamientos políticos eran similares.

Además, se puede inferir que para Valentín Letelier, era fundamental la construcción del monumento Barros Arana, pues al haber sido este un personaje importante de la Universidad de Chile, generaría prestigio necesario y útil a esta, recordando que Letelier fue rector de ella desde el año 1906 hasta 1913. Y continuando con sus intereses educacionales, el monumento que finalmente se situó al costado de la Biblioteca Nacional, pudo haber tenido más significado para Letelier que se honrará y reconociera al propulsor de la historia nacionalista en Chile, ya que esto tendría mayor impacto en la población chilena que transcurre diariamente por la calle La Alameda que un certamen que se realizaría una vez, es decir, para conmemorar el centenario tenía más peso un monumento histórico que un evento de un día.

Para concluir, la noticia “El Monumento Barros Arana” en primera instancia demuestra –junto con muchas otras noticias que comienzan a publicarse en este periodo- la importancia de celebrar los cien años de independencia del país, la necesidad de organizar festividades para conmemorar el centenario exterioriza también el gasto económico que esto conlleva, es decir, no solo durante este periodo se estaban organizando celebraciones, sino que también el gobierno inauguró varios monumentos como por ejemplo el Palacio de Bellas Artes y Estación Mapocho de Santiago, evidentemente estas edificaciones costaron mucho dinero y esto puedo haber afectado los fondos monetarios del país, sin embargo la celebración del centenario lo valía, pues era una gran oportunidad para consolidar un proyecto nacionalista que buscaba generar una identidad chilena. Es por esto último que considero que Valentín Letelier se empeño en que los fondos que estaban destinados al monumento, sean gastados efectivamente en el proyecto; la conmemoración y reconocimiento al primer historiador nacionalista es un acto simbólico para el país: Chile sí tiene historia.