A esto le llaman evolución

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Paralelamente al argumento que las plantas y los animales pueden adaptarse de una mejor manera a estos cambios repentinos de temperatura, a las fuertes tormentas y a las estaciones más variables; se gesta un argumento de carácter económico conducente a no hacer nada para combatir el cambio climático tan fuerte como el renunciamiento consciente de renunciar a salvar la vida humana. Un ejemplo de ello es la industria de los combustibles fósiles, que argumenta lo favorable de un clima cálido para estaciones de crecimiento más largas y de mayor producción forestal.

La realidad nos conduce a que, aunque algunos cultivos en ciertas áreas sean rentables y de excelente producción, a largo plazo las condiciones del suelo y la irrigación, terminaran afectando su crecimiento, y finalmente las condiciones de altas temperaturas terminarán por favorecer el desarrollo de grandes poblaciones de insectos y modificaran el equilibrio depredador-presa de hábitats que hasta el momento controlan estas poblaciones.

Lamentablemente en nuestro mundo occidental tienden a extenderse y generalizarse depresiones, angustias, y fobias, porque no solo los psiquiatras y psicólogos alertan sobre las enfermedades que se gestan en la mente del ser humano; es evidente que la incomunicación, la superpoblación son, por ejemplo, dos de los males mayores que afectan no solo al hombre sino también a los animales; según lo manifiestan veterinarios que, cada día, afrontan nuevos comportamientos que están adoptando tanto los animales puestos en cautiverio en los zoológicos como los domésticos.

La soledad y el aburrimiento son causas comunes de las crisis depresivas de los animales que sufren trastornos de comportamiento, apatía, ansiedad, etc., al igual que las personas que los mantienen en tales situaciones, pero que no se colocan por un momento en su lugar. Estas crisis no tienen distingo de especie y las sufren incluso las más inteligentes o desarrolladas e inteligentes.

En el caso de los primates, estos sufren por traslados de morada, son sensibles a las variaciones climáticas y sobretodo les afecta cambiar de persona que los cuida. En los zoológicos se presta especial atención a todos estos aspectos emocionales de la fauna en cautividad cuando un animal sufre estos problemas se muestra agresivo y presenta conductas extrañas. Estas depresiones son tratadas con juegos y ocupaciones variadas a lo largo del día, con mucha dedicación y cuidado. Se les aplican técnicas de motivación mediante juegos de escondites y laberintos en los cuales encuentran golosinas o comida.

Pero también los animales domésticos como perros y gatos pueden ser víctimas de enfermedades emocionales causados por los cambios bruscos producidos por el hombre en sus vidas, entre ellos el cambio de domicilio y el tiempo que, ocasionalmente, pasan solos o en guarderías. Estos cambios comportamentales se deben principalmente a que deben adaptarse y compartir con otros animales de diferente especie, sumado a la desaparición temporal de su dueño, que los conduce a cambios de comportamiento, nerviosismo, pérdidas de apetito, o ladridos en mayor cantidad. Luego, algunos de estos animales pueden tardar días en recuperarse aun volviendo a lado de su dueño, y se “desquitan/cobran” la actitud de sus amos, optando por hacer sus necesidades al interior de los hogares y destrozan cuanto encuentran a su paso, otros se vuelven inapetentes.

Nada extraño que nuestras mascotas cambien de comportamiento cuando llega un nuevo miembro a la familia o cuando llevamos una nueva mascota, pues se sienten desplazados; por el contrario los animales que han estado en situaciones difíciles, de abandono, maltrato, muestran un cambio comportamental totalmente contrastante con el anterior.

Los seres humanos también somos animales, también nos cuesta adaptarnos a los cambios, más aun si se presentan de manera abrupta, somos racionales, pensantes pero inconscientes de nuestras acciones con los animales, las plantas y el medio ambiente en general; nos hemos convertido en seres incapaces de razonar, de analizar, nos olvidamos que los animales también sienten nostalgia de la libertad, del disfrute del aire libre, que también sufren el estrés causado por el agite de las grandes ciudades, y no visionamos el gran daño que hemos y continuamos causando en nuestro “lugar de habitación”, nuestra casa, todo en nombre de una mal llamada EVOLUCIÓN, la misma que nos está conduciendo a una DESTRUCCIÓN irreversible.

Es por todas estas razones que decidí titular mi escrito A ESTO LLAMAN EVOLUCIÓN?, porque desde cualquier punto de vista es inconcebible la confusión que el hombre tiene en estos conceptos, y peor aún que justifique su comportamiento en objetivos tan mezquinos, a costa de la vida y el bienestar de especies animales y vegetales, y del suyo propio.