ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE DATOS QUE ARROJA LA APLICACIÓN DE ENTREVISTA SEMIESTRUCTURADA EN LA ESCUELA NORMAL DE SAN MARCOS

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Comencemos con los resultados de entrevistas a trabajadores de apoyo:

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La red muestra una fuerte interdependencia entre los códigos, en razón de que Estructura de la organización escolar manifiesta respuestas críticas sobre decisiones antidemocráticas como: “el trabajador no es tomado en cuenta al expresar formas diferentes” (sobre la organización de su área de trabajo) (2:17); señalan como indiferente su participación cuando se atreven a sugerir “lo toman como chiste o piensan que uno quiere sobrepasar una autoridad” (2:19); “nada más le dan prioridad a algunas cosas” (2:18). Con respecto a los procesos en la toma de decisiones, si son abiertos, completos o unilaterales, la mayoría de los encuestados dicen que son unilaterales, inclusive se llega a señalar que por ser trabajadores de apoyo no son tomados en cuenta, sólo se les dan indicaciones de lo que hay por hacer Unilaterales, ya que las órdenes vienen de nuestros jefes (3:68), a veces tomamos decisiones, pero casi siempre no las realizamos por temor (3:71), entonces, ¿qué funciones cumple su coordinación en el sector? Quiere decir que sólo se otorga el cargo para recibir y dar información, lo cual contradice a las escuelas que aprenden, donde debe adquirirse cierto grado de autonomía en las funciones para eficientar el servicio y administrar el tiempo y los recursos.

La estructura de la organización escolar, en los términos que se describe, influye directamente en la Cultura escolar porque “las decisiones arriesgadas nadie las toma y nadie quiere aceptarlas” (3:79), “veo que mis compañeras […] no tienen […] afecto por el trabajo” (3:52), al grado de manifestar “yo no tengo compromiso con los alumnos” (3:80). Pensar de esta manera, así como lo manifestado por los entrevistados, contradice a los aportes de Castoriadis al desarrollar su teoría de la sociedad instituyente, de lo imaginario social, del conflicto entre la sociedad instituida y la sociedad instituyente. No es posible modificar la sociedad instituida cuando se adolece de un nuevo hacer instituyente, producto de la limitación y falta de expectativas, a la vez coartadas, que provocan la cultura de indiferencia, de comodidad e irresponsabilidad. Aunque no deja de estar presente la ilusión por que el centro escolar funcione; existen muestras de compromiso moral como: “hay veces en que notamos que los alumnos se quieren ir” (2:10), “tratamos de convencerlos o canalizarlos” (2:11), “hay veces que los convencemos y a veces no” (2:12), “las decisiones que se toman siempre se las hacemos saber a nuestro jefe” (3:63), lo cual indica la importancia de tomar en cuenta esos esfuerzos aislados para recuperar las intenciones de las escuelas que aprenden y retomar líneas para lograr una sociedad instituyente, con miras a mejorar las condiciones institucionales y servicios que la escuela ofrece; esto ratifica que aún hay personal que asume con responsabilidad sus funciones: “a los alumnos los veo como parte de mi trabajo” (3:93), “si un muchacho se acerca a mí lo atiendo” (3:65), “los atiendo como debe ser” (3:94) pero que no se detectan debido a que los canales y criterios de organización no están claramente definidos en la toma de decisiones, así como lo indican las siguientes citas: “no se respetan las ideas de los demás” (3:50), “nos se nos toma en cuenta” (3:89), “[…] lo malo es que se ve que a algunas personas se les da todo, y a otras los privan o los quieren manipular, y así está difícil”. Este tipo de manifestaciones identifican que la Estructura de la organización escolar ve a su personal, así como lo señala Loureau: “siempre será percibido como un intruso […] como un interviniente que toma parte en un debate entablado por otras personas”, no como el elemento fundamental para hacer efectivo el cumplimiento de la visión y misión del centro escolar.

La Estructura de la organización escolar, así como nos lo indica la red semántica, establece vínculos estrechos con Estrategias de la escuela que, al no considerar al personal como parte de la institución que también puede participar en la organización por estar en contacto directo con la realidad, manifiestan: “en mi área, lo demás lo desconozco” (3:58), “Desconozco el Plan Institucional” (3:44), “No, de eso no conozco nada” (2:23), entonces, esto se ve reflejado en el incumplimiento de una Misión y visión del centro escolar que ni siquiera se conoce “podría decirse que a corto y a largo plazo” (3:48), porque no se convoca a definirla, mucho menos se tiene presente en el desarrollo de sus funciones. Aparecen simulaciones sobre el supuesto conocimiento del rumbo que debe llevar la escuela, con inventos sobre lo que se enuncia en pasillos y enmarcaciones a color que definen la ruta a seguir (misión y visión): “La visión es a donde va encaminada la escuela” (2:1); “es para llevar a cabo a la educación de los muchachos para que impartan su profesión como maestros en la zona rural” (2:2); “Sí, la misión es donde la institución debe de preparar profesionales de la educación” (3:60) y aunque el trabajador sabe que es donde debe poner la mirada para que su hacer en la escuela se eficiente y eficaz, elude responsabilidades de al menos conocerla: “porque no nos la dan a conocer, yyy tampoco nosotros tenemos el hábito de verla” (3:2); “en realidad no, yo pienso que casi nadie la tiene” (3:75), a pesar de reconocer que la escuela debe seguir ese camino para eficientar sus servicios: “La visión y la misión que se tiene en esta institución es brindar servicios de calidad y formar buenos docentes” (3:47); “Sí porque es una escuela de alto nivel” (3:31); “se toma mucho en cuenta” (2:3), el trabajador cae en contradicciones entre lo que dice saber y lo que exige conocer; de esto se deduce que su deseo por hacer bien su trabajo reclama ser tomado en cuenta a la hora en que se definen las rutas a seguir. De la misma manera, se observa la relación estrecha con el código de Política y recursos que, bajo el supuesto de lo establecido en la misión y visión escolar, no debería tomar rumbo diferente la aplicación de recursos y la política institucional tendría que atender necesidades específicas que, al menos por lo indispensable, no fuera motivo de un mal servicio; pero hay indicios de que no es así: “los recursos consumibles es con lo que más batallamos […] (2:14); “falta mucho material” (3:14); “Falta el mantenimiento –se refiere a equipo-“ (3:15); “Seis años pidiéndoles una silla y no hay recursos” (3:16); “quiero internet” (3:18).

Estas tres últimas citas conducen a la incorporación de otro código no establecido en la entrevista, pero