El siguiente trabajo se realizó con el fin de poder comparar el marco teórico visto en clase con los datos obtenidos de la entrevista

...

El espacio físico en la escuela se suele entender como algo inamovible que debería permanecer de esa manera para siempre, sin embargo sin hablar de hacer nuevas construcciones, adecuar el espacio a la intencionalidad que se tiene y redistribuir el existente en función de la tarea significa aprender a apropiarse del espacio de trabajo. La reorganización del interior del aula y el modelo de rotación por aulas departamentales son otros modos posibles de aprovechar el espacio. Con respecto al tiempo de la escuela, el mismo no es utilizado en su totalidad para la enseñanza de contenidos de las distintas áreas, hay un tiempo para ciertas rutinas y ceremonias, para recreos etc. Por último en la dimensión organizacional dinámica, sus variables hacen referencia a agrupamientos, comunicación, conflictos, cultura escolar y la historia institucional. Los actores son aquellos que intervienen en la construcción cotidiana de la organización. Son los alumnos, docentes, no docentes, auxiliares etc. Los distintos agrupamientos de alumnos y docentes contemplan dos factores para el enriquecimiento de la tarea, estando acompañados de un proyecto con el resto del funcionamiento organizacional, una adecuada comunicación es imprescindible para cualquier acto de enseñanza, al mismo tiempo el fenómeno de las comunicaciones implica una burocratización a través de papeles y formularios, cuadernos y actas que no solo muchas veces no facilitan la comunicación, sino que suelen entorpecerla. Las comunicaciones se completan si obtienen alguna respuesta, pero el tipo de respuesta será muy diferente si se ha emitido el mensaje a tiempo, de manera clara y por un canal adecuado o no, de todos modos en toda institución el conflicto es inherente a su funcionamiento, es decir, es parte de su propia dinámica. Toda organización tiene un momento de fundación, un motivo u objetivo que llevo a esa fundación, y a partir de allí una historia y una serie de códigos, mitos, formas habituales de resolver los problemas, que la hacen única.

Una característica siempre presente en las instituciones educativas es la cultura institucional que es aquella cualidad estable, que resulta de las políticas que afectan a esa institución y de las prácticas de los miembros de ese establecimiento. Es el modo en que ambas son percibidas por estos últimos, dando un marco de referencia para la comprensión de las situaciones cotidianas, orientando e influenciando las decisiones de todos aquellos que actúan en ella.

Hay tres tipos de cultura institucional escolar: familiar, burocrática y de concertación. La cultura de concertación se caracteriza por la capacidad de negociar, entendida como la actividad para: neutralizar intereses, articular diferentes puntos de vista, arte de lograr beneficios, acuerdo satisfactorio entre partes. En la institución se utiliza para resolver problemas y para el conjunto de procesos de aprendizaje. Se explicitan las normas, el curriculum prescripto moldeado por la negociación, el modelo de gestión es profesional y un posible riesgo es el asambleísmo.

Cada institución se construye a partir de un contrato fundacional, que es un mandato social, que especifica los objetivos que tiene que cumplir la escuela en relación con la sociedad.

Con respecto a la dinámica institucional es necesario mencionar dos conceptos, los cuales hacen referencia a dimensiones complementarias siempre presentes, lo instituido que es aquello que se mantiene fijo o estable, y lo instituyente que es lo cambiante, el cuestionamiento, la crítica, la propuesta opuesta o de transformación.

Las instituciones educativas también presentan las siguientes características:

Ideología institucional: conformada por la organización de concepciones y representaciones que justifican el modelo y el estilo que esta expresa, incluye concepciones acerca de la educación, la escuela y el aprendizaje, de las que fácilmente se deriva que el modelo institucional es la mejor forma de respuesta a las condiciones y fines del establecimiento, y que los resultados institucionales son los único y los mejores posibles en esas condiciones; también representación acerca de la institución y sus diferentes componentes que complementan las concepciones para consolidar la alusión de un orden natural en el que las cosas no pueden ser de otro modo. La ideología institucional funciona como fuente de legitimación del modelo y de los resultados institucionales, en sus contenidos atiende a incorporar una serie de ideas sobre los sujetos que se educan y sus probabilidades de desarrollo; y las posibilidades de la escuela y los maestros de tener éxito en sus esfuerzos; en su responsabilidad de influir sobre el medio social en la que está inserta, en fin, sobre la importancia del valor de la educación. Estructura además las representaciones que acompañan a estas ideas y definen así un nivel simbólico indispensable para reconocer los significados que adquieren los sucesos institucionales.

La identidad institucional es configurada por el conjunto de registros sobre el origen, las vicisitudes e hitos históricos y sus protagonistas que se expresan en la novela institucional y el conjunto de registros sobre el estilo de hacer, juzgar, funcionar, etc. La novela institucional es una producción cultural que sintetiza el registro que se tiene del origen y las vicisitudes sufridas a lo largo del tiempo haciendo particular referencia a acontecimientos críticos y a las figuras de mayor pregnancia en la vida institucional, personajes, héroes y villanos. Además da indicios de la manera en que se resolvieron sucesivas crisis provocadas por la exacerbación de contradicciones fundantes y se convierte en un verdadero código de significación que provee de nuevos sentidos al modelo y a la ideología institucional y que permite captar con mayor alcance el porqué de su lenguaje y de la pregnancia simbólica de sus ambientes y objetos. La identidad institucional constituye una definición consensuada de lo que el establecimiento es, es decir sus características invariantes.

Para identificar el funcionamiento institucional se suelen utilizar analizadores, estos son dispositivos artificiales o naturales que provocan la aparición de significaciones que antes se encontraban ocultas, como por ejemplo, el microscopio, las entrevistas, etc.

El funcionamiento institucional tiene dos tipos de modalidades.

La modalidad regresiva que está determinada por la pérdida de la capacidad institucional para evaluar situaciones, discriminar necesidades y problemas y originar líneas exploratorias de solución. En general se acompaña de la preponderancia del prejuicio sobre el juicio basado en el análisis