Beneficios de la electricidad rural en Peru

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das previamente (controles). El proyecto preveía además

ampliar la cobertura en comunidades ya intervenidas en 2010; estos hogares no fueron considerados para el análisis para evitar un sesgo de selección—estos jefes de hogares, por ejemplo, podrían ser más adverso al riesgo ya que decidieron participar luego de que sus vecinos habían probado el panel por más de dos años.

Se entrevistaron a los 600 hogares tratados en 2010 (se lograron ubicar 548 hogares) y a 781 hogares de los 1700 hogares que iban a ser tratados en 2013. Antes de realizar el análisis se hizo un emparejamiento basado en variables que se cree a priori no fueron afectadas por la interven- ción para asegurar que los hogares fuesen comparables4.

- El consumo promedio per cápita en Perú fue de 1.248kWh en 2011 (World Bank, WDI). Esta cifra oscila entre 53kWh al mes para una vivienda típica del nivel socioeconómico E a 1.050kWh al mes para una vivienda típica del nivel socioeconómico A (Organismo Supervisor dela Inversión en Energía).

- Variables como el número de personas miembros del hogar, características de la vivienda, edad y genero del jefe de hogar, años de educación del jefe de hogar, si el hogar es beneficiario del programa JUNTOS, actividad económica del jefe de hogar, etc.

- El bajo consumo también se observa en hogares similares conectados a la red. AMP ofreció duplicar la capacidad del sistema fotovoltaico pero la oferta fue rechazado por los clientes debido al incremento de la tarifa asociado.

- Los cálculos se hicieron para un televisor de 50W de potencia eléctrica, un radio de 1W, un bombillo de 11W y un cargador de 5W.

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[pic 3]

àreducción de gastos en velas y baterías es aparentemente

baja (el equivalente a US$2,5 en velas y US$1,1 en baterías), representa una fracción no despreciable del ingreso per cápita mensual promedio de los beneficiarios (equivalente a US$68) y es equivalente al pago mensual por los paneles solares. Dado que los hogares beneficiarios cuentan ahora con más horas de vigilia, pueden dedicar tiempo a otras actividades con el potencial de generar mayores ingresos o reducir gastos. Un ejemplo de esto es la recolección de leña. Todos los hogares en la muestra (tratados y controles) usan leña para cocinar, pero ahora los hogares con paneles compran menos leña y recolectan más reduciendo el gas- to (aunque no el consumo) y ahorrando mensualmente alrededor US$4,9 con respecto al grupo de control.

FIGURA 1: Porcentaje de hogares que compraron velas el mes pasado

17.7

%

93.7%***

***Estadísticamente significativo

TRATADOS

CONTROLES

FIGURA 2: Gasto mensual en velas para alumbrado del hogar (Soles)

.2

1

8.3***

***Estadísticamente significativo

TRATADOS

CONTROLES

La evaluación permitió cuantificar el tiempo adicional que las personas en hogares con paneles solares pasan en vigilia: 25 minutos más en el caso de los hombres y 42 minutos más en el caso de las mujeres, en promedio, com- parados con el grupo de control. Las mujeres dedican este

tiempo al cuidado de los niños (26 minutos más), a cocinar

y preparar comidas (30 minutos más) y a lavar ropa (12 mi- nutos más). Las personas, en general, dedican más tiempo al aseo personal (12 minutos más en el caso de hombres y 9 minutos más en el caso de mujeres). Es importante men- cionar que la proporción de personas que realizan estas actividades no es diferente en los dos grupos. Gracias a los paneles solares una mayor proporción de mujeres en el grupo tratado teje prendas para los miembros de la familia (10 puntos porcentuales más) y además dedica más tiempo a tejer (11 minutos más).

Con respecto a actividades productivas, la proporción de hombres y mujeres que dedican tiempo a actividades pro- ductivas es la misma en ambos grupos (97% de hombres y 95% de mujeres económicamente activos); sin embargo, aunque el número de horas dedicado a estas actividades es el mismo para hombres en el grupo de tratados y en el grupo control, las mujeres con paneles solares dedican menos tiempo a actividades agrícolas (1 hora 2 minutos menos). Estas mujeres, sin embargo, se dedican en mayor proporción a negocios del hogar (2,9 puntos porcentuales más). Estos negocios incluyen bodegas, venta de prendas de vestir, la fabricación de frazadas y tejidos de punto, etc.

El efecto más interesante del programa es en niños en edad escolar. Aunque la proporción de niños matriculados que hace tareas escolares en ambos grupos es la misma, los niños en hogares con paneles solares pasan más tiempo haciendo tareas (8,8 minutos más, en promedio) y esto se ha traducido en más años de escolaridad para niños que atienden la escuela primaria y que han estado expuestos desde más pequeños y proporcionalmente por mayor tiempo al programa (0,4 años de escolaridad adicionales en 2 años y 9 meses de exposición promedio a los paneles). Esta diferencia en años de escolaridad no se aprecia en niños mayores pero se observa una mayor proporción de estos niños matriculados en la escuela se- cundaria (con respecto al grupo de control). Este resulta- do es particularmente interesante ya que estimaciones de los retornos económicos a la educación indican que por cada año adicional de escolaridad los ingresos aumentan entre 7% y 11%8.

El programa no ha tenido ningún efecto en la reducción de enfermedades respiratorias. Cualquier reducción de aire contaminado en el interior de la vivienda producto del uso de paneles solares es compensada por la contaminación causada por el uso de leña para cocinar. La evaluación no detecta reducción en la incidencia de quemaduras o acci-

- Los hogares beneficiarios experimentaron una reducción en la compra de baterías para linternas pero no en la compra de baterías para radios. Comparados con el grupo de control, el consumo