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CONOCIMIENTO POLITICO

Enviado por   •  9 de Febrero de 2018  •  15.376 Palabras (62 Páginas)  •  347 Visitas

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- Orden Poder-Libertad.

Orden social, poder y libertad son nociones llamadas a equilibrarse en la vida normal de un Estado. Maurice Hauriou, eminente constitucionalista de la década anterior a la segunda guerra mundial, opina que la concepción de un régimen constitucional tiene por fin establecer “un equilibrio fundamental que sea favorable a la libertad, asegurando el desenvolvimiento regular del Estado”.

Este equilibrio se establece por el juego de dos fuerzas dinámicas, que son el poder y la libertad, de una fuerza de resistencia, que es Orden, poder y libertad conforman una trilogía en entorno a la cual se centra toda la problemática política. Son factores recíprocamente imbricados, pues es el poder hace un fuego equilibrador a fin de compatibilizar el orden y la libertad, el resulta un aparato de coacción arbitraria; contrariamente, si predomina la tendencia libertaria, la extrema libertad, se cae en anarquía lo que engendra dictadura.

El equilibrio constitucional es el término medio, pues el orden hace resistencia a los cambios, en tanto que la libertad y el poder suelen presionar para alterar lo establecido por virtud de la dinámica política. Si la resistencia que el orden opone a los cambios reclamados por la libertad, es excesiva, dice Hauriou, el poder coloca su fuerza al lado del cambio. Por el contrario, si las reformas le parecen exageradas o prematuras, el poder se inclina del lado del orden. La primacía del poder en la formación y en la vida del Estado es evidente. Es él quien mantiene la cohesión entre los componentes de una sociedad, más por situación que por adhesión, como anota Prélot.

Un mínimo de fuerza material le es indispensable, pues la cooperación libre, espontánea, unánime, no pasa de ser una utopía. Por ello afirmó Ihering que hablar de Estado sin fuerza es “una contradicción en sí”. Pero, desde luego la autoridad no es solamente fuerza material compulsiva; consiste sobre todo en ofrecer motivos para ser obedecida.

Si el poder residiera con la fuerza tras de cada súbdito habría que situar un vigilante o un policía, así como tras de este habría que colocar otro guardián. En límite cabría preguntar: ¿Quién custodia al guardián? El orden proviene del hecho de que cada súbdito del Estado reconoce que este tiene derecho a ser obedecido, porque existe una relación de dependencia respecto de la norma. De ahí que, cualquiera sea su origen, todo gobierno invoca algún título de legitimidad, sea por su procedencia democrática o afirmando que realiza el bien común. Todo poder aspira a ser obedecido con un mínimo empleo de la fuerza y trata de ganar prestigio como condición de su perdurabilidad.

Ciertamente, la importancia de la represión varía en razón inversa del grado de consenso. En los grupos coherentes, la represión es innecesaria en modo general, pero en los grupos de consenso débil, la represión es indispensable para evitar la disolución. Por ello, en los países en los que el consenso sobre los valores colectivos es grande, la influencia de la fuerza armada es menor y su actividad se limita al rol específico de seguridad.

En el punto de partida de toda concepción humanista está la afirmación de la libertad humana, que opone resistencia a los gobernantes en todo caso de arbitrariedad. Se admite la necesidad del mando, y más ahora que se tiende a hacer del Estado el “agente creador de una sociedad nueva”, como definen muchos. El diseño de esta organización futura es impreciso además de que varía ciento ochenta grados de uno a otro lado del mundo. Sin embargo, existe la convicción de que el poder no es solamente el servidor del orden establecido sino también el regulador de los cambios anhelados, el árbitro que puede hacer de la democracia un movimiento más que un estado de cosas. Movimiento que conduzca a la justicia económica sin anular la libertad.[11]

2.- LA POLÍTICA

“La política es aquella práctica que se ocupa de gestionar, de resolver los conflictos colectivos y de crear coherencia social, y su resultado son decisiones obligatorias para todos. El origen de los conflictos se sitúa en la existencia de diferencias sociales, que se convierten a menudo en desigualdades, puesto que no todos los miembros de la comunidad tienen acceso a los mismos recursos intelectuales, políticos, informaciones,...Esto provoca una tención y unas fracciones sociales que generan sentimientos de incertidumbre, de inferioridad o de peligro en quienes disponen de menos recursos”[12].

La política (del griego πολιτικος (politikós), «ciudadano, civil, relativo al ordenamiento de la ciudad») es el proceso y actividad orientada, ideológicamente, a la toma de decisiones de un grupo para la consecución de unos objetivos. La ciencia política estudia dicha conducta de una forma académica utilizando técnicas de análisis político, los profesionales en esta ciencia adquieren el título de politólogos, mientras quienes desempeñan actividades profesionales a cargo del Estado o se presentan a elecciones se denominan políticos. El término fue ampliamente utilizado en Atenas a partir del siglo V antes de Cristo, en especial gracias a la obra de Aristóteles titulada, precisamente, Política. También se define como política a la comunicación dotada de un poder, relación de fuerzas.

Política no es lo mismo que ciencia política. La ciencia política es la disciplina científica que se ocupa de estudiar, entender y analizar los fenómenos políticos.

“También debe distinguirse entre la política, que es acción práctica, disputa del poder, y la ciencia política, que es conocimiento reflexivo del objeto de la política”.[13]

2.1.- Etimología

Como observa Marcel Prelot,[14] el término política viene de las voces griegas “polis”, “politeía”, “Tá Politiká”, y “Politiké”.[15]

- “Polis”

Significa la ciudad, la villa, la comarca, la reunión de ciudadanos que forman la ciudad.

- “Politeía”

Se refiere al Estado como organización, el régimen político, gobierno y la ciudadanía, entendida este término como derecho cívico y Político.

- “Tá Politiká”

Es plural neutro de politikós, y quiere decir las cosas Políticas, las cosas cívicas, todo aquello que concierne al Estado, la constitución, el régimen político, la soberanía.

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