Capítulo 4: Prevención y tratamiento de los trastornos del sueño
Enviado por Ensa05 • 27 de Julio de 2018 • 2.561 Palabras (11 Páginas) • 531 Visitas
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Los papiros de Edwin Smith, el papiro de Georg Ebers y el papiro Kahun hacen referencia a las semillas de amapola, a la belladona y a la adormidera con su derivado, el opio, como tratamientos del insomnio y a la vez como anestésicos. La documentación se remonta a los años 1600-1350 a. C.
Civilización griega
Los griegos pensaban que el mundo del sueño estaba habitado por los Sueños (Oneiros), espíritus alados que por la noche salían de las cavernas de la Oscuridad (Érebo) y que podían visillas para descifrar los mensajes divinos. Hacia el año 900 a. C., Homero establece la importancia de un sueño de buena representándolo por medio del dios Hypnos.
Para diferenciar los sueños proféticos de los delirantes o engañosos, Homero menciona en La Odisea dos puentes por donde pasan los sueños y que conectan con el más allá: uno se asemeja a un cuerno y vehiculiza los sueños interpretables y el otro es un puente de marfil que transporta calidad, y en el canto XIV de La Ilíada otorga al mismo sueño un carácter divino, los que no son creíbles o carecen de sentido. Aunque en la antigua Grecia ya se conocían las propiedades hipnóticas y sedantes de la adormidera, de la raíz de la valeriana, de la mandrágora y el efecto de otros preparados, la administración de terapias estaba condicionada por un sincretismo entre religión y medicina.
Este sincretismo hizo que los sueños fueran considerados útiles para tratar las enfermedades y ello llevó al establecimiento de oráculos en templos en donde se veneraba al dios Esculapio. Allí la incubación de los sueños formaba parte de un ritual que se iniciaba al anochecer con una gran ceremonia, cuya finalidad era conseguir que los enfermos se durmieran y pudieran recibir el mensaje divino. Al día siguiente se prescribían las pócimas terapéuticas más adecuadas atendiendo a lo que indicaban los intérpretes.
Hacia el año 700 a. C., Hesiodo explica el origen del Universo y la genealogía de sus dioses en su Teogoníay relata que del Caos nacieron dos hermanos: la Noche (Nix) y la Oscuridad (Érebo).
En la Edad Media destacan las enseñanzas de Arnau de Vilanova y Lope de Barrientos en el mundo cristiano y las de Avicena y Maimónides en el mundo islámico. En los siglos XVI y XVII, Descartes y Willis proponen teorías sobre el inicio del sueño teniendo en cuenta los espíritus animales, y Willis describe, entre otros, el cuadro clínico del síndrome de piernas inquietas.
En el siglo XVIII las observaciones de Jean Jacques d’Ortus de Mairan y de Carolus von Linneo se consideran precursoras de los estudios cronobiológicos, y Boerhaave y Von Haller promulgan la congestión vascular como causa del sueño. En el siglo XIX se desarrollan las cuatro teorías relativas al inicio del sueño (vascular, neural, química y conductual), se descubren la anestesia y la actividad eléctrica cerebral, Griesinger reporta la presencia de movimientos oculares en el sueño y, a finales del siglo, Freud publica: “La interpretación de los sueños”.
Al inicio del siglo XX Von Economo concluye que existe un centro de sueño, se desarrolla la teoría de la hipnotoxina y los estudios de Pavlov hacen que la teoría conductual experimente su mayor auge.
En 1929 Hans Berger registra la actividad eléctrica cerebral. En la primera mitad del siglo se apoya la teoría de un centro del sueño hipotalámico y se describe la formación reticulada del tronco cerebral.
En 1953 Aserinski y Kleitman descubren el sueño REM, y en 1959 Jouvet descubre la atonía muscular del sueño REM, y demuestra su origen protuberancial, se identifica al hipotálamo como marcapasos del ciclo sueño-vigilia, se describen el síndrome de apnea de sueño, los cambios circadianos en la secreción de cortisol, se impulsan los estudios hormonales y, en 1968.
En 1979 se publica la primera clasificación de los trastornos del sueño y del despertar.
En la década de 1980 se aplica la presión positiva de aire para tratar el síndrome de apnea de sueño, se descubren diversos factores inductores del sueño, la narcolepsia se asocia con el antígeno HLA, se describen la distonía paroxística nocturna, el insomnio fatal familiar y el trastorno del comportamiento del sueño REM, y se funda The World Federation of Sleep Research & Sleep Medicine Societies.
En los años 90 se introducen los hipnóticos no benzodiacepínicos, se descubre la asociación de la narcolepsia, se describe el síndrome de resistencia de la vía aérea superior, se descubren las hipocritonas y se establece la relación entre el síndrome de apnea de sueño y los accidentes de tráfico. En el siglo XXI se comercializa el oxibato sódico para tratar la cataplejía, se publican la segunda y tercera clasificación internacional de trastornos de sueño y en Europa se certifican los primeros especialistas en medicina de sueño.
La investigación del sueño en el año 1900 estuvo muy influenciada por los nuevos instrumentos de diagnóstico, las opciones quirúrgicas y procedimiento clínicos. Las teorías vasculares fueron perdiendo rápidamente popularidad para la explicación del sueño. Las teorías que carecían de una base sólida fueron impugnadas y rechazadas. El método científico, los experimentos reproducibles, y los estudios de definición se estaban convirtiendo en la norma.
Concluyeron que el sueño era la pérdida de estímulos vigilia del sistema activado reticular ascendente en el tronco cerebral, el sistema de vías nerviosas en el cerebro que tienen que ver con los niveles de conciencia.
La última mitad del siglo 20... Y más allá
La investigación del sueño creció a pasos agigantados en la segunda mitad del siglo 20. Se aceptan los datos de los investigadores de todo el mundo en la cronobiología, neuroquímica, la electrofisiología, la neurofisiología, así como en medicina del sueño y los trastornos de la farmacología, contribuyeron a la comprensión del sueño y problemas relacionados con el sueño. Debido al gran número de investigadores y de sus contribuciones, a continuación, no es más que una breve historia de los avances más recientes en medicina del sueño.
Trastornos del sueño.
Los trastornos del sueño no son una patología grave en sí misma, pero tienen serias implicaciones en la vida diaria: agotamiento físico, bajo rendimiento, sueño diurno, dificultad para cumplir con las obligaciones profesionales, familiares o sociales...
Estos trastornos son: insomnio, hipersomnia, narcolepsia, ronquido y apneas
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