Como es el Parcial integrador funcionalismo/teoriadelareproducción

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Desde las teorías de la reproducción los economistas norteamericanos Bowles y Gintis continuando con la línea teórica de Althusser (escuela como aparato ideológico del Estado) y profundizando las ideas de Baudelot y Establet (escuela como elemento fundamental en la reproducción de la sociedad y de su estructura de clases); afirmaron que el sistema educativo organiza su funcionamiento de acuerdo a las exigencias de la economía capitalista-corporativa.

En sus trabajos desarrollan la Teoría de la Correspondencia reafirmando que existe una correspondencia entre la organización de la escuela y la del mundo del trabajo en la economía capitalista que se caracteriza por la subordinación y la dominación. Las clases dominantes llevan a cabo sus objetivos en materia de política educativa produciendo muchas de las capacidades cognoscitivas y técnicas requeridas para un rendimiento laboral adecuado; legitimando la desigualdad económica; produciendo, recompensando y etiquetando las características personales que son relevantes para la distribución de puestos en la jerarquía; y reforzando la conciencia estratificada en la que se funda la fragmentación de las clases económicamente subordinadas.

En el relato la docente deja al descubierto cómo la escuela imita las relaciones de autoridad y control presentes en la organización del trabajo en el capitalismo. Un sistema jerárquico de autoridad se interpone entre el estudiante y el control sobre lo que tiene que aprender, similar al mundo del trabajo entre empresarios y obreros. Sobre esa base organizacional, la tarea de la escuela es orientar la motivación de los jóvenes hacia realizaciones que resulten compatibles con la reproducción de su clase social.

Otro aspecto a resaltar son las características del “trabajo escolar” que propone Lola a sus estudiantes, una relación con los objetos de conocimiento semejante a la que los trabajadores mantienen con los objetos que producen bajo las relaciones capitalistas. La docente más allá de buscar diversas estrategias para que comprendan las estaciones del año, se encuentra tan sujeta a la normativa oficial que reproduce un alumno “alienado” al currículum similar a un asalariado “alienado” al producto de su trabajo. Por consiguiente, la falta de control de los alumnos sobre el contenido y los procedimientos de transmisión educativa, se corresponde con la alienación de los trabajadores originada por la separación entre concepción y ejecución en el trabajo. Además la “experiencia de la instrucción” de Lola, es central para el proceso de reproducción de las relaciones sociales de producción al que la escuela contribuye, ya que explica su capacidad para producir fuerza de trabajo dócil y fragmentada. Los mecanismos de recompensas y castigos que utiliza para el desarrollo de habilidades cognitivas, rasgos de la personalidad y la frustración (como en el caso de Juan y Pedro) ayudan a formar la conciencia como estudiantes, quienes percibirán de modo directo su “posición” en las relaciones sociales a través de esas coordenadas institucionales. La búsqueda de la calificación positiva antes que del conocimiento en sí, se corresponde con la satisfacción de los trabajadores bajo el capitalismo, que trabajan por el salario y no por la satisfacción derivada del trabajo.

El mecanismo más eficaz por el que la escuela reproduce la conciencia es la organización del medio instruccional en que se experimenta la vida en las aulas, debido a sus funciones de formación de la personalidad y de la subjetividad. Para los estudiantes el paso por cada nivel educativo será como una instancia disciplinadora donde les proporcione una imagen de sí mismo, de la jerarquía en la que está inserto, y además será el lugar que le enseñe qué conductas y desempeños laborales son los esperados para el sector social proveniente. Es decir, la organización interna de los diferentes horarios, cursos, etapas y ciclos escolares, guarda una relación de correspondencia con la producción de hábitos y rasgos diferentes de personalidad en los individuos para que ocupen las diversas posiciones requeridas por la jerárquica división social del trabajo.

Para Bowles y Gintis, el interés de la clase dominante estará centrado en las capacidades de sometimiento y obediencia a la autoridad y sobre todo al orden imperante que estos posean. La regulación del comportamiento se convierte en fundamental para la correspondencia entre educación y trabajo.