Concepto de Proyecto 1.- ¿QUÉ ES UN PROYECTO?

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Con ello, dispondremos de los elementos necesarios para estructurar un proyecto con arreglo a la lógica de intervención definida que representamos gráficamente mediante la matriz de planificación de proyectos. De este modo, los proyectos podrán visualizarse como unidades operativas, con una dimensión temporal y espacial, dotadas de diferentes elementos coherentes entre sí y relacionados con el entorno en el que van a actuar.

Por tanto, para ir estructurando la estrategia de intervención, será necesario tener un conocimiento suficiente de, al menos, las siguientes cuestiones:

1. Contexto del proyecto: características geográficas, climáticas y medioambientales, características políticas, económicas, sociales, culturales e institucionales, diversidad étnica y religiosa, tipos y modos de producción, propiedad y distribución de la riqueza, situación de los diferentes estratos de la población, principales flujos comerciales y principales infraestructuras, equipamientos y comunicaciones.

2. Beneficiarios de la intervención: número, composición y características. Descripción de otros colectivos afectados positiva o negativamente por la intervención.

3. Principales problemas identificados y sus efectos: la definición de los principales problemas que afectan al grupo-objetivo permite establecer cómo interpretamos la situación existente y, en consecuencia, centrar el análisis sobre la incidencia que la acción debe tener.

4. El problema cuya solución justifica el proyecto: el análisis de las causas y los efectos del mismo, la interrelación que mantiene con el resto de los problemas y por qué resulta adecuado que lo abordemos en función de su propia entidad y en función de nuestra capacidad para enfrentarlo.

5. Los recursos disponibles y los que resulta posible conseguir: el conocimiento y valoración de los medios propios de los que se dispone, los recursos que serán necesarios para completar los ya disponibles y la aportación externa con la que podrá, en su caso, contarse.

6. La capacidad para organizar y movilizar los medios y ayudas: la valoración de la inserción y el reconocimiento institucional y social de las organizaciones que serán responsables del proyecto, así como la cualificación técnica, administrativa y operativa de los agentes que intervendrán en el mismo.

7. Los principales factores externos y posibles obstáculos: la definición de los factores externos con los que debe contarse para la ejecución del proyecto y el análisis de los obstáculos graves a los que probablemente el proyecto pueda tener que enfrentarse en su ejecución. Se habrán obtenido conclusiones sobre si dichas dificultades resultan superables o no. En caso afirmativo, deberán estar también previstos los medios que, en su momento, habrá que utilizar para ello. En caso negativo, habrá que revisar la continuidad del proyecto.

Documento de proyecto

Un documento de proyecto debe expresar de manera nítida la lógica de la intervención, en el que se hace referencia pormenorizada a cómo deben quedar plasmados los pasos del EML en la elaboración de este documento. En cualquier caso, se haya aplicado plenamente o no el EML, el documento de proyecto debe contener una descripción detallada de los objetivos, los actores y los medios que van a utilizarse, y, como consecuencia, una descripción de los recursos y de su organización, de la gestión y administración y de los plazos de tiempo necesarios para la ejecución del proyecto.

Determinación de los objetivos

El objetivo es la situación que se desea obtener al final de la ejecución del proyecto. Es, por tanto, un aspecto esencial en todo proyecto. Hay dos tipos de objetivos: generales y específicos:

a) Objetivo general (u objetivo global): es la situación deseable a cuya realización contribuirá el proyecto a largo plazo. Normalmente, el logro del objetivo general dependerá de varios proyectos o procesos relacionados que se sitúen más allá del control del proyecto mismo.

Las condiciones que debe cumplir un objetivo general son las siguientes:

1. Que sea coherente con la política del país en el que se realiza el proyecto.

2. Que sea coherente con las prioridades de la estrategia de las instituciones que lo financien.

3. Que esté vinculado a los objetivos más amplios del programa nacional o sectorial a los cuales el proyecto está destinado a contribuir.

4. Que esté expresado en términos verificables.

5. Que haga referencia, por tanto, al cambio que experimentará el sector.

b) Objetivo específico (u objetivo del proyecto): El objetivo especifico es el elemento central en torno al cual gira el proyecto y que, además de estructurar la intervención, permite “calibrar su éxito o fracaso en términos de beneficios duraderos para el grupo-destinatario”, ya que expresa anticipadamente lo que espera conseguir el proyecto.

Las condiciones que debe cumplir el objetivo específico son las siguientes.

1. Que realmente contenga un único objetivo.

2. Que describa un cambio en las condiciones de los beneficiarios.

3. Que se exprese en términos del beneficio de la acción en relación con el grupo-meta.

4. Que sea independiente de la acción inmediata del proyecto mismo, es decir, que sea consecuencia de los resultados.

5. Que sea realista y que esté definido de manera concreta y verificable.

6. Que se formule como un estado ya alcanzado.

7. Que contribuya significativamente al objetivo general.

Este tema es una síntesis de la primera parte del libro El ciclo del proyecto de cooperación al desarrollo. - El marco lógico en

programas y proyectos: de la identificación a la evaluación, de Manuel Gómez Galán y Héctor Sainz Ollero (CIDEAL, Madrid, 2006, 5ª

ed.),