Consumo mediático en la población estudiantil y su influencia en las nuevas formas de comunicación social

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Facebook o twitter más que una herramienta que sirve para divulgar acciones sociales, sirve para divulgar si se trata de un estudiante activo o pasivo en los movimientos sociales. En los tiempos de hoy, los estudiantes que presuponen están a favor de las movilizaciones, va a tener una mayor aceptación por parte de sus pares (más comentarios o más me gustan). Adoptan un discurso que no necesariamente pertenece a una opinión personal, sino que repite la consigna de un movimiento del que quiere pertenecer por razones de reputación. No es extraño encontrar jóvenes hablando de pertenecer al pueblo, sin conocer experiencial mente las necesidades que le atribuye al pueblo. Aunque las redes sociales sirven para difundir información, también sirve para reproducir ideales de imagen de un estudiante, con lo que no logra el verdadero sentido de una revolución, que es la capacidad de reflexionar sobre la realidad:

“Alimentarse de imágenes significa alimentar imágenes, confiriéndoles sustancia prestándole los cuerpos: Significa entrar en ellas y transformarse en personaje (...) se trata de una expropiación de sí mismo” (Junior, 2003-2004, pág. 166)

Supuestamente sería coherente simplemente copiar una imagen puesto que equivale a una homogenización de problemáticas y necesidades en la sociedad, creando un grupo sólido que logra tomar una misma bandera de lucha. Sin embargo es contraproducente entregar un discurso que solo se queda en la reputación social, ya que se transforma en un discurso que solo sirve para un determinado periodo de tiempo, como lo es una carrera universitaria, lo que converge a que la salida de los estudios superiores, el discurso se puede perder rápidamente. Repitiendo cíclicamente una revolución mediática, pero que no genera una revolución interna y externa de los ciudadanos.

A partir de la importancia que han adquirido las redes sociales, influye directamente en la limitación del perfil. En vez de encontrar un espacio que abra las puertas a la exploración de los conocimientos, permanece reducida a la búsqueda de la representación superficial del ser. “(…) a expansión acelerada y el cerramiento creciente en el universidad de las imágenes (…) una indudable y precisa ecuación del fenómeno tan contemporáneo de la auto referencia” (Junior, 2003-2004, pág. 163)

Los estudiantes encuentran un lugar no solo para entregar información, sino para nutrir la imagen individual. Según el autor Noval Baitello Junior el último siglo experimentó una explosión de la visibilidad provocada por la inflación en producción de imágenes. De esta manera pasamos a dividir nuestro espacio y nuestro tiempo de vida con ellas, dándoles un estatus de seres vivos. La importancia que cobra las imágenes intercambiadas por las redes sociales entre los universitarios es una profunda solicitud para sentirse parte de la realidad, “(…) que las imágenes a las que nos referimos conquistaron, en el mundo contemporáneo, el grado de igualdad con relación al hombre: ocupan el mismo espacio, consumen el mismo tiempo y llegan a poseer igualmente el mismo estatus jerárquico” (Junior, 2003-2004, pág. 161)

Cabe mencionar que de todas maneras las formas las nuevas formas de comunicación, como lo son las redes sociales, dio un vuelco a las formas de organización de movimientos estudiantiles, asimismo los medios colectivos de comunicación creían tener el poder absoluto de la configuración de la realidad, aunque sigan llenando de dos horas de noticias diarias con asaltos a los negocios o con la imagen de un estudiante tirando una molotov, los estudiantes seguiremos buscando información que radique a un análisis profundo de lo que realmente crea una crisis en la sociedad. Se continuara cuestionando el sistema un gobierno corrompido por la dictadura, si bien en un principio radique en una búsqueda de proyección visual, también radica en la búsqueda intelectual y espiritual, es decir la búsqueda de la ausencia que ha dejado un sistema educacional poco analítico.

Bibliografía

Junior, N. B. (2003-2004). Las cuatros devoraciones iconofagia y antropofagia en la comunicación y la cultura. Revista Internacional de Comunicación Audiovisual, Publicidad y Estudios Culturales, 159-168.