Creatividad en la vejez

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Por otra parte, la gerontología social se ha encargado de estudiar la forma en la que el sujeto denominado “adulto mayor” o “de la tercera edad” actúa e interactúa dentro de su sociedad. Dentro de ella, se tratan temas como el empleo y jubilación, vigentes en la actualidad debido al proceso de envejecimiento demográfico que ocurre en nuestro país, así como la forma en que históricamente se ha ido modificando la percepción de la sociedad respecto al adulto mayor, la cual cambió especialmente tras la revolución industrial y con el advenimiento de la familia nuclear que ha sustituido a la familia extendida. Lo anterior es importante porque permite situar, dentro de un contexto actual, al adulto mayor como un sujeto que ha perdido, en gran parte de las zonas urbanas, el lugar que en otras épocas ocupaba dentro de las dinámicas sociales.

Es necesario considerar también otros factores que intervienen como categorías de análisis para poder comprender de mejor manera el proceso de envejecimiento. El género es uno de ellos, ya que actualmente se plantea la idea de un envejecimiento diferencial[15], al encontrarse el ciclo vital de las mujeres más ligado a acontecimientos familiares y cambios de roles en el ámbito doméstico, mientras que, para los hombres, los marcadores de cada etapa del ciclo vital están constituidos por los roles sociales públicos, como el trabajo y la participación social[16]. En otras palabras, y entre otros aspectos referidos al envejecimiento diferencial, el rol tradicional de la mujer en el ámbito doméstico se modifica de manera mucho menor al compararse con el caso de los varones que, al jubilarse, pueden llegar a abandonar la esfera pública. Se comprende, entonces, que “varones y mujeres tienen modos diferenciados de envejecer, de concebir el envejecimiento, de afrontarlo y significarlo”[17]. Además, el proceso de envejecimiento en la actualidad se ha visto transformado por algunas cuestiones relacionadas al contexto contemporáneo, tales como la longevidad, la diferenciación interna de la población envejecida y la aparición de nuevas industrias de la vejez[18]. Dichos factores hacen que resulte vital reconocer la heterogeneidad del envejecimiento individual y social.

La creatividad en la vejez también puede (o no) verse afectada por cuestiones de salud mental como la demencia senil. Al respecto, se refiere que se trata de “un síndrome adquirido, causado por una disfunción cerebral, caracterizado por un deterioro de la cognición y/o una alteración del comportamiento”[19]. Es decir que, para que exista demencia, se considera que “se requiere la presencia de un deterioro adquirido (de etiología cerebral) de una o más funciones cognitivas y/o del comportamiento que interfiera de manera significativa con las actividades de la vida diaria, es decir, se traduzca en una disminución de la autonomía”[20]. Pero, como hemos expuesto anteriormente, el deterioro en las funciones cerebrales no responde en forma alguna a un esquema de degeneración absoluta. Cabe considerar también que “la locura se vincula a la imagen del poeta, del innovador y del excéntrico […] Son numerosos los síntomas psicopatológicos de creadores, considerados como genios en diferentes campos”[21]. Además, existen estudios que sugieren que “estados alterados de conciencia, como la demencia fronto-temporal, desinhiben ciertos procesos y permiten activar un tipo particular de creatividad”[22].

“Se han observado cambios en la creatividad inducidos por lesiones cerebrales, ya sean derechas o izquierdas, en pacientes con enfermedades degenerativas primarias como la enfermedad de Alzheimer y la variante frontal de la demencia fronto-temporal o la demencia semántica. […] Aún más sorprendente que la conservación de habilidades artísticas en pacientes con lesiones cerebrales derechas o izquierdas o de pacientes con enfermedad de Alzheimer, es la descripción de casos de pacientes en quienes la capacidad artística-creativa surge o se desarrolla en el marco de la demencia y cuya habilidad aumenta paralelamente a la progresión del deterioro cognoscitivo”[23].

La creatividad en la vejez como producto de algún tipo de demencia o padecimiento psicopatológico, es un ejemplo de que el deterioro mental que algunas veces acompaña al envejecimiento no implica necesariamente un cese absoluto en las capacidades del individuo.

Con base en lo anterior, la importancia de estudiar la creatividad en los adultos mayores desde la perspectiva de las ciencias sociales es la de comprender a la tercera edad como algo distinto a la perspectiva dominante que limita a esta etapa de la vida a un marco de decadencia y deficiencias progresivas. Aunque hay pocos estudios a este respecto, se ha logrado establecer a la posibilidad creativa en esta edad como una realidad. Por ello consideramos que es necesario continuar un análisis sobre esta línea, pues nos permitirá enriquecer nuestros conocimientos y ampliar nuestra perspectiva al respecto. Desde la perspectiva de la comunicación como disciplina, resulta vital comprender los procesos sociales mediante los cuales se posibilita y se hace comunicable dicha creatividad (pues la comunicabilidad de este hecho es el factor que lo hace visible).

Finalmente, fundamentado en el campo de la comunicación, lo que impulsa este trabajo es la necesidad de re-definir al anciano como un ser capaz de llevar a cabo acciones que ponen de manifiesto la capacidad creativa en diversos aspectos, no sólo frente a la comunidad perteneciente a las Ciencias Sociales, sino también frente al público en general, pues es un asunto poco estudiado, aunque no nuevo y que compete a toda la sociedad.

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1: Vejez en el contexto mexicano: situación y problemática

El envejecimiento como proceso sociodemográfico es un fenómeno relativamente reciente. Hasta mediados del siglo XX eran poco comunes los casos en que las personas llegaran a una edad avanzada, por lo que la vejez como concepto se encontraba rodeada de cierto misterio ya que, como se ha dicho, llegar a esta edad se consideraba sinónimo de fuerza, salud, experiencia valiosa y conocimientos acumulados. Gracias a las revoluciones tecnológicas, científicas y en el ámbito de la salud en el plano internacional, la esperanza de vida ha aumentado y con ella la productividad en edades avanzadas[24]. Sin embargo, el contexto mexicano participa también de otros aspectos que hacen que la vejez sea percibida, tratada y vivida de forma particular.

La vejez y el envejecimiento son conceptos que cobran cada vez mayor importancia en nuestro país, debido a la transición