Cristalización del ácido benzoico

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En metanol, el ácido benzoico era soluble y éste se disolvió casi instantáneamente con 1 ml de disolvente.

En acetona, el ácido benzoico se disolvió rápidamente con tan sólo 1 ml de disolvente.

En ciclohexano el ácido benzoico no era saludable en frio con un volumen de 3 ml. Sin embargo, en caliente logró disolverse, aunque no fue muy buena la disolución y tardo un tiempo en mezclarse.

El agua, el ácido benzoico no es soluble en frio con un volumen de 3 ml, sin embargo, tiene una gran solubilidad en caliente.

En ácido acético, el ácido benzoico era moderadamente soluble, y logro disolverse por completo en 2 ml de disolvente en frio.

Cristalización.

El método más adecuado para la eliminación de las impurezas que contamina un sólido es por cristalizaciones sucesivas bien en un disolvente puro, o bien en una mezcla de disolventes.

El punto crucial del proceso de cristalización es la elección adecuada del disolvente, es decir el disolvente ideal, el cual debe ser, fácil de eliminar, alto poder disolutivo en altas temperaturas y bajo en temperaturas bajas, baja disolución de impurezas, entre otros.

A través de la prueba de solubilidad elegimos al agua como disolvente ideal. Se disolvieron 0.5 g de ácido benzoico en 10 ml de agua en un matraz Erlenmeyer, elevando la temperatura de la mezcla hasta el punto de ebullición durante aproximadamente 3 minutos, evaporando el 70 por ciento del agua. Posteriormente se dejó enfriar la mezcla a temperatura ambiente y pronto pudimos observar cómo se formaban pequeñas agujas cristalinas. Observamos la muestra bajo microscopio y la comparamos con la del mismo compuesto antes de la recristalización. En comparación la muestra recristalizada tenía cristales más traslucidos, largos y delgados ya que en la muestra anterior a este proceso pudimos observar cristales más opacos y cúbicos.

Muestra de ácido benzoico

Antes de la recristalización. Después de la recristalización.[pic 1][pic 2]