D’Antonio y Eidermai, ‘El surgimiento del capitalismo y la sociología positivista’
Enviado por Helena • 27 de Marzo de 2018 • 19.902 Palabras (80 Páginas) • 305 Visitas
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El Siglo de las Luces y las revoluciones: la Ilustración modificó en forma radical la manera de comprender el mundo y la realidad. Fue un movimiento intelectual que tuvo su origen en Francia en el siglo XVIII. Su origen lo tuvo en el empirismo anglosajón del siglo XVII, una teoría que enfatizaba el valor de la experiencia y la percepción sensorial para la formación del conocimiento, con exponentes como Locke y Hobbes; y también en el racionalismo del siglo XVII, en Francia y Alemania, que surgió con la propuesta de Descartes, quien proponía valorar la construcción de un sistema de pensamiento y enfatizaba el papel vital de la razón para conocer la realidad. El Iluminismo sintetizó ambas corrientes, estableciendo que el método científico correcto se obtenía mediante la razón y la observación en conjunto. Era mediante la razón que se podía llegar a la verdad, y se aplicaba tanto a la naturaleza como al mundo social y político. Planteaba la aplicación y existencia de leyes naturales y universales.
La Ilustración reafirmó el poder de la razón humana frente a la fe y la superstición, lo que ayudó a minar las viejas estructuras de la sociedad europea. Buscó divulgar el conocimiento en sectores cada vez más amplios de la sociedad, poniendo fin a los conocimientos exclusivos religiosos y de la elite, para lo cual utilizó la Enciclopedia. El progreso era, para los iluministas, la capacidad de mejorar las condiciones de vida de la humanidad a través de los avances científicos.
Perry Anderson, ‘El modo de producción feudal’
El método de producción feudal de Europa occidental se caracterizaba por una unidad compleja. El feudalismo fue un modo de producción dominado por la tierra y por la economía natural, en el cual ni el trabajo ni los productos del trabajo eran mercancías. El productor inmediato, el campesino, estaba unido a los medios de producción, la tierra, por una relación social específica. La servidumbre, cuya definición legal es glebae adscripti, es decir adscritos a la tierra, tenía una movilidad jurídicamente limitada. Los campesinos que ocupaban y cultivaban la tierra no eran sus propietarios, ya que éstos eran los señores feudales, quienes extraían un plusproducto del campesinado, como así lo dictaba la ley.
El señor feudal poseía las tierras sólo en la práctica, ya que éstas dependían de otro señor feudal más poderoso que él, quien se las delegaba a cambio de prestar servicios de caballería. La cadena de estas tenencias dependientes vinculadas al servicio militar se extendía hacia arriba hasta llegar al monarca, de quien dependían todas las tierras. La consecuencia de este sistema feudal era que la soberanía política nunca se asentaba en un solo centro, y las funciones del Estado se desintegraban en la distribución vertical.
Características estructurales del feudalismo occidental:
- Superivencia de las tierras comunales: éstas se encontraban en las aldeas campesinas. Las tierras comunales eran un sector importante de la autonomía y la resistencia campesinas, con consecuencias para la producción agraria total, ya que sin los cultivos que se extraían de estas tierras, el campesinado no hubiera podido sobrevivir. La coexistencia de las tierras comunales con el dominio señorial era constitutiva del modo de producción feudal en Europa.
- Ciudad medieval: el modo de producción feudal fue el primero que le permitió un desarrollo autónomo a la producción mercantil urbana en el marco de una economía natural agraria, aunque esta producción es anterior al feudalismo. Las ciudades medievales de Europa ejercían el comercio y la manufactura, y eran comunas autogobernadas, que gozaban de autonomía corporativa, política y militar respecto a la nobleza y la Iglesia. La oposición dinámica entre ciudad y campo sólo fue posible en el modo de producción feudal: oposición entre una economía urbana de creciente intercambio mercantil, controlada por una incipiente burguesía organizada, y una economía rural de intercambio natural, controlada por nobles y organizada en señoríos y parcelas, con tierras comunales.
- Debilidad del monarca: el monarca era un soberano feudal de sus vasallos, a quienes estaba ligado por vínculos recíprocos de fidelidad, en lugar de ser un soberano supremo situado por encima de sus súbditos. Sus recursos económicos residían en sus dominios personales como señor, y sus llamadas a sus vasallos tenían una naturaleza esencialmente militar. No tenía acceso político directo al conjunto de la población, ya que la jurisdicción estaba afectada por los niveles de subinfeudación. El monarca sólo era señor de sus propios dominios, y en el resto era una figura meramente ceremonial. La falta de un mecanismo realmente integrador en lo más alto del sistema feudal, que necesitaba este sistema político, suponía una amenaza permanente para la estabilidad y la supervivencia del rey.
El modo de producción feudal de occidente se caracterizó por una tensión y contradicción dinámicas dentro del Estado centrífugo. La Iglesia, que en la Antigüedad había estado integrada en la maquinaria del Estado imperial y subordinada a ella, se convirtió en la etapa feudal en una institución eminentemente autónoma dentro del sistema político. Al ser la única fuente de autoridad religiosa, su dominio sobre las creencias y los valores de las masas fue enorme, pero su organización era diferente de la de la monarquía. Debido a la dispersión de la coerción, intrínseca al feudalismo, la Iglesia defendió sus intereses corporativos desde una posición territorial y mediante la fuerza armada.
Irving Zeitlin, ‘El Iluminismo: sus fundamentos filosóficos’
Los hombres del Iluminismo estaban convencidos de que la mente puede aprehender el universo y subordinarlo a las necesidades humanas. La razón, y la fe en ella, era el principal motor de los filósofos, quienes se inspiraron en los avances científicos para crear una nueva concepción del universo, basada en la aplicabilidad universal de las leyes naturales. Con los conceptos de las ciencias físicas, crearon un mundo nuevo basado en la razón y la verdad. La verdad no era aquella basada en la revelación, la tradición o la autoridad, sino aquella extraída mediante la razón y observación, y la posterior experimentación.
Los filósofos plantearon que las leyes naturales en el mundo físico podían existir de manera análoga en el mundo social y cultural. Para demostrarlo, estudiaron las instituciones políticas, religiosas, sociales y morales, las sometieron a la crítica de la razón y denunciaron aquellas que la contrariaban. Descubrieron que
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