De la Economía y su Implicación Psicológica

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-Responsabilizar a nuestro entorno (pareja, hijos, hermanos, etc.) sobre las condiciones domésticas (económico-sociales) que puedan estar incidiendo en el clima emocional de los integrantes de un grupo, con la finalidad de asumir de modo individual las acciones que contribuyan a una toma de decisiones prolija permitiendo establecer objetivos específicos tales cómo: entender los alcances sin generar niveles de stress generalizado. Cada cual debe observar particularmente una gama de posibilidades prácticas tales como: Previsión semanal, mensual e incluso anual de gastos básicos tales como servicios, insumos, mantenimiento; Reducción de gastos extras como son diversiones adicionales; Implementos innecesarios y sobre todo aceptar y en la medida de los posible “disfrutar lo que se tiene”.

De toda suerte, aspectos como los mencionados derivan en la posibilidad de propiciar que las condiciones económicas que influyen de modo directo en la estabilidad emocional de las personas den pauta para comprender y diferenciar acerca de un posicionamiento propio que permita desarrollar acciones para establecer un proyecto de vida tanto en lo individual como en lo laboral y profesional. Y ¿cómo encontrar estas posibilidades?, a lo cual de manera propositiva podemos considerar que la formación y adquisición de habilidades nos pondrá en la palestra de oferta para obtener ingresos adicionales e incluso mejorar los actuales, ya sea en el esquema formal, esto es, dentro de nuestros centro laboral o en la práctica privada ya sea ofreciendo o generando servicios o bienes.

Por otra parte resulta relevante destacar la importancia de transmitir a las personas menores de edad sobre el planteamiento de una educación tendiente hacia los hábitos del ahorro planeado y el gasto responsable, ya que no existe proyecto de vida alguno que funciones sin que se tenga un margen de maniobra basado en la finanzas, no obstante que se crea culturalmente que el dinero no es la base de la felicidad, empero no podemos desdeñar que ofrece un panorama de tranquilidad inobjetable que brinda claridad en nuestras decisiones.

Las emociones representan una manera clara de mostrar cuales es el estilo de vida que tienen las personas y las situaciones económicas matizan la funcionalidad de las mismas, por tanto la convivencia de ambas tiene un sentido fundamental para ejercer acciones que encaminen incluso de manera cultural esquemas sociales y gubernamentales en aras de propiciar conciencia sobre estos conceptos.

Por tanto a manera de reflexión final aludiremos a una frase coloquial “barriga llena, corazón contento”, que en su sentido más profundo confiere un análisis consensual elaborado para determinar que los causales de la vida económica son la resultante de las manifestaciones y conducta de la personas.