EDUCACIÓN FISCAL EN MÉXICO

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Es necesario además hablar de la informalidad, pues no es un secreto que a los mexicanos no les gusta pagar impuestos, como tampoco lo es el creciente disgusto de los contribuyentes que cumplen con sus obligaciones fiscales, quienes reprueban que sean ellos los que solventen la base tributaria mientras millones permanecen en la informalidad o los mecanismos tributarios que permiten a las grandes empresas evadir sus pagos correspondientes. Esta informalidad en el país se encuentra principalmente representada en el sector comercial, sin embargo se encuentra disminuyendo en razón de la economía formal.

Creándose así un monstruo invisible pues si bien se sabe de su existencia, poco se hace para combatirla, dejando sin registro de los detalles de su identidad, es decir, nadie sabe como capturarlo. Otro ejemplo donde se esconde la informalidad, son las empresas formales que declaran a sus empleados con sueldos menores a los reales para así evitar pagar impuestos, claramente es obligación de la autoridad fiscal verificar y castigar a las empresas que están cometiendo este ilícito. El problema es que no existen los mecanismos para llevarlo a cabo.

En México, la cuestión histórica es que el sector informal ha permitido mitigar muchas de las crisis del sector formal, incluso podría afirmar que el sector informal mexicano, alimenta al sector formal.

La informalidad es una respuesta a los bajos salarios que la industria de la exportación ofrece a aquellos individuos con bajos niveles de capital humano. Estos bajos salarios a su vez originan del hecho de que las actividades usualmente manufactureras enfocadas al mercado interno dependen de bancos nacionales y sus altas restricciones crediticias, y compiten contra importaciones que se producen en dólares, es decir compiten contra precios fijos. Su competitividad suele ser bajar salarios, lo que suma a los bajos salarios de las empresas exportadoras, creando un círculo vicioso de poca productividad y bajos salarios.

Esto se relaciona con una segunda cuestión, la espacial, pues nuestra economía se encuentra en la región más desigual del mundo, lo que implica que las empresas no tienen distribución azarosa en el territorio y que tienden a concentrarse en torno a otras empresas grandes que llegaron antes o que cuentan con ventajas comparativas.

Para terminan mi análisis, acerca de la educación fiscal en México, para mi es importante señalar también la inactividad electoral en el ciudadano mexicano, pues en el año 2012 al elegir a presidente, senadores y diputados, acudimos a votar el 63.3 %, siendo así, que de cada 100 ciudadanos inscritos en la lista nominal solo acudieron 63 para sufragar su voto. Hecho que legitimó a nuestros representantes para: reformar en materia hacendaria, crear nuevos impuestos, aprobar la miscelánea fiscal en el sexenio correspondiente. Siendo esto precisamente, lo que ocasiono disgusto en muchos de los ciudadanos, olvidando así que nuestros representantes fueron elegidos, como se enuncia en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y en apego al mismo ordenamiento realizaron las reformas, que según especialistas necesitaba México.

Es justo que una vez expuesta la problemática, se enuncien soluciones, formas de mejoramiento, así como argumentaciones que beneficien y contribuyan al crecimiento, enriquecimiento y regeneración de la Cultura Fiscal en México.

Se debe, de introducir en el plan de estudios, el conocimiento de los deberes que enuncia la constitución Ciudadano-Estado, para así, desde raíz, contemplar la necesidad de contribuir con el Gasto Publico, hecho que ayudara para aumentar, el número de contribuyentes inscritos en el padrón, así como la recaudación, obteniendo como resultado secundario la disminución del comercio informal. Inculcando la participación electoral, para que efectivamente la soberanía, resida en el pueblo.

En este sentido es de suma importancia señalar que este dato, refiere que no solo es necesario centrar las políticas de recaudación en mecanismos para atraer al sector informal, sino también en cuidar que los contribuyentes que ya están inscritos paguen los impuestos que les correspondan. Para solucionar el problema de la informalidad, se debe pensar en formas no convencionales, lo que permitirá ver que la informalidad no es la enfermedad, sino el síntoma de seguir con políticas que no toman en cuenta la realidad espacial e histórica de la sociedad.

El estado por su parte, debe destinar la recaudación al Gastos Publico, cubriendo las necesidades de los ciudadanos, así también cuidar de su política financiera, económica y social. Mediante los tres niveles de gobierno, debe de garantizar el bienestar común. Así también las autoridades fiscales, deben de hacer efectivas las sanciones, contempladas en los ordenamientos jurídicos fiscales, sin violentar los derechos consagrados por la Constitución.

La autoridad debe ser flexible, adaptándose a el ingreso del contribuyente, debe permitir que al contribuyente le resulte fácil pagar sus impuestos, ser transparente permitiendo que cada individuo pueda averiguar que está pagando y en que se está gastando el recurso, debe ser justa, es decir que trate de forma similar a los que se encuentran en circunstancias similares y que obligue a pagar impuestos a los que puedan soportar mejor carga tributaria.