EL DESARROLLO DEL CAPITALISMO EN AMÉRICA LATINA.

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Para llegar a dominar una nación se utilizó principalmente la producción que cada nación poseía, utilizando su modo de producción en el mercado interno para que las personas que eran parte activa del sistema sigan produciendo bienes hasta lograr que los países de centro que eran dueños de las fuerzas de producción se posicionen en un lugar importante del mercado. La estructura social que estas regiones van adquiriendo es la que llevan los exportadores agrícolas del centro, a su vez la conformación de nuevas naciones se vio directamente relacionada con la existencia de una burguesía de envergadura nacional, que tenía ligada su evolución a cada estructura económica propia de cada nación.

Se pensaba que la dominación que se dio en los países subdesarrollados y con ella la acumulación de riquezas tuvo su inicio en el siglo XIX, pero muy por el contrario el auge económico de estas naciones poderosas llegó en este siglo, es decir, que la estructura que tuvo su origen en una situación de desequilibrio económico predominante con varias formas productivas inestables y que llegó a un predominio casi consolidado del modo de producción capitalista tuvo su fin en esa época.

Los países desarrollados creían que el sistema capitalista que dirigían iba a durar mucho tiempo dentro el sistema, creando una seguridad en la renta colonial y trayendo consigo estrategias que les permitan permanecer dentro de la economía del mercado. Todo este proceso desde la perspectiva extranjera es un hecho beneficioso, lleno de aspectos enriquecedores para su territorio pero desde el punto de vista latinoamericano, la colonización y la expropiación de bienes, fueron hechos carentes de justicia y sin resultados favorecedores para los países latinoamericanos.