EL ESTRÉS . Tres tipos de estrés

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Existen tres tipos de estrés:

Estrés agudo, es el más común, es el que se da por un evento que paso recientemente o por anticipación a eventos del futuro, puede llegar a ser bueno, hay personas que trabajan mejor bajo presión, pero si este estrés es excesivo puede ser agotador, por ejemplo, cuando en la escuela dejan alguna exposición final, te adelantan los días del examen, etc.

El estrés agudo episódico, es la presencia de estrés agudo frecuente, personas que tienen demasiados compromisos, trabajo y cosas que hacer, o personas que tiene preocupaciones excesivas, que se preocupan por todo. Por ejemplo, una mujer ama de casa, que tiene en mente cuidar a los niños, hacer comida, lavar, planchar, en fin, tiene demasiadas actividades y piensa en todas al mismo tiempo.

Y por último, el estrés crónico, cuando una persona se encuentra en una situación estresante por mucho tiempo, por ejemplo: estas a punto de divorciarte, llevas demasiado tiempo en el proceso y te sientes atareada, si alguien te dice algo te molesta y explotas, incluso si es algo que no tiene nada de malo.

El estrés, básicamente es el resultado de la combinación de cuatro sustancias químicas que el cuerpo produce en un fracción de segundo cuando nos sentimos amenazados y, cuando el estrés es prolongado, más que ayudar a nuestro cuerpo, lo dañan, causando muchas enfermedades y trastornos graves físicos, mentales y emocionales. La primera sustancia que se produce como resultado del estrés es la hormona activadora de la corticotropina, producida por el hipotálamo. El exceso de esta hormona es una de las causas de la hepatitis, hipotiroidismo y de los trastornos de ansiedad y de estado de ánimo como la bipolaridad y la depresión. La segunda sustancia es la corticotropina, esta produce nerviosismo, inquietud, confusión, insomnio, latidos irregulares del corazón, debilidad, dolores estomacales, hinchazón en pies, aumento de apetito favoreciendo a la obesidad. La tercera sustancia es el cortisol, esta hormona normalmente regula los niveles de energía y el metabolismo de las grasas y proteínas, sin embargo, el exceso de esta hormona a largo plazo suprime el sistema inmunológico y nos deja vulnerables a diversas alergias, infecciones, etc., causando también hipertensión y favorece enfermedades cardiovasculares y a la diabetes, ulcera, gastritis, daña el hígado, etc... La cuarta sustancia es producida por el páncreas, es la insulina, normalmente nos ayuda a mantener el nivel de energía del cuerpo pero el exceso de esta, produce resistencia a la insulina, es decir, el cuerpo pierde la capacidad para sintetizarla.

En necesario mantener un poco de estrés, hay que evitar el estrés crónico pero el estrés agudo es siempre muy bueno para la supervivencia, este estrés aumenta la memoria pero si es excesivo disminuye totalmente la memoria. La razón es que las hormonas del estrés te ponen en “guardia” se trata del subidón que busca la gente cuando está trabajando y quiere terminar un proyecto, pero si es excesivo en algún momento el cerebro empieza a confundir todo lo que hay que memorizar y por culpa del estrés el rendimiento de la memoria disminuye.

Ahora bien, podemos darnos cuenta que vivir con estrés es la naturalidad de estar vivos, no es problema, se vuelve problema cuando es en exceso, cuando no tenemos control en nuestras actividades.

Llevar una vida con estrés es más fácil de lo que se piensa. Debemos de relajarnos, descansar, hacer ejercicio, organizar nuestro tiempo, darle un orden a nuestras prioridades, aprender a decir no cuando no nos sentimos seguros de querer hacer algo, comer sanamente sin abusar de la cafeína y del azúcar, ya que estos nos ponen aún más nerviosos. Debemos ser realistas y no fijarnos metas imposibles, también conversar y expresar lo que sentimos nos ayuda a liberar la fuerte carga de estrés que llevamos dentro.

CONCLUSIONES

Para concluir, podemos decir que el estrés es la respuesta ante una preocupación por parte del organismo, todos la hemos sentido alguna vez en mayor o menor grado, siguiendo los pasos anteriores nos muestra cómo podemos disminuir el estrés, que si bien, no nos asegura que no vallamos a estresarnos nunca más, si no que nos ayuda a afrontarlo mejor y a conseguir una nueva forma de ser para no hundirnos y salir de el sin afectar nuestra salud ni nuestro estilo de vida.

La clave para el estrés está en que logremos equilibrar descanso, alimentación, ejercicio físico, trabajo-escuela y el ocio.

Debemos entender que no existe la perfección sino el trabajo bien hecho. Todo cuerpo tiene límites y debemos aceptar cuando no podemos sobrepasarlos, sino estaríamos afectando tanto nuestro rendimiento y salud como nuestra vida.