EL GRAN ALMA DE LA TOGA.
Enviado por Eric • 23 de Abril de 2018 • 4.847 Palabras (20 Páginas) • 931 Visitas
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En lo personal me parece que recae mucho lo que es la familia y los valores que se enseñan en casa, porque hoy en día podemos ver como valores tan importantes como este, (la justicia) han sido olvidados por muchos. Dejando por visto que la ambición y la corrupción no nos lleva a nada bueno.
La moral del abogado debe defender las causas justas, el abogado hace lo moralmente posible por defender a su cliente. Cuando decimos que no pueden defender reglas o causas justas se implican que esos casos que realmente violan los preceptos de justicias; es mejor dejarlos a un lado, no seguir con estos casos que nos llevan a actuar en contra de la ley y terminemos siendo personas injustas y corruptas.
Por eso es mejor seguir con nuestra vida recta y lo importante es prometerle al cliente lo que realmente podemos cumplir.
El autor menciona algo importante: (Abogado que sucumba al qué dirán, debe tener manchada su hoja de servicios con la nota de cobardía) es decir si nos dejamos llevar por lo que dicen los demás jamás llegaremos a ser quienes en un principio soñamos que seríamos.
No es lícito vacilar ni retroceder por miedo a la crítica, pues es un monstruo de mil cabezas, cuando la línea del beber nos llama hay que cumplirla a todo trance y lo más importante es no darnos por vencidos y menos cuando estamos haciendo lo correcto y llevamos a cabo una pura y justa solución.
Según ángel ossorio los siguientes preceptos son muy importantes para regir en la vida profesional de futuros abogados y como principio hay que tener una ética.
Un punto para resaltar es la sensibilidad: pues ya que el abogado no puede ser frio de alma ni emocionable.
El abogado actúa sobre las pasiones, las ansias, los apetitos también de cómo se consume la humanidad y si su corazón es ajeno a todo ello personalmente mi pregunta sería ¿Cómo él tendría su celebro? Quien no sepa el dolor, ni comprenda el entusiasmo, ni ambicione la felicidad, como acompañara a los combatientes y sin embargo es ilícito que tomemos lo bienes y males ajenos como si fueran propios y obremos como comandarías del interés que defendernos.
Aunque, como nos dice el autor hay casos en los que por un buen motivo sea necesario hacer una chicanearía pues ya que esto queda en la conciencia de cada abogado hacerlo o no.
Se afirma que la chicana es algo malo, porque de cierta forma es como tergiversar la ley para nuestro beneficio o más bien para el beneficio del cliente. Pero el sentido del buen desempeño de la abogacía es algo que se ha ido perdiendo. Pues ya que donde la chicana puede que en ciertos casos no sea tan mal vista como en otros.
Desde mi punto de vista la sensibilidad hace que muchas personas crean conectarse en algún momento con su abogado es decir, que este pueda sentir un poco de su sufrimiento.
Pero me parece que el abogado debería detenerse a analizar la situación también preocuparse por su cliente sin pasar ese límite en el que todo se vuelve personal, ampararse y hacer buen uso de lo que dicta la ley. Fijándose bien en sus emociones, su personalidad, su motivación, su comportamiento social y por ultimo tratando el conflicto y dándole solución.
La sabiduría popular ha dicho acertadamente que pasión quita conocimiento y que nadie es juez en causa propia, pero también hay que destacar de la conveniencia el letrado que ha de tener la misma remuneración legítima; pues ya que cualquiera que sea el resultado de negocio aconseja con templadamente y procede de comedura y termina haciendo lo que la moral y la ley consienten.
El que sabe que ganara más o menos según la solución que obtenga tiene ya nublada la vista.
La codicia es un punto donde los abogados fallan por que pierden su serena austeridad, participa la ofuscación de su defendido lejos de ser un canal termina siendo un torrente.
También un punto resaltado en el libro es el desdoblamiento psíquico que está muy bien redactado. pues ya que el profesor ángel majorana dice que el
Desdoblamiento psíquico es el fenómeno por el cual el abogado se compenetra con el cliente de tal manera que pierde toda su postura personal. También dice que el abogado “yo no soy yo, si no mi cliente” es decir en el de la duplicidad de personalidades hasta tal punto soy mi cliente, practicando un noble renunciamiento, y desde tal punto soy yo mismo usando facultades irrenunciables. Pero ángel ossorio piensa que el desdoblamiento psíquico no ha de interponerse en el sentido que lo hace majorana.
Plantea que sería bueno dejar a un lado nuestros intereses y nuestro bienestar, y ponernos en los zapatos del cliente. Pues no es cuestión de olvidarse quiénes somos, sino el renunciar a ciertas cosas que podrían interrumpir nuestro trabajo y utilizar nuestras facultades como buenos abogados.
Matar el sensualismo en servicio del deber o el liberal, eso es sustancial en la abogacía; defender sin cobrar, defender a quien nos ofendió, defender a costa de perder amigos y protectores, defender acordándole juria y la impopularidad. en esta disposición del ánimo esta es la esencia de la abogacía que sin tales prendas perdería su razón de existir.
La independencia en sentido de libertad desde mi punto de vista se define según las palabras de Raimon pounce “en ninguna parte es más completa la libertad que en el foro” pues ya que la disciplina profesional es leve para los ciudadanos y que su dignidad apenas añade nada a los deberes que una conciencia poco dedicada se traza de sí misma desde que se crea por su trabajo una situación regular.
El abogado no depende más que de sí mismo, es el hombre libre, solo pesa sobre servidumbres voluntarias, teniendo en cuenta que ninguna autoridad exterior detiene su actividad individual. Pues ya que a nadie le cuenta sus opiniones, sus palabras, sus actos; de ahí en el abogado es un orgullo natural siendo a veces quisquilloso, teniendo un desdén a lo que es oficial y jerarquizado.
Dentro de este marco que se tiene también se encuentra el trabajo del abogado como tal y en cuanto la manera de trabajar se define que sería gozado querer dar consejos.
La abogacía es simplemente espectacular pues ya que es un trabajo que necesita de mucha dedicación y esfuerzo, pero más que todo necesita ser amado. También Involucra muchos sacrificios, como el dedicarle muchísimas de nuestras horas de sueño.
Aunque el autor nos dice que es preferible que le dediquemos las primeras horas de la mañana porque así le entregamos nuestros primeros esfuerzos
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