EL SISTEMA EDUCATIVO DE MÉXICO VS EL SISTEMA EDUCATIVO DE FINLANDIA

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como Finlandia y una de las principales razones es el tamaño de la población estudiantil, mientras en Finlandia se registran un millón doscientos mil estudiantes a comparación de la población estudiantil en México que oscila entre veinticinco millones novecientos mil estudiantes tan sólo en educación básica, lo que de cierta manera imposibilita seguir el patrón de educación de Finlandia debido a la gran cantidad de estudiantes, ya que en Finlandia por salón máximo hay 24 alumnos y en México hasta 60 alumnos lo que evidentemente no ayuda en nada al aprendizaje de los alumnos, otra gran diferencia con Finlandia es la formación de los docentes, mientras que en ese país para poder estar frente a un grupo el docente debe contar con una maestría como mínimo lo cual demanda una formación de calidad, los docentes mientras están en la escuela no piensan en otra cosa más que en el aprendizaje de los alumnos, se preocupan por lograr sus objetivos más sin en cambio en México la mayoría de los docentes tienen una formación normalista generalmente docentes que trabajan en nivel básico y hablando de nivel medio superior y superior la mayoría de los docentes tienen una licenciatura y minoría cuentan con una maestría, una gran desventaja ya que no es que recaiga todo el peso del aprendizaje en los docentes pero sin duda son una parte fundamental en la educación y si no están pedagógicamente preparados para ser una guía con sus alumnos, serán uno de los muchos obstáculos con los que la educación de México debe trabajar.

Otro gran cuestionamiento es que en Finlandia solo se utiliza el 6.5 % del PIB (Producto Interno Bruto) destinado a la educación que cabe mencionar que es totalmente gratuita mientras que en México se utiliza el 7% del PIB y entonces ¿Si se invierte tanto en la educación? ¿Qué es lo que pasa? Tal vez todo ese dinero es mal invertido y en beneficio no precisamente de la educación.

Como lo menciona Rius (2013) Cierto es que en los últimos años ha aumentado el gasto destinado a la educación (20.3 % del gasto público), pero decir que se gaste mucho no significa que se gaste eficientemente. Se gasta mucho, pero la mayoría del dinero se utiliza para pagar los sueldos de la creciente burocracia de la SEP y de los sindica¬tos del magisterio.

Si el dinero que está destinado a la educación se administrara de la forma correcta y tuviera como prioridad mejorar las infraestructuras de las escuelas, dotar de materiales didácticos a los salones, ofrecer a los alumnos como bien lo plantea el artículo tercero constitucional una educación de calidad, con todos los insumos necesarios para fomentar el aprendizaje se estaría más cerca de la meta.

No basta solo con la inversión monetaria ya que también se requiere de una buena inversión de tiempo para que lo planeado funcione y sean planes realistas y al alcance de todos los docentes y alumnos, adecuados a los contextos que se viven en México, tal y como lo hacen en Finlandia en primera no saturan de materias a los alumnos, son materias útiles y que dejaran aprendizajes significativos en los alumnos, en México las materias varían y más en educación secundaria, son demasiadas aproximadamente son nueve materias las que cursan y de las cuales muchas veces al transcurrir el tiempo no recuerdan, en Finlandia llevan materias como administración del hogar, economía doméstica, materias que sin duda van más allá de memorizar y repetir conceptos, teorías, problemas que no dejaran nada significativo en la vida diaria.

Otra gran diferencia del Sistema Educativo Finlandés con el Sistema Educativo Mexicano es que en Finlandia comienzan a ir a la escuela a los siete años, el preescolar allá no es obligatorio.

No hay distinción entre secundarias generales y técnicas como las que prevalecen en México o en otros países. La separación de una enseñanza y otra empieza a partir de la educación media y superior donde las modalidades en Finlandia se dividen, en dos: educación preparatoria (con duración de tres años) y vocacional (dos o tres años). Al finalizar la educación media superior, el sistema se divide en dos grandes opciones: educación universitaria (con modalidades de tres y cinco años) y politécnica (tres y cuatro años de duración). (Andere,