ESCUCHA EMPATICA

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En la cuarta etapa de escucha empática; se procura auténticamente comprender, así como al parafrasear el contenido y reflejar el sentimiento, se proporciona aire psicológico; también se ayuda al otro a elaborar sus propios pensamientos y sentimientos; y a medida que aumenta su confianza en el deseo sincero que tienes para escucharlo y comprenderlo, va disminuyendo la barrera entre lo que realmente le sucede dentro de él y lo que comunica.

Cuando las personas tienen la oportunidad de abrirse, a menudo desenmarañan sus problemas y en el proceso perciben con claridad las soluciones. En otros casos, necesitan realmente una perspectiva y ayuda adicional. La clave es procurar auténticamente el bienestar del individuo, escuchar con empatía, permitir que la persona llegue al problema y a la solución con su propio ritmo y en el momento conveniente a su paso; capa tras capa: es como pelar una cebolla hasta que se llega a su esencia

Para enfatizar ni siquiera es necesario que se hable; incluso algunas veces las palabras son obstáculos, siendo esta una de las razones por las cuales la técnica sola no da resultado, ya que también son necesarias las habilidades, pero dichas habilidades no serán efectivas a menos que surjan de un deseo sincero de comprender.

Un oyente empático que tiene discernimiento puede interpretar con rapidez lo que sucede en un nivel profundo, y sabe mostrar tal aceptación, tal comprensión, que los otros no sienten que sea peligroso retirar capa tras capa hasta llegar al núcleo íntimo y tierno en el que reside realmente el problema. La gente quiere ser comprendida. Y sea cual fuere el tiempo que lleva hacerlo, el tiempo ahorrado será mucho mayor cuando se trabaje partiendo de una comprensión precisa de los problemas y cuestiones, y de la cuantiosa cuenta bancaria emocional que se genera cuando alguien se siente profundamente comprendido.

Todas las personas comprendemos lo hechos según nuestros propios paradigmas y creencias, incluso muchas veces no entendemos el enfoque con el que lo ve otra persona. Esto se convierte en un problema cuando se tiene que negociar algo o se pertenece a un grupo de personas que a pesar de tener diferentes perspectivas tienen que llegar a un acuerdo único que beneficie a todas las partes o en todo caso que ayude a cumplir con los objetivos propuestos.

Sin embargo lograr llegar a una solución no significa que una persona deba cerrarse en lo que cree y olvidar a los demás, sino que debe escuchar y comprender a las otras personas, porque así podemos estar seguros de lo que verdaderamente sienten y quieren. Así mismo no todo se trata de comprender, sino que también debemos ser comprendidos, por eso es muy importante que una vez que mostramos comprensión, debemos exponer nuestras ideas concretamente con el fin de poder llegar mediante el uso de la lógica y el razonamiento en conjunto a una solución o resultado que beneficie a todos.

Sin lugar a dudas comprender antes de tratar de imponer nuestras percepciones o creencias nos hace más efectivos ante una situación de negociación, trabajo en grupo o cualquier acontecimiento de la vida diaria, incluso en la familia y la empresa. Nos ayuda a ser más empáticos, pacientes, a tener una mejor comunicación y a aprender a respetar a las personas.