El Libro del Vino

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Pocos alimentos en el mundo tienen las virtudes sensoriales que posee un vino, es por esto que las personas expertas en la cata de los vinos ponen todos sus sentidos a disposición del preciado líquido. Desde la vista que se maravilla con la calidad cromática de un buen vino, para realizar una cata es recomendable el uso de copas de cristal blanco, con el fin de poder apreciar su color y de allí partir a encontrar defectos en este, si es que lo hubiera. En cuanto a los componentes aromáticos del vino para realizar una cata lo mejor es no tener cerca ni flores, ni frutas, ni una persona excesivamente perfumada, y es sencillo, el vino contiene en si aromas frutales y florales, cuando lo ponemos cerca de elementos con esta misma condición afecta seriamente no solo al vino, sino también nuestros sentidos.

El sentido del gusto parte fundamental de una cata, a menudo se piensa que el sentido del gusto esta dado solamente por la lengua y las papilas gustativas, y nos olvidamos de la pituitaria que juega un rol de la mayor importancia, no nos podemos referir al gusto sin hablar de ella , que es un órgano rico en capacidades sensoriales, y puede afirmarse que son los olores que deprende la comida o la bebida, tanto antes de su ingestión como durante su masticación, lo que nos permite gozar de esa variedad casi infinita de los que llamamos sabores.

Para la cata de vinos los expertos en esta área, digamos que son bastante estrictos, empezare por decir que los vinos se ofrecen a ciegas, en sus botellas no vamos a encontrar nada de etiquetas ni muchos menos algún indicativo que nos diga qué clase de bebida es, los catadores deben haberse abstenido de fumar o tomar café y algunos alimentos más que puedan afectar su sentido del gusto, esto varias horas antes del inicio de la cata, generalmente la cata se desarrolla entre las once de la noche y la una de la mañana y también no haber usado jabones olorosos, perfumes y otros elementos olorosos. En fin el mundo de la cata es un mundo de reglas pero en si un mundo maravilloso.

Para terminar quisiera en este informe anexar unas líneas literales del autor Carlos Delgado que en mi concepción definen por mucho lo que fue este libro para mí.

“Tomar un vino puede parecer, a simple vista, un acto sencillo, intrascendente, pero nada más alejado de la realidad. Incluso cuando «chateamos» despreocupadamente, toda una compleja red de factores psicológicos, fisiológicos, biológicos y sociales entran en funcionamiento. Es lo que, algo pedantemente, los técnicos en la materia llaman « poli sensorialidad de la experiencia dipsica»”

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