El Proceso de Reformas en Educación.

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Peticiones que vistas en su minuto eran impensadas y que de a poco han ido apoderándose del inconsciente colectivo, porque hubo un reforzamiento de las ideas en una segunda oleada de manifestaciones, año 2011, las comisiones, ministros, subsecretarios, se sucedieron como nunca antes, quiero pensar que como indicaba en un comienzo, las posibilidades de hacer una crítica a la ley solo se medirá en el largo plazo, pero si ya pasó un cuarto de siglo para realizar estas primeras grandes reformas en Educación, a diez años de las primeras manifestaciones que dan como resultado esta ley, otro tiempo para esperar la desmunicipalización y quien sabe cuántos para esperar y medir resultados académicos con las mismas herramientas de origen.

En el año 2011 parece no haber habido alternativa, las leyes debían hacerse si o si, las comisiones debían dar luces lo antes posible, otro estallido estudiantil se mostraba aún más incisivo y podía contagiar al resto de la sociedad, sociedad que era sacudida cada cierto tiempo entre la costumbre, solidaridad y hastío con las manifestaciones estudiantiles y sus derivaciones, pero las pérdidas de fuerza de los movimientos tienen que ver con la conformidad, asimilación y cambio de pensamiento del conjunto, de los protagonistas y de la sociedad, por tanto cada estallido estudiantil dará pequeños impulsos, células germinales y brotes incubados en tierra que demandará agua y fertilizantes en abundancia. Esto me hace pensar en si estaremos a tiempo en este tipo de reformas en torno al cómo lo hacemos mientras debemos estar pensando en el cómo y el qué, creo que cuando tengamos los primeros grandes resultados de los alumnos (con un cambio también en las pruebas de medición, SIMCE), el paradigma educacional habrá cambiado en diez años más, tal vez sea demasiado tarde si es que no pensamos en el conjunto.

Con las herramientas tecnológicas que tenernos hoy en día como Google en donde uno pregunta lo que quiere o busca lo que quiere, Wikipedia una enciclopedia libre, EDX, una página creada por la Universidad de Harvard y el MIT donde se pueden hacer diplomados sin costo, en donde te envían una copia en pdf del título o bien se puede pagar alrededor de 50 dólares para que envíen el original por correo, Homeschooling otra forma no presencial de Escuela, un surrealismo pedagógico. En 1988 en una entrevista realizada a Isaac Asimov este advertía de los cambios radicales que las maquinas producirían en la sociedad, especialmente anticipaba Internet y como esto influiría en la educación de las personas al entrar en contacto desde niño con un computador al cual pudiera preguntarle de todo, a su ritmo, en casa. Nos anticipaba con cierta claridad lo que hoy nos ocurre, probablemente nos gustaría que alumnos utilizaran de mejor forma los aparatos y la conexión pero es un inicio, tengo la impresión que las reformas que podían haber sido realizadas hace años tenían efectos concretos en los estudiantes y por consiguiente en la sociedad porque los adelantos tecnológicos iban en cierta medida al mismo nivel que los progresos estudiantiles o no impactaban a todo el conjunto.

En este momento los alumnos con altas carencias de todo tipo tienen acceso a aparatos con conexión a Internet y aunque es difícil sus interacción total y su conocimiento, si acceden a los servicios que buscan, (juegos, imágenes, videos), al recordar las palabras de Asimov no veo solo la ciencia ficción convertida en realidad sino una distorsión, la distorsión de una realidad en la que los estudiantes cada vez tienen menos interés en las materias, ya lo asumía él como la necesidad urgente de terminar lo antes posible la Escuela como liberación o el final del estudio sin pensar en la educación como una continuidad o algo deseemos hacer siempre. No digamos que solo hay desinterés en las materias tradicionales como Matemática y Lenguaje, sino que poco se interesan por el Arte, por tanto es un cuestionamiento constante el hecho de tener que hacer clases cada vez más diversas, con más recursos interactivos, en donde ya no puede haber una simple revisión del Renacimiento, porque eso no llama la atención, habría que partir con un currículo que comience en el siglo XX, con suerte en donde lo más atractivo puedan ser las vanguardias como en algunas veces lo he comprobado, que pasará cuando Surrealismo y Dadaísmo dejen de causar un efecto, nada tendría sentido, por cierto que se cumplirá la noción de tradición de la Escuela, de adaptarse dentro de la medida de lo posible, yo ya me habré adaptado al sistema, suficientemente me habré negado a usar materiales intrascendentes como el lápiz de color, en desmedro de otros que constantemente causan la molestia de colegas y jefes por ser inadecuados y sucios.

¿Qué debemos enseñar?, ¿por cuantas horas al día?, ¿por cuantos años en la vida?, ¿en qué lugar?, ¿seguirá siendo la Escuela? y si es la Escuela, ¿qué condiciones tendrá?, una nueva reforma debiera incluir una respuesta por lo menos tentativa, adaptarnos a la futura Escuela, con un currículo libre o diseñado pensando en el entorno, en el impulso desde y hacia a tecnología, con un mayor realce en las humanidades, los que nos obligaría también a pensar el tipo de sociedad que queremos, sería mucho pedir un nuevo sistema idealizado y utópico, pero si no nos adecuamos por los menos al nivel que avanzan y retroceden los estudiantes, corremos el riesgo de quedar aun más atrás en contenidos verdaderamente relevantes y en una probablemente mayor distancia con los estudiantes, que son el motivo de todas nuestros alegatos constantes, estudiantes ajenos sin duda a nuestras teorías de las cuales tampoco son consultados, pero llegará el día en que nos muestren el camino de forma más simple posible.