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El ejecutante y el artista

Enviado por   •  4 de Mayo de 2018  •  2.394 Palabras (10 Páginas)  •  290 Visitas

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La danza clásica ha funcionado durante mucho tiempo con una pedagogía tradicionalista[1], aparentemente y corporalmente ha dado resultados, eso desde el punto de vista exterior, pero el mundo gira, la sociedad evoluciona y el arte no puede quedar estático. La danza como arte es aquella que te mueve, te hace vibrar, esa que “Con-mueve al espectador” (Bardet, 2012) y en la actualidad cada vez existen más comentaros del público como; “Pues muy bonito, pero nada más”, “Siempre es lo mismo”, etc.; ya no existe novedad, no existe pasión por parte del bailarín, como estremecer a alguien si no eres capaz de estremecerte a ti mismo, es necesario enchinarte la piel a ti mismo para de esta forma todo eso que se siente poder transmitirlo.

Reitero mi empeño por distinguir los maestros de danza como pilar fundamental en la formación artística de bailarines, quisiera resaltar a dos tipos de maestros muy usuales en este campo artístico y dejarlos claro para evitar caer en alguno de ellos. Tenemos a aquel maestro realmente inspirador, con ese que puedes trabajar y sacar lo mejor de ti, que con su voz, su mirada, su toque se logra mucho en tu cuerpo y en tu interior mientras se está en su clase, pero que sucede cuando no está, es verdad que se pierde todo el trabajo logrado, el estudiante se encuentra y existe a expensas del maestro, pero sin él no sabe cómo ser, es complicado y como futura docente deseo descifrarlo.

Por otro lado tenemos al típico maestro autoritario, conductista[2], hasta en cierto grado inhumano, que si bien logra resultados, estos son a base de una educación rígida, lo que ocasiona también en el estudiante rigidez corporal, baja autoestima, falta de expresión, angustia y miedo por el que dirán y a la hora de ir al escenario inseguridad y con todo esto el maestro tiene expresiones como: “Pero expresa”, “Siéntelo”, “Cambia esa cara”, “Suavidad al movimiento”, sin realmente darse cuenta que esa rigidez e inexpresión se deben a gran parte a su formación.

Mi cabeza da vueltas, al darme cuenta la gran responsabilidad que conlleva el ser docente de una carrera artística y es que no es sencillo, es nuestro deber hacer el cambio, para lo que se está convirtiendo en una serie de pasos gimnásticos sea transformado a realmente arte, a de verdad DANZA, ya basta de crear ejecutantes, es momento de formar artistas y es que como resalta Patricia Cardona “La formación de bailarines es en verdad, una poética”, las futuras generaciones vienen cada vez más fuertes y si este aparato de educación demuestra aparentemente ser efectivo, aunado a otro campo de enseñanza más cercano a la poesía, realmente tendremos verdaderos artistas y es que “El mundo necesita gente que amelo que hace” George H. Murdaskedano.

Apuesto por una enseñanza en donde la creatividad potencialice, como estudiante de Pedagogía me he dado cuenta que esta capacidad se ha ido perdiendo, la tecnología avanza tan rápidamente que desde la infancia la imaginación se ha ido vaciando, ya no existe espacio para crear y me parece que la creatividad es una fuente de verdadera inspiración de una forma interna del individuo; “La creatividad constituye un valor de cambio, una autentica fuente de vitalidad, un tesoro por el que los hombres venderán s alma al diablo” Patricia Cardona, considero que es esto lo que te convierte en alguien más allá que esa persona que solo ejecuta danza, te convierte en un artista, con su propia esencia e individualidad y eso es lo que busca la poética; “Propiciar la autoformación a partir del desarrollo de las capacidades creativas del individuo” (Cardona, 2012)

Hay que tener muy claro que vamos a trabajar con seres humanos, ni siquiera con cuerpos, porque no están vacíos, tienen mente y alma, no son esculturas de piedra, no basta con que se vean bonitos; si no que disfruten y amen la danza a tal grado que bailen por necesidad, por placer y no por obligación.

Como docentes de danza clásica, es momento de buscar alternativas didácticas en donde logremos que en el estudiante emerja arte desde una forma individual y autónoma, considero que el peor error es crear copias de bailarines, aquellos quieren ser como el maestro o como algún bailarín que vieron en YouTube, en ese momento ya no existe creatividad, sino simplemente un intento de copia de alguien más, en donde se pierde la esencia y se deja de ser uno mismo, como señala Víctor Hugo en su manifiesto romántico; “El arte no tiene más que una regla, no hay reglas” (Hugo, 1999).

Aunado a todo esto me parece muy importante hablar sobre el aspecto de la disciplina[3], la abordare partiendo de Michael Foucault que señala que “La disciplina es una autonomía política del detalle”, si bien me queda claro que Foucault la describe desde un punto de vista de la cárcel en su obra “Vigilar y castigar”, este extremo me permite reconocer que la disciplina es de gran importancia, en todos los campos, no solo en la Danza, este permite el funcionamiento ordenado y organizado y por lo tanto el alcance de objetivos propuestos de manera personal.

Desde mi experiencia personal me paree que la disciplina constituye un elemento esencial, esta abre muchas puertas ya que implica gran responsabilidad y compromiso, como rescata Foucault; “Es aquello lo que logra la autonomía, el no necesitar de nadie para actuar” y es aquí donde los extremos de los maestros de danza quedan, podría decir desplazados, el bailarín gozando de individualidad y autonomía, podrá decidir aquello que toma y aquello que deja de cada uno de los maestros que pasan por su carrera artística de acuerdo a sus propios objetivos.

En conclusión; estoy consciente de la tarea tan complicada que tenemos como docentes, mi propuesta es un campo de enseñanza que combine la pedagogía tradicionalista en donde “La práctica hace al maestro” (Anónimo), una pedagogía constructivista[4], en donde exista la cooperación y comunicación, porque es cierto que el maestro también aprende mucho del alumno y una pedagogía humanista[5], donde no queden de lado los valores, como decía, somos seres humanos y es este conjunto lo que funcionaria para tener futuros “Bailarines magistrales, no solo en el sentido del virtuosismo, si no por su capacidad de impactar a los espectadores, de estremecerlos tal y como lo logran los buenos artistas” (Cardona, 2012)

Ser docentes innovadores, crear estrategias “Para mantener viva la creatividad y alcanzar objetivos claros, refieren muchos creadores, hay que poner trampas a la mente de tal suerte que permanezca en estado de alerta” (Ibid)

Apuesto por una educación poética; “Acción que hace del sujeto una persona creativa,

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