Artistas, clientes y academias de la Edad Moderna
Enviado por tolero • 30 de Noviembre de 2017 • 2.194 Palabras (9 Páginas) • 607 Visitas
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A partir de los últimos años del siglo XIX la reputación y fama de Murillo comenzó a decaer lentamente. Charles B. Curtis hizo un catálogo dedicado a Velázquez y a Murillo que publicó en el año 1883, en dicho catálogo la figura de Murillo pasa a estar en segundo plano ya que se le empieza a considerar el segundo de los pintores cuando apenas treinta años atrás seguía siendo el primero de los artistas sevillanos. Se comenzó, por este hecho, a poner de moda, menospreciar los méritos artistas de Murillo por su gran dedicación a la pintura de temática religiosa, especialmente a la realización de Inmaculadas. Murillo realizo una gran serie de Inmaculadas, hecho que en vida le otorgo mucha fama y prestigio al igual que su dedicación por la pintura de género en la que realizo muchas obras en las que se representaban niños, sobre todo niños en la calle. Estas dos dedicaciones de Murillo le llevaron en el siglo XX a ser considerado, como ya se ha mencionado, un artista demasiado sensible, se le valoraba simplemente y en varias ocasiones negativamente como una artista del barroco que realizaba Inmaculadas y dibujos de niños.
Aunque las pinturas de género no representan un gran volumen del total de las obras de Murillo, forman el único campo en el que el artista trabajo a parte de la realización de imágenes religiosas. La representación de niños durante todo el periodo de la historia del arte, ha sido un tema que ha preocupado a los artistas por su difícil realización, además la realización de cuadros de género en la que los personajes representados fueran únicamente infantiles era muy poco frecuente hasta mediado del siglo XVII la mayoría de artistas realizaba retratos de niños de bastante baja calidad pictórica, y el hecho que durante el siglo XX no se entendía fue que Bartolomé Esteban Murillo realizaba cuadros en los que frecuentemente salían niños porque él sí sabía representar a los niños, sí sabía mostrar sus expresiones con muchísima más calidad que los artistas que lo intentaban y que anteriormente a él lo hicieron, y por esta razón los coleccionistas y cortesanos de la época le pedían cuadros y le hacían encargos incluso en el extranjero, por esta razón Murillo en cuanto a pintura de género posee su único paralelo en el pintor Bernard Keli (1624-1687), contemporáneo al pintor sevillano. Lo mismo ocurría con los cuadros de temática religiosa, dado que Murillo fue prioritariamente un pintor dedicado a las obras religiosas, y su pintura representó perfectamente, e incluso contribuyó en gran medida a modificar los objetivos del arte religioso en España durante la segunda mitad del siglo XVII. La mayoría de obras que realizó Murillo de temática religiosa fueron encargos de las órdenes monásticas y de las iglesias de Sevilla y otras ciudades andaluzas, y sin duda mostraban las formas de piedad y los temas que tenían preferencia en sus clientes y el público devoto que existía en la Andalucía de este periodo. [pic 7][pic 8]
La humilde posición en la que se ha encasillado a Murillo, con respecto a lo que el artista sevillano fue anteriormente, es fruto de uno de esos grandes cambios generacionales que se producen en el gusto, que periódicamente se producen a lo largo de la historia, pero en este caso el cambio de gusto ha llevado consigo la caída en el olvido de un artista con mucha calidad, y por supuesto un pintor no menos que otros artistas barrocos cuya valoración ha sido superior y se han encontrado en niveles de calidad pictórica mucho más elevados. Sin embargo podemos hablar de un proceso de cambio con respecto a la valoración y al estudio de Murillo durante los últimos años. Gracias al cambio sufrido nuevamente en el punto de vista de los interesados en el arte ha comenzado a producirse este cambio y como consecuencia a este cambio una merecida revalorización del arte de Murillo, que es ya un proceso puesto en marcha. Este redescubrimiento del arte de Murillo se debe a los historiadores de arte que mediante libros y nuevas investigaciones han sacado a la luz de nuevo el incuestionable valor del pintor sevillano. Algunos ejemplos de estos investigadores son, Diego Angulo Iñiguez, cuyos estudios sobre Murillo a lo largo de los últimos años del siglo XX, que han culminado con la publicación de una espléndida monografía y catálogo de la obra del artista sevillano, y Nina Ayala Mallory quien público su libro titulado nada más que con el nombre completo del artista “Bartolomé Esteban Murillo” en 1983 y con el cual quiso mostrar la gran calidad del artista haciendo un recorrido por su vida y obra a la vez que cuenta los cambios sufridos por el gusto y la valoración que recaía sobre el artista a lo largo de la historia, desde que Murillo comenzó a dar las primeras pinceladas hasta llegar a nuestros días. [pic 9][pic 10]
Por último y a modo de opinión personal me gustaría reflejar que antes de la realización de este trabajo, mi gusto por murillo se basaba en lo transmitido por los libros y documentos de los que hablábamos al principio de este escrito, soportes en los cuales se ha dejado de valorar a murillo como lo que realmente fue en su día. Me considero un ejemplo en cuanto a persona interesada por el arte, en especial por el arte barroco, que ha redescubierto un artista lleno de valor que no dudaré en trasmitir a la gente que sigue pensando que Bartolomé Esteban Murillo fue y es un pintor de segunda ya que ha demostrado estar siempre entre los mejores artistas de la historia de la pintura en España.
Bibliografía utilizada
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NAVARRETE PRIETO, Benito & PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso E, El Joven Murillo, Catálogo de la exposición celebrada en el Museo de Bellas Artes de Bilbao del 19 de octubre de 2009 al 17 de enero de 2010 y en el Museo de Bellas Artes de Sevilla del 18 de febrero al 30 de mayo de 2010. Sevilla 2009, Museo de Bellas Artes de Sevilla, Conserjería de Cultura.
- AYALA MALLORY, Nina, Bartolomé Esteban Murillo, Madrid 1983, Alianza Forma.
- ANGULO IÑIGUEZ, Diego, Murillo: su vida, su arte, su obra, Sevilla 1999, Espasa- Calpe. S.A.
Imágenes utilizadas
- Fig. 1. Murillo, Autorretrato, 1670, National Gallery de Londres, Fuente: Antehistoria: http://www.artehistoria.com/v2/obras/10705.htm
- Fig. 2. Murillo, Inmaculada Concepción de los Venerables o «de Soult», La, 1678, Museo del Prado de Madrid, Fuente: Museo del Prado: https://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/inmaculada-concepcion-de-los-venerables-o-de/6bb0aadc-4b8d-48d7-a14f-ca4d45a11e6d
- Fig. 3. Murillo,
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