El futuro de la Democracia – Norberto Bobbio - 2008.
Enviado por monto2435 • 17 de Octubre de 2018 • 1.794 Palabras (8 Páginas) • 351 Visitas
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Finalmente nos indica que la Democracia tiene dos ejes, el vertical que es donde están las autoridades jerarquizadas y horizontal que es donde están los ciudadanos quienes tienen los poderes de control una vez que hayan votado. La función del ciudadano cuando no tiene que votar es controlar a las autoridades mediante los mecanismos de control del sistema.
Resumen
En el texto el autor nos presenta las diferencias entre la democracia de los antiguos y la de los modernos, encuentra que la de los primeros fue directa, en tanto que la de los segundos es representativa. Por democracia directa se entiende la participación de todos los ciudadanos en todas las decisiones que le atañen. En la democracia representativa, por el contrario, las deliberaciones colectivas no son tomadas directamente por quienes forman parte de ella, sino por personas elegidas para este fin. Se escucha siempre decir, que de los dos tipos de democracia, la verdadera es la directa. Este comentario, dice Bobbio, sigue aún presente, aunque requiere de un análisis más preciso.
Cita el autor que Rousseau afirmó que una verdadera democracia jamás había existido ni existirá, la demanda de una mayor democracia se sigue entendiendo como el afianzamiento de la democracia directa, e incluso, continua diciendo, algunos la quieren en sustitución de la democracia representativa. Si tal demanda implica la participación de todos los ciudadanos en todas las decisiones que les afecten, para el autor, tal propuesta es insensata y objetivamente imposible: "sería ridículo, además de irrealista, al menos en el estadio actual del progreso social e intelectual, hacer la hipótesis de una sociedad en la que todos los ciudadanos adultos tengan el derecho de influir directa o indirectamente, en la formación de las decisiones políticas".
En la lectura, El futuro de la democracia, el autor dice que es materialmente imposible que todos decidan todo en sociedades cada vez más complejas como las sociedades industriales modernas, además de ser éticamente indeseable pues llevaría a un ciudadano total y aun Estado total. Ni siquiera Marx pensó en una democracia directa de este tipo totalitario, cuando exaltó el ejercicio del poder directo por parte de los comuneros de París y vio allí el inicio de una organización estatal diferente de la del Estado representativo.
Como se dan partidarios de la democracia directa por doquier, el autor analiza el tema de qué cosas se piden cuando se enuncia la fórmula "de la democracia representativa a la democracia directa". Para el autor este tipo de interrogante político tiene la intención de indicar una especie de aspiración ideal. El problema surge cuando el interrogante suscita más emociones que realidades y se le achacan a la democracia representativa reales males que no le corresponden del todo.
Para el autor, entonces, la democracia representativa y la directa no son sistemas alternativos. En realidad son dos formas que pueden incluso integrarse: "con una fórmula sintética se puede decir que en un sistema democrático integral, las dos formas de democracia son necesarias, pero son, por sí mismas, consideradas suficientes".
El autor concluye que hoy día sí se puede hablar de procesos de democratización, pero entendiéndolo no como el paso de la democracia representativa a la democracia directa, sino como el paso de la democracia política en sentido estricto a la democracia social. En este sentido el autor no entiende el desarrollo de la democracia como afirmación de un nuevo tipo de democracia, sino como su extensión a nuevos espacios. Es esto lo que quiere indicar con su concepto de democracia social, ya que para Bobbio es claro que "una cosa es la democratización del Estado y otra cosa es la democratización de la sociedad"
Acerca del autor
Norberto Bobbio (Turín, 1909 - 2004) Ensayista, profesor y teórico del pensamiento político. Norberto Bobbio nació el 18 de octubre de 1909 en Turín, en el seno de una familia acomodada y relativamente progresista. Su padre, Luigi Bobbio, era uno de los cirujanos más prestigiosos de la ciudad.
En 1927 Bobbio ingresó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Turín. En aquel tiempo todavía pertenecía a los Grupos Universitarios Fascistas (GUP), aunque las mencionadas compañías, unidas a algunos episodios concretos, fueron desvinculándolo de esta vaga militancia. En 1935, una operación de la policía fascista acabó con el arresto domiciliario de Bobbio, debido a que la mayoría de sus amigos formaban parte de la asociación izquierdista Justicia y Libertad.
Poco tiempo después comenzó su currículo como profesor universitario, que en 1938 le llevó a la cátedra de filosofía del derecho de la Universidad de Siena. En 1939 tomó contacto por primera vez con el pensamiento de Thomas Hobbes, filósofo que inspiraría gran parte de su pensamiento político y del que se le considera uno de los mayores especialistas.
La militancia fascista de Bobbio había sido hasta esa época puramente anecdótica (muchos ciudadanos estaban afiliados al Fascio únicamente por razones prácticas, sin tener por ello simpatía por Mussolini y sus ideas), ya que de hecho la práctica totalidad de sus amigos pertenecía a círculos antifascistas.
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