“El Shock del futuro” por Alvin toffler

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Existe otra diferencia, a demás de las ya mencionadas anteriormente, entre el gente del pasado, el gente del presente y el gente del futuro, que seria la transitoriedad, la cual crea una impresión, a un sentimiento de impermanencia para el individuo, es algo con que el hombre ha vivido siempre pero que hoy en día este sentimiento es mas agudo e intimo. Cada individuo tiene o forma relaciones a lo largo del tiempo, y estás crean la trama de la experiencia social del individuo , y no solo esto, si no que además estas relaciones se acortan o se abrevian debido a que se produce un aceleración del ritmo de la vida en la sociedad. Esta situación influye al individuo en su modo de experimentar la realidad, referente al compromiso o en su capacidad de enfrentarse a las situaciones del mundo que les rodea. Por lo que es indicado que el individuo explore la vida en la nueva sociedad, la cual tiene una acelerada transitoriedad.

Para el individuo lo importante cada día es el medio tecnológico que se produce en la sociedad industrial, por lo que las relaciones del hombre con las nuevas cosas que produce la sociedad son más temporales, debido al concepto de una “vez utilizado se tiene que tirar”, para el hombre o individuo las cosas son altamente significativas, no por el hecho de su utilidad funcional, sino también por el impacto psicológico que le producen, este concepto afecta el sentido de continuidad o des-continuidad del individuo y juega un papel importante ya que las cosas contribuyen con el acelerado ritmo de vida de una sociedad superindutrial. Las relaciones entre el individuo y la cosa se hacen cada vez más temporales, ya que las cosas entran, pasan y salen a velocidad siempre creciente, debido a los productos que son creados para ser utilizados una sola vez o por un breve tiempo, esto crea una reducción de la duración de las relaciones entre el individuo y la cosa, esto quiere decir que de vez de crearse las cosas para un lapso de tiempo relativamente largo, se crean para que duren breves periodos, por lo que aumenta la aceleración del ritmo de vida del individuo dentro de la sociedad industrial.

La transitoriedad no solo afecta sentimentalmente al individuo sino también al medio físico que este le rodea, ahora dentro de la sociedad se desmuela calles y ciudades enteras para levantar otras nuevas a velocidad de vértigo, cuando en el pasado el medio físico era mas duradero y ahora todo es temporal.

En el pasado la permanencia era lo ideal, pero con la aceleración del ritmo de vida, la economía de permanencia es sustituida por la economía de transitoriedad. Debido a que la tecnología progresiva tiente a bajar el costo de fabricación mucho mas que el costo de reparación, por lo que al individuo le resulta mas factible compra una cosa nueva que enviarla a reparar y no solo eso sino que los avances de la tecnología permiten mejorar el objeto con el paso del tiempo, por lo que la cosa que el individuo tenia hace unos años atrás hoy es obsoleta o ya tiene mejores cosas, y también que por la aceleración del ritmo de vida aumenta la incertidumbre sobre las necesidades futuras, es decir que ya el individuo compra mas por una necesitad que piensa que tendrá en un futuro, que la que realmente necesita en el momento.

En la sociedad súperindustrializada crea la revolución del alquiler, por el concepto de “una vez utilizado, tírese” , por esto es que el individuo prefiere alquilar algo que sepa que solo usara una vez y de ahí lo dejara a un lado o se convierte algo en desuso. Esto creo que la relación del individuo con la casa sea menor. Esto es parte integrante de todo el proceso de aceleramiento del ritmo de vida. Esto acontece bajo las siguientes condiciones; es cuando la cosa se deteriora, literalmente, hasta no poder usarlo mas, que se solo lo producen con un periodo transitorio, también cuando un nuevo producto entra en escena para hacer mayor eficacia que el antiguo o cuando cambian las necesidades del consumidor, todas estas ciadas al desuso de las cosas se debe a los avances tecnológicos sustanciales. La distorsión del individuo de sus lazos con el medio físico, el acelerado giro de las cosas, constituyen solamente una pequeña parte de un contexto mucho más amplio. Por lo que la vida del individuo se extenderá a la exploración de una sociedad altamente transitoria.

En el capítulo quinto como primer punto se aborda la temática de las nuevas relaciones del hombre en lo que respecta a lo que se considera su forma de vida. Si bien, desde hace ya unos cuantos milenos, con la aparición de la civilización el hombre ha tendido al sedentarismo, tenemos que en la actualidad este ha desarrollado lo que el autor denomina como los nuevo nomadismo. Este nuevo grupo de personas, nuevos nómadas, se caracterizan por realizar viajes diarios o regularmente, de grandes distancias, desde el lugar de su residencia hacia su lugares de trabajo. La anterior situación se facilita y se facilitará aún más en el futuro con la creciente innovación en los medios de transporte, que permiten a cualquiera persona viajar inmensas distancias en tiempos que antes eran inimaginables.

En ese ámbito de movimiento y desarrollo del transporte tenemos que el humano promedio de la actualidad viaja o se mueve el doble de lo que por ejemplo lo haría una persona de hace un siglo o hasta quizás medio siglo. De allí que se puede decir que esa facultad de viajar da al humano una nueva perspectiva más globalizada de su entorno pero que como se verá más adelante también promueve a la desunión o desinterés en los tradicionales vínculos sociales.

Así tenemos que gracias a esta supuesta globalización se evidencia que las personas en sí, en los países más desarrollados y atendiendo a su condición social, tienden a moverse con mayor constancia de un lugar a otro, cambiando de residencia y empleos. Así nos ejemplifica el autor que dentro del contexto europeo y estadounidense se maximiza aquella tendencia gracias a la industrialización de aquellos países, caso contrario encontramos en los menos industrializados y acostumbrados a actividades tradicionales como la agricultura donde las personas tienden a ser sedentarias.

Pero no todas las emigraciones responden a las mismas razones, así tenemos por ejemplo las obligadas de trabajo realizadas por las personas de bajos recursos en busca de nuevas oportunidades de trabajo, esta perspectiva no es tan bien vista en el contexto de la sociedad de la actualidad aun cuando tiene una valida razón de ser. Por otro lado el autor nos muestra otro tipo de emigración, quizás desde un punto de vista clasicista pero real, en la cual las personas de más alto estatus y educación suelen moverse por iguales razones de trabajo pero las de estos se caracterizan por