El mismo argumento de siempre..
Enviado por Jillian • 16 de Abril de 2018 • 1.218 Palabras (5 Páginas) • 253 Visitas
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— Para nada, siempre puedo distraerme con estas chicas. —dijo divertido, apuntando a un grupo de chicas que hablan entre ellas, esperando a que alguien se les acercara.
— ¡Oye! —Verónica lo empujó en broma, sabía que su novio no hablaba en serio.
— Está bien, ya. —dijo acomodándose en su improvisado asiento— ¿Por qué no lo haces?
— ¿El qué?
— Conseguir un empleo.
— ¿No escuchaste nada de lo que te dije? Mi padre...
— Sí, sí te escuche, —dijo interrumpiéndola antes de que lo explicara de nuevo— pero él no tiene por qué darse cuenta.
— Dan, no. Aunque es una buena idea, lo admito. —él se encogió de hombros como una forma de preguntarle “¿y entonces?” —No puedo dejar a Sebastián solo en esa casa, no me atrevo a hacerlo. Necesita de mí para soportar las discusiones.
— De acuerdo.
Daniel desvió la mirada para poder ver una de las casas vacías. La mayoría se usaban como apartamento, un simple refugio para pasar la noche o para que las personas hicieran sus necesidades como pareja, que era justo lo que Daniel tenía en mente.
— ¿Qué te parece si olvidamos todo esto y vamos a...?
— Oh, lo siento, ahora no. —dijo Verónica, entendiendo las intenciones del chico— Tengo que recoger a mi hermano en la escuela.
Daniel fingió ponerse triste, lo cual hizo reír a Verónica, ganándose un corto beso en los labios.
— Otro día será. —dijo ella mientras se iba del lugar.
— ¡Espera! ¿No quieres que te lleve?
¿Ir en motocicleta a la escuela primaria a recoger a un niño de 7 años acompañada de un chico de 25 de pelo largo hasta los hombros y los brazos tatuados?
— ¡No, gracias! —respondió sin mirar atrás, alcanzando a escuchar un “Te amo, te veré mañana”.
Verónica tenía una vida complicada, muchas veces había pensado en terminar con todo de una vez por todas. Por suerte Daniel siempre estaba ahí para hacerla entrar en razón. Él, aunque no su vida no era tan complicada como la de ella, decía comprenderla y siempre la escuchaba.
No había nadie mejor que Daniel para olvidarse del infierno en el que vivía. Eran la pareja perfecta. Sin peleas, se comprendían el uno al otro.
¿Qué puede salir mal en una relación así?
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