El niño con el pijama de rayas..

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En la relación de Bruno con Shmuel es necesario destacar la importancia que está en la relación de pares durante esta etapa del desarrollo, podemos ver como apenas se conocieron hubo un agrado mutuo y como para los dos era fascinante conocer acerca de cómo era la vida del otro lado del alambrado por lo que había un interés en el que se fundamenta la amistad. La sola existencia de está amistad demuestra como dentro de la inocencia de la infancia no hay tal cosa como prejuicios debido a que según la sociedad de la época ellos tendrían que ser enemigos, o que Shmuel y los judíos no eran consideradas personas. En ese momento Bruno se sentía solo y aburrido, y encontró en Shmuel un par con quien jugar y hablar; con el cual crece, se solidariza y aprende.

Según la calcificación de los estadios de la construcción de la amistad, podemos observar como Bruno y Shmuel se encuentran en el nivel 3, en donde los niños se preocupan por sus amigos, se ayudan mutuamente para resolver problemas y comparten pensamientos e ideas que no comparten con otras personas. A través de la interacción entre pares, Bruno va cambiando su forma de pensar acerca de todo lo que le había dicho su padre, su tutor y su hermana sobre los judíos. A lo largo de la historia se puede ver el conflicto cognitivo del protagonista por la diferencia que había entre la visión nazi de los judíos y la experiencia que este vivía con Shmuel. Tomando en cuenta esto, se cumple lo que decía Piaget “lo social se encuentra en todas partes”, en el sentido de que a partir de las relaciones de pares, los niños van definiendo conceptos de amistad y van construyendo sus propias normas fuera de las inculcadas en el hogar. Así mismo, Piaget indica como la cooperación es el medio a través del cual el niño abandona el egocentrismo ya que ésta permite a los individuos aprender a pensar por si mismos y, como resultado, a superar las imposiciones sociales.

Finalmente tenemos a la hermana de Bruno, Gretel, de 12 años la cual es descrita por el protagonista como tonta de remate pero se puede ver claramente como ella está en búsqueda de definir su personalidad y como está apresurada de hacer el gran salto de la niñez a la adolescencia, aspectos característicos de la etapa de operaciones formales descritas por Piaget. En esta etapa ella ya es capaz de razonar las consecuencias futuras de sus acciones y de manifestar un pensamiento hipotético-deductivo y proposicional, como por ejemplo cuando sacó a todas las muñecas de su cuarto y decidió cambiarlas por algo que representaba un poco más su realidad, es este caso los mapas geográficos del territorio de guerra; a través de los cuales ella define su identidad imitando la de los modelos que ella respetaba como el de su padre. Gretel, si estaba al tanto de la realidad en la que vivían por lo que se demuestra una relación intelectual y cognitiva, manifestando una comprensión de los fenómenos físicos y sociales de ésta época. La joven de 12 años ya es capaz de pensar en términos abstractos, razona de forma deductiva y considera la solución de problemas.

Para un niño de 9 años la vida se ve de manera divertida desde el punto de vista de una persona que no ha sido influenciada por las creencias sociales de ningún tipo, donde está esa inocencia y esa emoción de explorar y descubrir todo por primera vez sin cuidado de las consecuencias que se puede tener en esta vida; para mi este libro da a entender las dos partes de la misma realidad que se vivió durante la Segundo Guerra Mundial, el hijo del comandante que se tiene que adaptar a una nueva vida que no encaja a lo que el está acostumbrado y un niño judío reluctante de su realidad como detenido en el campo de concentración Auchviz. A través de la historia, se lee de esta amistad que rompe con todo supuesto social, en donde estos se tratan como iguales con los mismos sentimientos e ilusiones cada uno dentro de su realidad en donde me parece que si todos nos tratáramos unos a otros con las mismas intenciones con las que Bruno trató a Shmuel, viviríamos en un lugar mejor. Ya que la vida nos trata a todos como los piojos del libro, es decir, a todos por igual.