Emperador de todos los males

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construir uno nuevo. Hoy en día, podemos agradecer tantos conocimientos y sacrificios que se han hecho a lo largo de la historia.

A pesar de la larga lista de beneficios que podemos obtener de los estudios realizados, también podemos sacar una larga lista de desventajas. Una de ellas es el uso de las llamadas “cirugías radicales”. El objetivo de estas era “sacar la enfermedad desde su raíz”, es decir, extirpar partes del cuerpo completos para detener el cáncer. A pesar de que a corto plazo tenían éxito, si los pacientes llegaban a sobrevivir, en un periodo de tiempo recaían. Tiempo después se probaría que sólo podían tener éxito si se trataba de un cáncer local, y que una vez que este era metástico, la cirugía no surgía ningún efecto en el paciente.

El estudio del cáncer también abrió paso a otros descubrimientos que ayudarían al tratamiento de otras enfermedades. Una de las principales causas de muerte en la práctica de las cirugías eran las infecciones posteriores a la cirugía o dolor durante la misma. Esto dio paso a descubrimientos, que no tienen que ver directamente con el cáncer, como el uso de sedantes, anestésicos y cremas para evitar infecciones o gangrena en los cortes durante la cicatrización.

Mientras el cáncer ayudaba al desarrollo de nuevas tecnologías benéficas, también trajo consecuencias. El uso de materiales radioactivos como el radio, para los rayos X, por un lado dio la oportunidad de ver a través de la piel mientras que por el otro, aumentó problemas en diferentes partes del cuerpo debido a su prolongada exposición.

El cáncer es una enfermedad letal e incomprendida que si llegamos a entenderla, puede sernos de gran ayuda. Como ya ha sido estudiada y cada vez más entendida, con el tiempo llegaremos a comprenderla del todo y si eso llega a pasar, creo que avanzaremos tecnológicamente y podremos hacer uso de las llamadas células inmortales.