Ensayo. El Miedo

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Como había mencionado antes, el sexto sentido está presente en nosotros, en algunas personas más que en otras. Pero ¿cómo es que no todos lo tenemos desarrollado? Es fácil, la amígdala solamente capta a través de los cinco sentido para actuar. Pero el sexto sentido se basa más en memoria y prejuicios en el ambiente. El sistema límbico en este caso está muy desarrollado en las madres, que por instinto tratan de proteger a sus hijos. Tienen el instinto de prever y adivinar.

Como podemos ver el lado derecho de nuestro cerebro es bastante importante y si esta no está ligada a nuestro lado izquierdo lógico del cerebro, podrían ser discrepantes y generar un desequilibrio emocional en la persona.

Este tema agrega otro punto importante a tocar: La inteligencia emocional. La psicología abarca principalmente todos los miedos. Su espectro de aplicación está basado básicamente en los miedos, fobias y memoria del ser humano, que determinan su comportamiento. En base a la lectura de las emociones básicas podemos determinar que nuestro límite es el miedo. Yo como estudiante puedo decir que tengo miedo a reprobar, miedo a no encontrar mi sentido y propósito en la vida, a no tener un círculo social o amistades para desarrollarme. O simplemente miedo cuando expongo enfrente de mis amigos, miedo a lo que la gente diga de mí. Es ahí cuando debo ver que es lo que me conviene, saber cómo me comporto ante las situaciones, conocer mis emociones e hilar mi hemisferio derecho con mi hemisferio izquierdo para lograr una inteligencia emocional.

Nosotros pensamos y nos excusamos que nuestra racionalidad prima sobre nuestros sentimientos y gracias a eso le atribuimos nuestros actos. Pero, a diferencia de lo que pensamos, son muchos los asuntos emocionales que siguen regidos por el sistema límbico y nuestro cerebro toma decisiones continuamente sin siquiera consultarlas con los lóbulos frontales y demás zonas analíticas de nuestro cerebro pensante.

Según Daniel Goleman se necesitan de estas habilidades para aspirar al logro de una inteligencia emocional: autocontrol, el dominio de uno mismo; el entusiasmo, la aptitud maestra para la vida; la empatía, ponerse en la piel de los demás. Es ahí cuando educamos al cerebro y a todas sus partes a estar en una armonía estable.

Todos estos conocimientos sobre el miedo nos hacen reflexionar sobre el comportamiento de nuestro cerebro y cómo lo moldeamos con nuestra rutina diaria. Los primeros años de vida tienen un efecto determinante en nuestro formato cerebral y definen nuestro repertorio de emociones. Pero ni la naturaleza innata ni la influencia de la temprana infancia hacen irreversible los hechos. Así que primero tenemos que estar conscientes para lograr esto. Las universidades, la familia el entorno nos debe proponer indagar sobre nuestras emociones, sobre nuestro lado derecho del cerebro. No todo es lógico y matemático. Gracias ITESO.

Bibliografía:

- El sexto sentido, “Teoría de la inteligencia creadora” - José Antonio Marinas.

- Emociones Básicas - A. Michel

- Los siete saberes necesarios para la educación del futuro - Edgar Morin

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Inteligencia Emocional – Daniel Goleman