Ensayo sobre la Fisiocracia.

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En el sistema Fisiócrata, la propiedad de la tierra es parcialmente confiscada, lo que representaba uno de los objetivos de la Revolución Francesa, al verse concentrada la tributación en la renta de la tierra, ya que recordemos es la única plusvalía, se conllevaría el alejamiento del intervencionismo del Estado de la industria, de esta manera la emancipación de la sociedad burguesa de las ataduras de la monarquía absolutista de la época respondería al interés del terrateniente, convertido en este modelo en un capitalista enfocado únicamente a su enriquecimiento.

Conclusión.

Podemos definir finalmente a la Fisiocracia como el “gobierno de la naturaleza”, ésta nace en el siglo XVIII, determinada por una filosofía de corte esencialista que despreciaba al mercantilismo o la industria calificándolas de actividades estériles y “parasitarias”. Tampoco puede decirse que la industria o el mercantilismo fueran sus únicos adversarios, ya que si bien estas funciones eran indignas a los ojos de los fisiócratas, el Estado no les parecía una molestia menor. De esta manera, la industria, el comercio y el gobierno no eran otra cosa que meros intermediarios entre los productores y los destinatarios de los bienes creados, dilatando los procesos directos y, al mismo tiempo, enriqueciéndose con usos calificados entonces como no del todo productivos.

A pesar de su insistencia en la producción esencial de la agricultura, la fisiocracia como movimiento se restringió más al ámbito intelectual que al práctico, de tal manera que es amplia la consideración de sus ideólogos como los primeros teóricos de la economía moderna siendo cierto que sus planteamientos no fueron ignorados por referentes de la ciencia Económica como Adam Smith o Carlos Marx. En “La riqueza de las naciones”, Smith critica a la Fisiocracia el hecho de que considere “improductivo” al comercio. Por su parte, Marx agradece el enfoque de los fisiócratas en esa “economía primigenia”, capaz de desnudar la diferencia entre el valor del trabajo y su valorización añadida, pero los ve constreñidos por el contexto que les envolvía, situados entre el contenido burgués de su propuesta y la “envoltura feudal” de su entorno.

Tanto Marx como Smith llegaron a compartir con los fisiócratas la idea de que el progreso es imparable, aunque llegando a puntos diametralmente opuestos pese a compartir origen: A Smith esa idea le llevaría a entender que el colofón se alcanzaría encarnado por el capitalismo mientras que para Marx dicha idea del progreso como fuerza imparable desembocaría en el comunismo.

¿Sigue siendo vigente la Fisiocracia? ¿Posee alguna vigencia una doctrina que invoca una producción “obsoleta” y despojada de las principales características de la economía actual? En principio, es obvio encontrar su presencia únicamente en vertientes próximas al ecologismo y en un relativo crecimiento de la concienciación ciudadana sobre los recursos naturales pero no es menos evidente el crecimiento de todo aquello que desactiva la Fisiocracia como práctica y doctrina vigente: El crecimiento de la especulación y el avance del poder financiero, no ya como valores “añadidos” a la producción, sino como producción en sí mismos e incluso como sustitutos, en muchos casos, de la producción de bienes reales.

Tal vez la única manera de rastrear en la actualidad ciertas trazas fisiocráticas se encuentre en la renuncia creciente a los intermediarios, lo cual nos lleva a la lucha existente y de actualidad entre los productores de valor y los de una industria que persiste en distribuir, administrar y, lo más preocupante, distorsionar dicho valor.

Bibliografía.

Dobb, M. (2013). El nacimiento de la Economía Política; La teoría del valor; Ricardo y la renta de la tierra; Después de la renta de la tierra y Marx y la plusvalía. En Introducción a la Economía (pp. 10-43). México: Fondo de Cultura Económica.

Ekelund, R. y R. Hèbert (2005). Capítulo 4 La aparición de una ciencia: Petty, Cantillón y los fisiócratas. En Historia de la Teoría Económica y de su método (pp. 90-100) México: McGraw-Hill Interamericana Editores.

Marx, C. (1980). Capítulo II Los Fisiócratas. En Teorías sobre la plusvalía I. Tomo IV de El Capital. (pp. 37-60). México: Fondo de Cultura Económica.